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Lo han vuelto a hacer. Los que dictan las leyes de la moda traen a los armarios una prenda identificativa de un sector concreto de la sociedad. Esta vez los afectados: los amish. Sí, queridas intrépidas exploradoras de Inditex, fashion bloggers e it girls en general, este otoño tenéis que incluir en vuestro armario un vestido amish para elevaros al olimpo de lo trendy.

Si hace unos meses ya observé horrorizada como mancillaban el honor de una bomber, ahora no podía permanecer impasible ante la indroducción de la moda amish para este otoño. Tendría que preguntar a algún gurú de la moda si es posible la combinación de ambas culturas, y poder superponer una bomber sobre la ausencia de formas de los vestidos amish. Animo desde aquí a alguna bloguera especializada en el tema a que me aclare mis dudas. Mi inquieto interior no puede descansar bien hasta verse resuelto este problema existencial.

Los amish son un grupo de cristianos que se concentran en los estados de Ohio y Pensilvania y que yo, bloguera viajera, pude visitar en mi exploración de la Costa Este de Estados Unidos. Para quienes no seáis duchos en el tema, os puedo contar que su cultura se basa en vivir alejados de las modernidades que caracterizan a este mundo actual. Esto no significa solamente que no usen tablets o smartphones, ni siquiera tienen electricidad en sus casas. En España, no paran de sugerir que cambies de coche si tiene más de diez años (pobre Leoncito mío), pero las comunidades amish no tienen ningún problema en moverse en coche de caballos.

Amish

Amish

Son una sociedad meramente agrícola. Sus granjas suelen abarcar cientos de hectáreas, que los hombres labran con sus propios bueyes mientras sus mujeres cosen los parches para conformar las coloridas y características mantas, típicas de las pelis. Me quedé impresionada ante este radical modo de vida cuando visité Intercourse, en Pensilvania. Sus oscuros vestidos carentes de formas, recordaban más a los puritanos que al siglo XXI, por ello me cuesta creer que las nalgas que asoman en los bragashorts que tan de moda han estado este verano, se vayan a cubrir con vestidos de manga larga flojos y por debajo de la rodilla.

Niña en Lancaster con un vestido amish

Niña en Lancaster con un vestido amish

Porque sí, queridas amigas, estoy harta de ver vuestros traseros, vuestros nipples, cualquier rincón insospechado de vuestro cuerpo. Así que yo, que no pertenezco a la sociedad amish no puedo hacer otra cosa que agradecer a Cuorestilo, que haya propuesto esta prenda cómo must del fin del verano.

Ya lo subió la Casa Dior hace un par de años sobre las pasarelas, pero en aquella ocasión estaba dedicada a los hombres. Ahora son las mujeres las que pueden emular a esa comunidad cristiana que me vendió el mejor batido y el mejor pretzel de la historia.

Niños amish

Niños amish

Gorro Amish

Gorro Amish

Lo que echo de menos es el look completo, como se suele llamar el total look. El gorrito tipo bebé de la época victoriana, o hijo de una madre del barrio de Salamanca, os quedaría ideal con estos vestidos que pueden resultar un tanto insulsos. También yo añadiría el peinado clásico, con raya al medio y sus ricitos asomando a través de la capota.

Sé que muchas estaréis pensando que después de verano, vuestros euros han ido a parar a los brebajes del mundo del chiringuito y no estáis para gastar un dineral en ser una perfecta amish. Pues bien, estáis de suerte, porque las mujeres amish llevan en los pies lo mismo que vosotras: esos zapatos de cordones propios del niño de La Profecía. Vaya, los comunmente llamados zapatos masculinos por los más trendys.

Amish Style Zara

Amish Style Zara

Un detalle que no debemos olvidar, es que los amish no usan botones, así que me gustará ver las ocurrencias de las Casas de la Moda para cerrar estos vestidos tan sólo fruncidos por la cintura. Los vestidos amish se usan para ocultar la feminidad, así que ciudadanos del mundo grabad en vuestras retinas las voluptuosas curvas que se exhiben sin complejos este verano, porque en otoño se ocultaran bajo una amplia tela que te imposibilitará captar las formas de la mujer.

Hay que pensar que la gente que propone este estilo ha estudiado, no es algo elegido al azar. El Señor de la Moda sabe que en verano tendemos a acumular unos kilos de más y, mientras sigues la dieta de la alcachofa o la del cucurucho, puedes esconder tus lorzillas disfrazándote de amish.

Así que, queridas amigas, acudid raudas y veloces a buscar ese vestido con el que harás enorgullecerse a tu abuela, triunfarás en un templo de cualquier religión, pero con el que nunca te cogerán de tronista de Mujeres, hombres y viceversa.

Fotos amish: Nikon D80 by Araceli Rodríguez ©

MurZielaGa

Periodista, emprendedora y mamá a full time. Amante de las series y los libros en general y del suspense en particular. Fotógrafa amateur y enganchada a eso de la tinta en todas sus versiones. Cabezota, indecisa y con grandes dosis de ironía. ¿O no?

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