Visitar el Parque Efteling, el mejor plan si visitas Ámsterdam con niños

Una buena razón que añadir para conocer los imprescindibles de Ámsterdam es visitar el Parque Efteling. En nuestro caso no es que fuera un añadido a la organización del viaje, sino que fue el motivo del viaje. Sin que sirva de precedentes que viajemos para conocer un parque temático, pero cuando vimos imágenes de este lugar nos llenó el corazón. Además, como no habíamos ido con la peque a más parques con atracciones que los de Madrid, nos apetecía llevarla. ¡Y la verdad que fue un acierto porque se pudo montar en todas las atracciones de Efteling menos en una! En este post vas a encontrar todo lo que puedes ver en el parque, así como consejos de visita y mucho más.

Y es que no sé si a ti te pasa pero cuando alguien dice ‘parque temático’, la cabeza se te va a Disneyland. Pero resulta que, entre molinos y tulipanes, hay un lugar donde los cuentos tienen un poquito más de mala leche, los árboles hablan y los ogros no están para selfies. Bienvenidos a Efteling.

El Parque Efteling no es otro parque temático más. No tiene princesas que se pasean en carrozas ni castillos de plástico, no colas infernales para hacerte una foto con un señor disfrazado de ratón. Aquí, los cuentos no acaban todos bien y los personajes no siempre sonríen. Y eso, sin lugar a dudas, es parte de su encanto.

El Parque Efteling está en los Países Bajos, concretamente en Kaatsheuvel (a unos 50 minutos de Ámsterdam), donde en 1952 se inauguró un modesto Bosque de los Cuentos con diez escenas inspiradas en los relatos de los hermanos Grimm, Perrault o Andersen. ¿Y quién diseñó aquel primer rincón mágico? Anton Pieck, un ilustrador neerlandés obsesionado con los detalles, los tejados torcidos y los caminos que crujen. Su estética sigue marcando cada rincón del parque, que ha crecido hasta convertirse en uno de los más visitados de Europa. De hecho por lo que he podido ver sería el segundo, por detrás de Disneyland. Y no solo eso, se encuentra en el top 20 de mejores parques del mundo, destacando por su proyecto de energía solar y reducción de la huella de carbono. ¿Qué más necesitas para visitar el Parque Efteling? Tranqui, que te voy a dar más razones.

A día de hoy, Efteling tiene de todo: montañas rusas que te dejan el alma en la taquilla, atracciones para niños, zonas temáticas llenas de misterio y una atmósfera que huele a cuento antiguo con un toque de galleta de jengibre. Pero lo que lo hace verdaderamente único es su capacidad para sumergirte en un universo paralelo donde todo parece parte de un gran libro ilustrado. ¡De verdad que es una pasada! Te da la impresión que acabas de entrar en un mundo mágico que te va a costar salir.

Aquí no todo va de selfies y churros con forma de Mickey. Aquí hay ogros que eructan, árboles que hablan, casas que se caen a trozos y burros que cagan monedas de oro (que por cierto te vas a poder llevar a casa). Vamos, lo que se dice un día normal en los Países Bajos.

¿Es un parque para niños? Sí. ¿Para adultos? También. Así que ya no tienes excusa para hacerle un hueco a este parque temático en tu viaje por Países Bajos.

Efteling tiene más de 30 atracciones, pero no te agobies: no necesitas subirte a todas (ni podrías, a menos que tengas el don de la teletransportación y cero colas). Lo bueno es que hay un equilibrio bastante justo entre lo emocionante y lo encantador. Y, sobre todo, si además de los mundos mágicos te gustan las montañas rusas, el Parque Efteling es tu sitio. ¡Y sobre todo si viajas con niños porque aquí la altura para las montañas rusas se reduce al 1,20! Nuestra peque se pudo subir en todas (y varias veces) porque a partir de las 4 de la tarde se quedaron vacías (sin cola ninguna). Así que mi recomendación es que vayas a la zona de montañas rusas lo primero al entrar al parque (madruga) y después si quieres repetir lo hagas a última hora.

