Tuvimos que madrugar bastante para nuestro quinto día en Sudáfrica. Teníamos que coger un vuelo para llegar a nuestro siguiente destino: Santa Lucía. Como diría nuestro guía Bruce Munro «Welcome to the real Africa!»
Empecé a tomarle cariño al madrugar gracias al amanecer en Sudáfrica
Por ahora en Ciudad del Cabo estaba siendo un paseo, pero esta vez tuvimos que levantarnos a las seis para llegar con tiempo al aeropuerto para viajar hacia Durban. Así que bienvenidos a mi primer madrugón en Sudáfrica.
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Después de un vuelo de dos horas y media llegamos a Santa Lucía donde nos estaba esperando Bruce.
Temperatura cálida en Santa Lucía
El invierno a nuestra llegada a Durban había acabado. Bueno, había cambiado. Del frío y nubes de Ciudad del Cabo pasamos a la temperatura media (unos 25 grados) y sol del invierno austral. Ya parecía que África había llegado a nuestras vidas.
Clases de inglés con un guía en Santa Lucía
Aunque hasta ahora siempre nos habíamos aventurado a conducir en todos los países en los que lo teníamos previsto, conducir en Sudáfrica nos pareció un poco más complicado. Así que empezamos a contemplar otras opciones, a pesar de que habíamos hablado con otras personas que sí habían conducido en Sudáfrica. Entre ellas estaba la de ir con un guía que nos enseñase el iSimangaliso y Zululandia y que nos contase un poco más sobre su historia. Era nuestra primera vez que viajábamos con lo que se conoce como «guía turístico» en Sudáfrica, pero que acabó siendo todo un amigo.
Bruce Murno, que así se llama, sabe un montón sobre la zona y sobre animales. ¡Fue un viaje súper interesante! Y además, es un gran aficionado a la fotografía. Así que tuvimos la suerte de que nos «pillasen» mientras fotografiábamos la maravillosa playa de Muntuzini.
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Y así lo elegimos. ¡Y la verdad es que no pudo resultar mejor! Poco a poco lo iréis descubriendo con todo lo que he aprendido 😉
Conducir en Sudáfrica, precaución amigo conductor
Para conducir en Sudáfrica necesitarás el permiso internacional de conducción, tu carnet de conducir en vigor y tener en cuenta que conducen por el lado izquierdo, como el Londres. A la hora de alquilar un coche intenta que tenga GPS (si es que no has contratado datos móviles y puedas poner el tuyo propio). Te facilitará bastante a la hora de moverte por el país.
La tasa de accidentes en Sudáfrica es bastante alta, así que mantén tus ojos bien abiertos y haz las paradas recomendadas. ¡Eso sí! Nunca en el arcén. Para en una gasolinera o en lugares indicados para ello. Los sudafricanos utilizan los arcenes para apartarse y dejar adelantar al que viene detrás. Así que si vas conduciendo y se apartan no dudes en adelantar. ¡Pon los cuatro intermitentes cuando termines la maniobra para dar las gracias!
También se recomienda tener extremo cuidado en salidas de las autopistas, o en semáforos en lugares peligrosos. Lleva los seguros puestos, ya que suelen producirse robos.
Peajes en Sudáfrica, cuanto menos curiosos
Otra de las cosas buenas que tiene no conducir por Sudáfrica es que puedes reparar en cada uno de los detalles que ves durante tu ruta. Eso pasó en los peajes, que en vez de pagar pude reparar en los vendedores que se acercaban a los coches vendiendo caña de azúcar y maíz blanco (uno de las debilidades de todo sudafricano).
Playa dulce y salada en Muntuzini, un tesoro de Sudáfrica
Nuestra primera parada hacia nuestro paradisíaco humedal fue en Muntuzini. Paramos en una playa de agua dulce y no pude evitar acercarme para tocar el agua. Estaba templada y había mucha gente pescando. Una pequeña playa muy tranquila con una niña pequeña jugando en la arena.
¿Todo normal? Sí claro, si no fuera porque podría aparecer un cocodrilo en cualquier momento.
