Día 8. Conociendo a las tribus de Suazilandia durante el viaje a Sudáfrica

El segundo día en Suazilandia amaneció extrañamente más frío y nublado de lo que se espera en esas tierras tan secas y áridas. Desayunamos como verdaderos marqueses en el hotel entre cervatillos, pájaros y demás fauna local. Todavía tenía los dedos resentidos del bocado del gálago de ayer pero ningún tipo de preocupación rondaba mi cabeza.

Visita al poblado histórico de la tribu Suazi durante nuestra visita a Suazilandia

Nuestra primera parada de hoy fue en un poblado histórico suazi donde aprendimos las costumbres de este pueblo, que por cierto eran bastante parecidas a los zulús. Se diferenciaban en algunas cosas como vestimenta, la importancia de la abuela en las tribus y que aquí hombre y mujer del matrimonio podían dormir juntos, no sólo necesariamente para copular.

La abuela paterna es la persona más importante y respetada de la tribu suazi

Una familia de la tribu suazi viviendo en el poblado histórico

 

El poblado estaba montado de manera parecida a los zulús pero quizás veía algún pico de mayor autenticidad entre su pueblo. Al parecer la tribu que habitaba el poblado histórico estaba formada por una abuela, el hijo varón de ésta, sus dos mujeres y todos sus hijos.

Las mujeres suazi cantan genial y recuerda a las misas gospel de Harlem

 

 

Sin duda lo mejor de todo es el espectáculo final donde puedes disfrutar de las melodiosas voces de las mujeres y de la flexibilidad a la hora de hacer sus bailes. ¡Increíble!

Un poco de naturaleza en Suazilandia

A pesar de tener terrenos áridos, Suazilandia también esconde una naturaleza salvaje y verde. Nuestro guía nos descubrió esta maravillosa cascada que, aunque no llevaba mucha agua a esas alturas del seco invierno, no estaba carente de encanto.

Era hora de despedirse y dirigirnos de camino al Parque Kruger en Sudáfrica.

Camino al Parque Kruger durante el viaje a Sudáfrica

Durante la vuelta a Sudáfrica no pude dejar de hacerle preguntas a nuestro guía Bruce Munro. Qué es esto, qué es lo otro, para qué ponen esto en las casas… bla bla bla.

Simbología cromática en los restaurantes de Suazilandia

Una de las cosas curiosas fue el uso de banderas de colores en los restaurantes. Pasábamos en coche por delante de tabernas destartaladas cada una con una bandera diferente. Mi curiosidad pudo más y tuve que preguntar qué narices significaban. Parecía como un mensaje secreto propio de un cartel de la droga.

Las tiendas de ultramarinos tenían rejas para evitar el contacto con los clientes.

¡Pero no! Bueno sí, era un mensaje pero no secreto. Aquellas banderas decían qué se podía esperar de las tarbenas en su interior. Si vendían carne, pescado, alcohol… La roja era para indicar que en ese local se vendía carne y la verde para vegetarianos. ¡Genial!

Gran cantidad de iglesias en el camino de Suazilandia al Parque Kruger de Sudáfrica

 

Me asombró de sobre manera el número de iglesias que había entre tanta pobreza y sequía. Iglesias sin ápice de grandiosidad. Todas bien sencillas con poco más que una cruz. Pero muchas, muchísimas.

Niños acudiendo al colegio los sábados

Mientras en España se debate el poco tiempo libre que tienen nuestros menores por la carga de deberes, en Suazilandia van a clases de refuerzo los sábados. Todos con uniforme, de punta en blanco, cruzan terrenos de arena roja y caminan junto a las estrechas carreteras para llegar al lugar donde se imparte la lección.

Alojamiento deluxe en Hazyview, junto a la entrada al Parque Kruger

Escogimos un hotel junto a una de las entradas al Parque Kruger para apurar más las horas de sueño y llegar acceder antes al interior del Parque. Aunque es inmenso, os sorprenderá la de jeeps y coches que circulan en su interior en busca de los animales. Por ello, salir de la cama antes de que salga el sol es fundamental para evitar la aglomeración.

Asimismo, como os comentamos en nuestras recomendaciones, el avistamiento de animales durante un safari en Sudáfrica, o donde sea, es más probable en las primeras horas del día y en el ocaso.

¿Por qué no echas un ojo por si se te ha escapado algo?

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¿Dónde alojarse en el Parque Kruger de Sudáfrica?

El hotel que elegimos fue el Rissington Inn, un hotel de lujo formado por cabañitas independientes en medio de la inmensidad de la naturaleza. Las cabañas de techos altísimos tenían una terraza donde tomarte una cerveza mientras disfrutamos del atardecer y una bañera enorme que recordaba a Memorias de África donde darse un cálido baño para entrar en calor. Las temperaturas por la noche eran bastante bajas.

Cena romántica junto a la piscina en el hotel Rissington Inn

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Piscina que por cierto no pudimos disfrutar por dos motivos: por la falta de tiempo y por el tiempo en sí. Os recuerdo que viajamos en invierno sudafricano y las temperaturas no invitaban demasiado a introducirse en las aguas heladas de las piscinas.

Lo que sí pudimos hacer es disfrutar de una cena romántica en pareja junto a la piscina del hotel (con mantita en las piernas eso sí).

Y llegó el momento triste del viaje: nos despediríamos del bueno de Bruce Murno que nos ofreció su casa en caso de que volvamos a Sudáfrica. Además de ser un guía de lujo, no puede ser mejor persona.

¡Gracias Bruce por enseñarnos tantísimo!

Y así de tristes nos fuimos a la cama, con la esperanza de dormirnos pronto porque mañana era uno de los días grandes: ¡nos íbamos de safari por Sudáfrica!