Mientras las bellas duermen su resaca de la Ceremonia de Apertura del Festival de Cine de Cannes, yo paso a detallar los modelitos que sacaron a pasear por la alfombra roja.
Como bien os comentaba el Festival se inauguraba con la película Grace de Mónaco, interpretada por Nicole Hokulani Kidman, que acudió a la gala con un vestido que a buen seguro pesaba más que su cuerpo entero. El diseñador que le prestó el vestido a la hawaiana es Armani Privé. Para diseñarlo han tenido que contratar a doscientos mineros que se encargaron de sacar las piedras preciosas para bordar todo el vestido. Puedo imaginarme lo que suponía caminar por la alfombra roja siendo un joyero de mil cuentas, por lo que entiendo la cara de contención de la expelirroja estrella. Esta mujer es toda una experta en posar y lo ha demostrado. Como si la emoción la embargara no pudo dejar de tocarse el pecho con la mano donde lucía una pulsera que con su venta seguro que se daría de comer a medio África. Aún así, considero que la antaño canguro acertó y la podemos colocar entre las mejor vestidas.
Otra que deslumbró con sus trapitos fue Blake Lively. La protagonista de la serie Gossip Girl lució un modelo de Gucci que la verdad le quedaba como un guante. Después de que Angelina Jolie creara escuela en los Oscars de 2013 luciendo pierna tras raja lateral, la mujer de Ryan Reynolds tomó nota e hizo lo propio. A pesar de lo magnífico de este traje de Gucci, lo mejor de esta siesa muchacha es el peinado y maquillaje. Está claro que tiene muy buenos asesores, y espero que se busque también un buen profesor de interpretación y haga algún papel de relevancia en el cine. Gossip Girl no durará eternamente bonica…
Zoe Saldana (te sonará si la pintas de azul y le estiras las orejas a lo elfo) presumió de modelito de Victoria Beckham. Muy sencillo y resaltaba su perfecto tono de piel. Cuando veo los ropajes que diseña Vicky me sorprendo positivamente. Con lo mal que cantaba, con lo rancia que parece y demás, consideraba que su intelecto era inferior al de una lata de sardinas. Por ello, cuando veo sus colecciones me planteo dos cosas; una que esta mujer tiene talento o que tiene un gran equipo detrás.
Pero realmente mi sorpresa del día llegó a manos de la grandiosa actriz nacional Paz Vega. La señorita siempre acude a Cannes intentando ser las más blanca del lugar, pero esta vez se vio ensombrecida por el albor de la piel de la hawaiana. Ironías de la vida, una hawaiana y una española las más blancas de la alfombra roja. Pero no fue su escala de grises la que me impactó, sino su vestido. ¿Os podéis creer que además de no enseñar ningún pecho, el trasero o demás partes de su cuerpo que tenemos memorizadas, fue bien vestida? Yo tampoco, pero es cierto. ¿El culpable? Elie Saab.
Y por fin llega la parte esperada por todas y todos. Las que la liaron parda sobre la alfombra roja. No voy a ensañarme con la gente menos conocida que dio la nota porque si no sabemos quienes son, no tiene gracia. Vamos a darle cera a las que podrían invitar a todo Getafe una fiesta en el Chateau Marmont sin que su Visa note ni in ligero cosquilleo. He elegido a tres porque por mucho que digan, la Apertura de este año ha sido más floja que otros.
¡Ay, Karlie Kloss! Después de quedarme en shock al ver que tienes 21 años, me has rematado con tus pintas de la pasada noche. Tu aspecto de raspa de pescado te puede valer para ganar cientos de millones al desfilar por una pasarela, pero conmigo no cuela. Aunque hayas querido ocultar tu escueta figura tras una manta de encaje diseñada por Valentino, todos hemos querido ofrecerte un cocidito después de la gala. En varios sitios he leído que iba perfecta y sensual, pero a mí me parece que le ha robado la mantilla a todas las mujeres de Sevilla para hacerse el vestido con ellas.
Otra de la que su hermana Kim Kardashian no estaría orgullosa es la jovenzuela Kendall Jenner, creo que de profesión modelo. La hermanísima llevó un vestido con un largo extraño, plumas en en pecho y una joyería que hacía que todo el look pareciese de una señorona burguesa. Por muy Chanel que sea, demasiado sobria y tapada para todas las hormonas que con su edad (18 añitos) bullen sin cesar dentro de su cuerpo.
Y la útima es una que engaña a muchos diciendo que es actriz, pero todos sabemos que es la chica mona del anuncio de Dolce&Gabbana. Nuestra queridísima amiga Laetitia Casta, que parece que se siente más cómoda en las listas de las peores vestidas que delante de una cámara. Otra que se ha empeñado en emular a la Sirenita sobre la alfombra roja. Por si no hubiésemos tenido suficiente con Jennifer Lawrence en los Óscar. Ahora esta muchacha nos saca un diseño de Christian Dior lleno de miniflorecillas y una especie de pétalos en relieve. Con extraño corte (por delante se le ven los pies y por detrás con cola) la francesa intentó lucir con dignidad un diseño que hubiese sido mejor autodestruir. Eso sí, en los planos cortos: divine.
Que no se preocupen estas tres pobres por estar en los suspensos de la noche, pueden recuperar el resto de los días que quedan de festival. Porque seguro que repiten. ¡Se admiten apuestas!