Muntuzini también llega hasta el océano Índico de Sudáfrica, así que fuimos a parar al mar. Una playa impresionante. Kilómetros y kilómetros de arena, olas, dunas, vegetación… Y agua tibia a 21 grados. Un verdadero paraíso en el que me hubiera quedado una semana… ¡Pero teníamos tanto por ver!
Comer viendo hipopótamos, uno de los grandes de Sudáfrica
Y no estábamos en un zoo. En un restaurante muy cerca del iSimangaliso nos tomamos una cerveza al sol mientras alucinaba viendo una familia de hipopótamos. ¡No puedo explicar la emoción! Os parecerá una gilipollez pero claro, porque ya sabía que en un viaje a Sudáfrica iba a ver animales, pero al ver al animal más peligroso de la tierra mientras me bebía una cerveza helada, no tiene precio.
Visita a una aldea Zulú, la tribu más numerosa de Sudáfrica
La región del humedal de iSimangaliso pertenece a la región de Zululandia. Además de observar todas las aldeas que había por la zona, decidimos visitar una aldea histórica donde te cuentan las costumbres de esta tribu. Se supone que los habitantes viven en aldeas adyacentes a la histórica, siguiendo estas costumbres. Sea como fuere, en la visita aprendes un montón sobre sus costumbres. Eso sí, ¡aprovecha para preguntar todas tus dudas!
Men first
Los hombres tienen que entrar y salir siempre primero de las chozas que componen la aldea y al poblado. Entrando es una muestra de respeto hacia los hombres y saliendo es por si hay un enemigo acechando poder proteger a las mujeres. Como veis la mayoría de las tribus siguen el sistema del patriarcado, y así lo tuvimos que hacer.
Hombres y mujeres duermen separados
Hay una zona de cabañas para los hombres y zona para dormir las mujeres. Cuando un hombre quiere yacer con su esposa la va a buscar y la lleva a su cabaña y pone un aviso en la entrada.
Mujeres a la cocina, hombres a cazar
Básicamente es así. Las mujeres se dedican a las labores de cocina, manufactura de esterillas, collares… Y los hombres van a la guerra y cazan.
Poligamia entre los zulús
Los hombres son polígamos. Pueden contraer matrimonio las veces que quieran. Si una de sus mujeres siente que su marido la trata mal, no puede quejarse. Le tiene que regalar un collar blanco (creo recordar) que simboliza su disgusto. Así el marido intentará compensarla.
Los collares, simbolismo zulú
Tienen un lenguaje muy especial con el color de los collares. Cuando un hombre quiere «tomar» a una mujer, le regala un collar blanco y ¡oh sorpresa! Da igual que a la mujer no le guste el hombre, que tiene que aceptar ser su mujer porque él le ha declarado su amor.
Las solteras desnudas, las casadas vestidas
La vestimenta es un símbolo del estado civil de las mujeres. Las jóvenes llevan faldas cortas y enseñan los pechos y las casadas cubren su cuerpo con una falda de cuero de vaca larga y un top. Hasta llevan la cabeza cubierta.
La vestimenta del hombre también es digna de estudio. Todo está pensado para propiciar la caza y mostrar autoridad, edad, estado civil, status…
Bailes zulús
Los zulús tienen diferentes bailes rituales en los que los hombres parecen verdaderos acróbatas. Consiste en levantar la pierna hasta tocar con el pie la cabeza. ¡Increíble!
¿Quieres ver de lo que te hablo?
Lenguaje zulú (súulu), muy sonoro y bonito
La chica que nos dio un paseo por la aldea histórica era de lo más simpática y nos enseñó algunas palabras en su idioma. Que, por cierto, ¡es bastante difícil!
Zulú- cielo (así que yo sería Arazulu)
Buenos días- Sawubona
¿Qué tal?- Kunjani?
Gracias- Ngiyabonga
Umilo Lodge
¿Queréis oírlo? Os dejo un ejemplo.