Baron 1898, una de las atracciones de Efteling más espectaculares del mundo

Una montaña rusa de caída libre ambientada en una mina fantasma del siglo XIX.  Subes, ves el abismo, te paran justo ahí (sí, maldad pura), y luego… ¡zasca! Caída vertical de 37 metros que acaba metiéndote literalmente en la tierra. Eso sí, todo muy bien decorado, que el susto entra mejor con escenografía teatral.

*Ojo: esta montaña rusa es a partir de 1,32m de altura.

De Vliegende Hollander (El Holandés Errante)

Esta es de esas atracciones que no sabes si son montaña rusa, paseo temático o película de aventuras de los 2000 con banda sonora épica. Entras en un puerto holandés del siglo XVII, con olor a salitre y madera podrida (sí, lo han recreado tan bien que hasta huele raro), y acabas montada en un barco que se adentra en la oscuridad total. Hay rayos, hay niebla, hay voces fantasmales. Y justo cuando crees que vas a salir sin despeinarte… ¡sorpresa! Te lanzan por una caída que combina agua, gritos y un final de esos que te dejan con cara de “¿qué ha pasado aquí?”. Es una maravilla. Un 10 de experiencia. Es que lo de ir en la oscuridad total y caer al vacío fue la bomba. ¡Mi preferida tanto por la experiencia como por el decorado! ¡Muy top!

Python, la atracción del Parque Efteling preferida de nuestra hija

La clásica montaña rusa de looping, giros imposibles y gritos agudos. Reformada hace poco, va más suave de lo que parece, pero sigue siendo de las que te despeinan hasta el alma. Si te mola lo clásico con adrenalina, es un sí.

A mí me tocó repetir hasta 3 veces en esta montaña rusa y si fuera por Noa, bastantes más. Pero mi estómago se negó a seguirle el ritmo.

Joris en de Draak

Dos trenes de madera que compiten entre sí mientras un dragón bastante enfadado te observa. Solo por ver a ese dragón animatrónico echando humo merece la pena. Es rápida, con mucho traqueteo y ese olor a madera vieja que da subidón nostálgico. Aunque si te confieso una cosa, a mí las montañas de madera se me hacen un poco pesadas por el traqueteo que machaca un poco las cervicales. Cierto es que no es tan violenta como la de la Warner de Madrid pero tiene lo suyo.

Droomvlucht, la segunda preferida de Noa

Una especie de paseo suspendido por un mundo de hadas, unicornios y castillos flotantes. Literalmente parece que estás metido en una peli de fantasía rodada en LSD, pero sin los efectos secundarios. Es una fantasía pura.

Symbolica

La joya reciente del parque Efteling. Un palacio encantado lleno de magia, efectos especiales, música envolvente y salas secretas. Vas en un vehículo que gira, se mueve, y te va llevando por un recorrido que parece diseñado por un arquitecto en plena crisis creativa… para bien. Ideal para toda la familia. ¡A nosotros nos gustó muchísimo!

Bosque de los Cuentos (Sprookjesbos)

Aquí empezó todo. Más de 25 escenas de cuentos clásicos: desde Caperucita Roja a la Bella Durmiente, pasando por Hansel y Gretel y una Rapunzel con peluca kilométrica. Hay casas de chocolate, ogros dormidos y una escena con un burro que suelta monedas por el… bueno, ya lo verás.

Carnaval Festival

Una vuelta al mundo al estilo años 80. Muñecos animados, mucho color y países representados de una manera muy peculiar.

Monorriel de las ranas (Monorail)

Sí, esto existe. Vas montado en una especie de cápsula que se desliza lentamente entre ranas mecánicas y jardines cuidados al milímetro. Relajante, absurdo y absolutamente entrañable.

