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Dejamos Belfast para poner rumbo a la ciudad que nos vio llegar a Irlanda: Dublín. Pero antes tendríamos que hacer unas cuantas paradas que casi tildaría de OBLIGATORIAS en este road trip a Irlanda. Paradas que a priori no me llamaban la atención ya que no soy muy fan de la época prehistórica del ser humano. Me podéis llamar ignorante, sosa, que no aprecio el legado que conservamos, pero a mí las pinturas rupestres y esas cosas no me llaman la atención. Lo siento. Pido desde aquí disculpas al hombre de Cromagnon y a toda su familia. Soy más de belleza natural como los acantilados de Moher, de los murales de Derry o de los acantilados de Moher

Cierto es, que viendo como cambió mi opinión al pisar Brú na Bóinne, igual si visito las cuevas de Altamira cambio de opinión también. Os lo contaré también a la vuelta de mi road trip a Francia porque creo que me toca visitar algo prehistórico también. Bueno, al lío.

bru na boinne

Así es, más antiguo que el Stonedge y las Pirámides de Egipto. ¿Cómo te quedas? Pues así me quedé yo también. Así que debería dársele la importancia que merece, sobre todo después de lo que os voy a contar.

Para visitar Brú na Bóinne en Irlanda os recomiendo llegar a primera hora, ya que si apuráis pueden venderse todas las entradas. Nosotros fuimos súper previsores porque es una visita que nos habían recomendado unos amigos. Tanto, que éramos los segundos en la cola. 😉 ¡Pero qué acierto!

Y si no estás haciendo un road trip por Irlanda y solo visitas Dublín, puedes unirte a esta excursión que te lleva desde la capital irlandesa a ver el Valle del Boyne, te incluye la entrada al Newgrange y a Bru Na Boiine.

Newgrange y Knowth, entras que podrás comprar en el centro de visitantes

El complejo de Brú na Bóinne comprende tres edificios: en Newgrange, Knowth y Dowth (este último cerrado al público). En el centro de visitantes puedes elegir qué complejo visitar o ambos. Las visitas son guiadas por lo que toma más tiempo del que tengas pensado. Creo que estimaban un par de horas para cada edificio, por lo que nosotros decidimos visitar solo el Newgrange.

Newgrange, un monumento funerario con forma de iglú de piedra

bru na boinne

Nos trasladaron en minibús a la zona den Newgrange, que parece un gran platillo volante verde, cubierto de césped. Mi excepticismo se fue disipando a medida que llegamos al lugar. No sé, desprendía cierto halo de magia que no puedo negar. No sin razón, solo pensar que lo que teníamos ante nosotros tenía unos 5.000 años pone los pelos de punta a cualquiera.

Nos contaron la historia del Newgrange creándonos cierta expectación antes de entrar por su estrecho pasillo. En él puedes ver desde pinturas rupestres has graffitis modernos (de 1800). Sí, el ser humano ha conservado sus ganas de dibujar durante toda su existencia. Así que antes de que fuese declarado monumento nacional, algunos pensaron comparar su arte con los prehistóricos.

Entramos al edificio, no apto para claustrofóbicos. De hecho, nos indicaron que si hay alguien con problemas a los espacios pequeños que se quedase al final de la cola para poder dar la vuelta si así lo necesitaba. Ya dentro del santuario megalítico observas una sala con forma de crucifijo, una especie de iglú de piedra.

El solsticio de invierno, momento cumbre en el Newgrange

Pero lo más sorprendente de la construcción tiene que ver con el solsticio de invierno. Cada 21 de diciembre, en el momento que se produce el solsticio de invierno, un rayo de sol entra por el estrecho pasillo de pinturas rupestres y graffittis para llenar de luz la pequeña cámara. Una especie de milagro arquitectónico que da luz a los muertos a los que quiere rendir homenaje el monumento. Un simbolismo místico que se repite cada año y que unos pocos afortunados pueden presenciar, mediante sorteo de entradas.

No te preocupes si no te tocan, te puedes conformar con la recreación que tiene lugar en cada visita al Newgrande.

Cómo llegar al Newgrange, Brú na Bóinne

Cuando pongas la dirección en el GPS no escribas el nombre de los monumentos, ya que no se puede acceder a ellos en coche. Pon el nombre del complejo arquitectónico, Brú na Bóinne.

Tara, otro lugar prehistórico en Irlanda

irlanda prehistorica

irlanda prehistorica

Aunque os he confesado no ser fan del mundo prehistórico, le estaba cogiendo el gustillo. Pero lo que sí me gusta es el misticismo y la energía que transmiten los lugares. Y os he de decir que ese día cargamos nuestras pilas al máximo. Creo que lo notó hasta Noa. Son de esos lugares mágicos que no sabes por qué te dan paz y serenidad.

Así es Tara, un lugar muy verde. Una colina mágica, lugar de batallas prehistóricas, vestigio de una era de lucha que cuenta con más de 4.500 años de antigüedad. Un lugar para disfrutar y ser conscientes de la importancia histórica del mismo.

En la colina de Tara podrás encontrar La Piedra del Destino, lugar donde se coronaban a los Grandes Reyes de Irlanda.

También podrás ver una tumba neolítica (en la que seguramente verás saltar a niños 🙁 ) en lo que se ha llamado Montículo de los Rehenes. ¡Un lugar que sin duda merece la pena visitar!

El castillo de Trim, una parada recomendable de camino a Dublín

castillo de trim

castillo de trim

Seguimos con nuestro descenso hacia Dublín y nos paramos en el castillo de Trim para disfrutar del lugar y hacer unas cuantas fotos.

castillo de trim

castillo de trim

castillo de trim

El castillo, que data del siglo XII, fue uno de los lugares de rodaje de la película Braveheart. ¿Lo recuerdas?

Dublín, la ciudad con más vida de Irlanda

Si hay una ciudad en la que todo visitante a Irlanda suele pasar más de un día es Dublín. Porque la capital irlandesa tiene mucho que ver, que sentir y que visitar, allí nos encontramos nosotros con ganas de explorarla. Dejamos nuestras cosas en el hotel y nos fuimos a dar una vuelta por una de las ciudades con más vida de Europa. Pero todo lo que vimos en este día y en el siguiente, te lo cuento en otro post. ¿No te parece?

MurZielaGa

Periodista, emprendedora y mamá a full time. Amante de las series y los libros en general y del suspense en particular. Fotógrafa amateur y enganchada a eso de la tinta en todas sus versiones. Cabezota, indecisa y con grandes dosis de ironía. ¿O no?

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