Su almohada es una especie de ladrillo
Duermen en el suelo y mantienen la cabeza elevada con una especie de minibanco de unos 5 cm de alto. Según me contaría un local después, esta almohada es parte de un rito especial contra un demonio que se creía que, entre otras cosas, se colaba en el interior de las personas a través del oído.
Por culpa de ese demonio se dice que las viviendas zulús son redondas ya que, según la tradición, se escondía en las esquinas.
Un montón de curiosidades que te cuentan durante la visita a la aldea histórica de Zululandia, que si bien no es de las visitas top de ese viaje, es bastante educativa (si entiendes inglés).
Aunque luego te puedas ir con la idea que es un tanto turistada, nunca está mal aprender sobre otras culturas de primera mano de un local. Además, aproveché la visita para hablar con la chica zulú que nos hizo el tour y preguntarle un montón de cosas. ¡Era majísima!
Durante nuestro viaje conocimos otra tribu, ¿quieres ver cuál?
[imagebox maintitle=»SUAZIS» subtitle=»Conociendo Suazilandia» image=»https://estonoesloquepareze.com/wp-content/uploads/2016/09/suazilandia12.jpg» color=»white» space=»60″ link=»https://estonoesloquepareze.com/tribu-suazi-suazilandia-parque-kruger/»]Cena en Ocean Basquet, una de las típicas cadenas de fish and chips de Sudáfrica
Esa noche cenamos en Ocean Basket, el típico restaurante de fish and chips de Sudáfrica. Nos pedimos una bandeja variada de pescado, sushi y otras delicias del mar. ¡Está bastante bueno y bien de precio!
Alojamiento en Umilo Lodge
Este hotel es sencillamente increíble. Totalmente hecho de madera, está lleno de vegetación en su interior y es el hotel con más encanto de los que hemos estado en Sudáfrica. Las habitaciones son enormes, totalmente equipadas.
Incluye desayuno casero y variadísimo, en una zona de terraza de mandera junto a la piscina. Tiene wifi y bar.
Además, su dueño es súper simpático, ¡el mejor anfitrión que nos encontramos durante nuestro viaje en Sudáfrica! Sin duda, estaría en nuestro número uno de recomendaciones de alojamiento en Sudáfrica y repetiría una y mil veces. ¡Apúntatelo!
Si quieres echar un ojo a su web, aquí te la dejo.
Cuidado con los hipopótamos por la noche en Santa Lucía
Y no es broma. Los hipopótamos son esos seres entrañables en los dibujos animados y los más mortíferos en la realidad. Es el animal que más vidas arrebata por lo que está considerado el más peligroso del mundo. En el agua están más tranquilos, pero cuando salen de su hábitat se pueden volver más agresivos, sobre todo si van acompañados de sus crías.
Son herbívoros pero no por ello se defienden «con uñas y dientes» de todo lo que consideren peligroso para su integridad o la de su familia.
En Santa Lucía pueden bajar a darse una vuelta por el pueblo por la noche, ya que están muy cerca del humedal. Así que si sales de tu hotel para comer en uno de los restaurantes del pueblo, llévate una linterna y si ves alguno no te acerques a ellos, e intenta alejarte de una manera serena, sin armar revuelo.
En los dos días que estuvimos en el hotel, una de ellas una familia de hipopótamos se acercó a «pastar» en frente de la puerta. ¡Tan tranquilos!
Nos emocionó mucho este día sobre todo por ver a los hipopótamos en su hábitat mientras nos tomábamos una cerveza al calorcito de Santa Lucía, al día siguiente comenzábamos nuestra aventura entre los animales terrestres. Ya habíamos abierto boca con ballenas y pingüinos pero queríamos más. ¡Qué ganas!
Hola! Excelente tu blog. Por favor me podrás informar la ubicación exacta de la aldea Zulú que visitaste. Estamos planificando nuestro viaje y nos interesa ir. Gracias
¡Muchas gracias por tu comentario! Pues mira la verdad es que la ubicación exacta no sabría decirte… Nosotros organizamos todo el viaje con una agencia local que se llama Rythm Africa. Si necesitas un contacto, puedes decírmelo y te lo mando por privado. ¡Saludos!