¡Puedes ver vídeos de todas estas atracciones en los destacados de mis historias de Instagram!

Efteling es grande. No en plan “me doy un paseo y lo veo todo en una mañana”, sino más bien “llegas motivadísima y a media tarde estás negociando con tu familia si ver el Bosque de los Cuentos o sentarte en un banco a llorar de cansancio”. Así que un poco de planificación no solo viene bien: es vital.

El mejor día para ir al Parque Efteling, evita los fines de semana

El parque abre todo el año, y cada temporada tiene su encanto. En invierno hay ambientación navideña preciosa, con hogueras, luces y atracciones decoradas. En verano los días son más largos, así que puedes exprimirlo más. Eso sí, si puedes esquivar fines de semana y vacaciones escolares holandesas (sí, eso se mira), mejor que mejor. Te lo digo porque nosotros teníamos pensado ir el último fin de semana de mayo y había fiesta de los coles holandeses, así que lo cambiamos para el puente del 15 de mayo. ¡Y fue un acierto!

Lo de evitar los fines de semana es crucial porque, aunque te encontrarás autobuses de niños de cole visitando el parque, la afluencia baja muchísimo. Nosotros lo tuvimos claro y encajamos la visita en un jueves y no esperamos más de 15 minutos en ninguna cola. De hecho, a partir de las 4 de la tarde se podía entrar a las atracciones sin esperar.

Madruga para ir a Efteling

Cuando llegamos a Efteling alucinamos con los madrugadores que son los holandeses y ya estaba el parking petado antes de entrar. ¡Así que que no se te peguen las sábanas y llega allí el primero! Si puedes llegar media horita antes mejor, sobre todo si finalmente te ves obligado a ir entre semana,

Tipos de entrada al Parque de Efteling

Las entradas no son baratas (como cualquier parque temático) pero hay días donde el precio varía. Si eres flexible. puedes ahorrar unos eurillos. Se compran directamente en la web oficial o en plataformas como Get Your Guide. También puedes pillar packs que incluyen hotel y entrada, pero yo no sé si te apetecerá quedarte a dormir dentro del parque Efteling. A nosotros no nos apetecía, aunque debes saber que por la noche hay un espectáculo de luces. Pero para verlo, puedes reservar entrada para el espectáculo directamente, incluso quedarte a cenar. No es necesario gastarte los dineros y dormir en el parque. Pero como siempre, es a gusto del consumidor.

Cómo llegar a Efteling: las opciones más comunes

Efteling está en Kaatsheuvel, entre Tilburg y Breda, y a una hora y poco de Ámsterdam. Lo más cómodo es ir en coche, sobre todo si viajas con niños o no te apetece hacer tres transbordos. Hay parking gigante en el parque y puedes pagarlo directamente en su web o directamente con la tarjeta en la propia barrera de salida. ¡Todo muy moderno, sí!

Si vas en transporte público, toca hacer malabares: tren hasta Tilburg o ’s-Hertogenbosch y luego bus directo al parque. Hay autobuses especiales (líneas 300 o 801) y están bien señalizados, pero prepárate para que el trayecto se te alargue un pelín más.

En nuestro caso, como volamos a Bruselas (que era infinitamente más barato que a Ámsterdam), hicimos un trayecto inicial a Montfoort (a unos 15 mins del parque) y nos alojamos en una CASA PRECIOSA con unos anfitriones de lujo. ¡Incluso nos invitaron a unas cervezas! Más abajo te dejo el enlace para que puedas ver las fotos y todo de lo que dispone la preciosa casita. Si quieres ir del tirón desde Bruselas, el Parque Efteling está a 1 hora y 50 minutos desde la ciudad belga.

• Si quieres alquilar un coche en Países bajos te recomiendo el buscador de Discovercars. No sé si lo conoces pero funciona fenomenal. Nosotros encontramos ofertón mirando ahí y el aquiler y todo fue perfecto.

