Mañana comienza la locura laboral. Llega el Festival de Cine de Cannes y una agortadora racha de trabajo. Pero eso tiene una cosa buena: os voy a contar con todo lujo de detalle lo que va pasando sobre la alfombra roja y fiestas varias en la mediterránea localidad.
Este año el Festival arranca con polémica: el estreno de la película Grace of Mónaco, un film sobre la vida y milagros de la Princesa Grace, que ha enfadado a más de uno en la casa real monegasca. Al parecer la película cuenta diferentes desavenencias entre el matrimonio Grace Kelly y Raniero de Mónaco. ¿Un matrimonio mal avenido en la Casa Real de Mónaco? Imposible. Si son una familia de lo más tranquila y enamorados de sus parejas. No hay divorcios, ni hijos extramatrimoniales. Son un clan de lo más tradicional y ejemplar, así que me espero lo mismo del origen de la estirpe. De la película en general no tengo muchas expectativas pese a que su director se haya empeñado en decir por activa y por pasiva que no es un biopic. Además, Nicole Kidman no me transmite nada, quizás sea debido al exceso de bótox. Eso sí, debido al reparto y a ser la película que abre el festival, esperamos que vayan todo tipo de celebrities a lucir palmito por la alfombra roja.
Aunque sin lugar a duda lo mejor de Cannes son las fiestas. Son estos días los que echo de menos unos cuantos euros en el bolsillo y unos pocos contactos en el iPhone para salir a navegar con una copita de ron en la mano. ¡Cómo son esas bajadas de los yates borrachas perdidas! Estos ricachones sí que se divierten a veces. Y con esto se cumple lo de que «el dinero no da la felicidad, pero ayuda».
Me gustaría hacer una mención especial a mi adorada y perfecta Pulp Fiction que está de aniversario en Cannes. Ayer se cumplieron 20 años de la entrega de la Palma de Oro a Quentin Tarantino. Espero con ansia que se le haga un pequeño homenaje a una de las películas que han hecho historia.
Así que nada, mañana por la noche poneros guapos y fresquitos que parece que este año va a hacer bueno en la Costa Azul.