Efteling es precioso, inmersivo, mágico pero, como cualquier parque, es agotador. ¡Nosotros acabamos haciendo 18 km según la app del móvil de contar los pasos! Así que aquí van unos cuantos consejos, basados en nuestra experiencia, para que no acabes con una crisis existencial en mitad del Bosque de los Cuentos.

Después de un día entero en Efteling, solo quieres tres cosas: quitarte los zapatos, que alguien te dé de cenar y una cama que no esté en forma de calabaza. Por suerte, hay opciones para todos los gustos (y presupuestos), tanto dentro como fuera del parque. ¡Te cuento las que barajamos nosotros y te enseño la que nos quedamos!

Hoteles dentro del Parque Efteling

Si eres de los que quiere regalar una noche de magia dentro del parque, allí puedes alojarte en las siguientes opciones.

Efteling tiene varios alojamientos oficiales que son una pasada. Están a tiro de piedra de las atracciones y siguen la estética del parque, así que sigues sintiéndote dentro del cuento incluso cuando estás desmaquillada y en pijama.

• Efteling Hotel: ideal si vas con niños y quieres la experiencia completa. Tiene habitaciones temáticas (sí, hay una de Caperucita Roja y otra de los Siete Cabritillos), desayuno incluido y acceso prioritario al parque.
• Efteling Bosrijk: un complejo de casitas y apartamentos en mitad del bosque, perfecto si sois varios o si quieres algo más tranquilo.
• Efteling Loonsche Land: más rústico, con casitas de madera y un aire muy nórdico. Hay habitaciones familiares con literas y vistas a la naturaleza. Y sí, puedes ir andando al parque.

Eso sí: son alojamientos muy demandados, así que si te decides, reserva pronto. Puedes hacerlo a través de su página web. Y lleva a mano tu tarjeta porque, como todo lo tematizado, cuesta. 

Otros alojamientos muy cerca de Efteling

Nosotros nos alojamos en esta auténtica preciosidad (aviso, vas a alucinar). Una casita que nos dio una pena terrible solo quedarnos una noche, porque es la típica que te encantaría estar una semana. En una zona súper tranquila y a 15 minutos del parque.

Da la casualidad que su dueño, que es majísimo, trabajó en el Parque Efteling más de 15 años. ¡Vaya coincidencia! Además, vino a presentarnos la casa, a su mujer que era latinoamericana en videollamada y nos regaló unas cervezas (cuando llegamos ya no vendían). Y nos insistió en que por favor no limpiásemos nada, que él lo hacía, que nos limitásemos a disfrutar. ¡Un lugar de 10!

Y te preguntarás si después de todo lo que te he contado, de los 20 kilómetros andados por el parque, si merece la pena. Pues te digo: sí. Mil veces sí.

Efteling no es solo un parque temático, es como si alguien hubiera abierto un libro de cuentos y lo hubiese transformado en un sitio donde puedes gritar en una montaña rusa y luego tomarte un perrito caliente mientras un dragón mecánico te guiña un ojo.

A mí me encantó porque tiene magia, pero sin empalagar. Porque puedes emocionarte en una atracción con hadas flotantes y, diez minutos después, estar mojada hasta los calcetines por culpa de un barco pirata fantasma. Y porque hay una coherencia estética, un respeto por la narración, por el diseño, por el detalle… Vamos me parece el summun del buen gusto.

¿Lo recomiendo para familias? Sí. ¿Para adultos sin niños? También. ¿Para gente que no es de parques temáticos? Precisamente. Efteling tiene ese punto de cuento antiguo, de nostalgia de la buena, que conecta con algo que todos hemos tenido de pequeños: esa sensación de entrar en otro mundo.

Así que si estás organizando una ruta por los Países Bajos y te apetece una parada diferente, sin tanto postureo y con mucha más personalidad, dale una oportunidad. Porque Efteling no es lo que esperas. Y por eso te va a flipar.