Iguazú fue nuestra penúltima parada antes de regresar a casa. Un cambio brutal de temperatura y paisaje desde el Perito Moreno. Casi 30 grados de diferencia, humedad 100% y una cantidad de insectos de sabor exquisito (catado tras caer en mi cerveza, gracias). Eso sí, ya os digo que no vimos ni un solo mosquito, cosa que agradecimos notablemente.
Aunque yo os diga esto sobre los mosquitos transmisores de enfermedades como dengue, zika o fiebre amarilla, debéis seguir las recomendaciones de vuestro Centro de Vacunación. A nosotros nos recomendaron vacunarnos de Fiebre Amarilla y Hepatitis A (esta última la teníamos puesta de otros viajes) y no lo dudamos un instante. Recordad, amigas del riesgo, que podéis jugárosla combinando colores pero no con la salud.
Índice de contenidos
Cuaderno de ruta por días en Iguazú
Día 13: Llegada a Iguazú y Cataratas del lado brasileño.
Día 14: Cataratas del lado Argentino.
Día 15: Vuelta a Buenos Aires.
Avión desde El Calafate a Iguazú
No hay vuelo directo, ya os lo digo. Hay que hacer escala en Buenos Aires y nosotros decidimos subirnos a un vuelo por la tarde en El Calafate y dormir cerca del aeropuerto. LATAM tuvo a bien atrasarnos el vuelo El Chaltén-Buenos Aires dos horas y adelantarnos otras dos el de la mañana siguiente. ¿Resultado? Llegamos más tarde de medianoche al hotel y a la mañana siguiente nos tuvimos que levantar a las 5 y media. Eso con un bebé de dos años es súper guay. Gracias LATAM, evitaré volar con vosotros.
Pooooorque, aprovecho para hacer un apunte, con Aerolíneas Argentinas fue todo perfecto. Salieron todos los aviones en hora y llegamos a algunos destinos incluso antes de lo esperado. ¡Y eso que íbamos acojonados por las malas referencias de otros viajeros! ¡Yo no les puedo poner ningún pero! Y no es publicidad, muy desafortunadamente para nosotros.
REMIS desde el aeropuerto de Iguazú
Contratamos un taxi (REMIS) para que nos recogiese en el aeropuerto y nos llevase directamente a las Cataratas dle Iguazú en el lado brasileño. Cruzamos la frontera sin problemas tras enseñar nuestros pasaportes.
Una vez llegas al lado brasileño de las Cataratas del Iguazú te planteas cómo verla de la mejor manera. Es muy sencillo: se compra la entrada, te subes a un autobús y te bajas en alguna de las dos paradas que tiene. Lo lógico es hacerlo en la primera y hacer el recorrido hasta la segunda. Lo lógico y lo mejor porque si lo haces al revés las escaleras que hay son de subida.
Peeeero nosotros fuimos hasta el final para comer primero en el restaurante y recorrimos las cataratas en sentido contrario. Y, nos tocó subir las escaleras, para ir al autobús de vuelta. Noa encantada durmiendo en la mochila. Mi espalda más encantada aún, gracias por preguntar.
¿Qué se ve desde el lado brasileño de las Cataratas del Iguazú?
Se ven las Cataratas del Iguazú como desde arriba, justo en frente del lado de Argentina. Un recorrido por las pasarelas que no te llevará más de una hora hacerlo (solo hablo del recorrido, luego tienes que sumar el tiempo que tardas en llegar a las cataratas, más el autobús de ida y el de vuelta). En total a nosotros se nos irían unas 4 horas desde que nos bajamos del avión en Iguazú.
En el lado brasileño de las Cataratas de Iguazú la fauna ‘visible´ es casi inexistente. Esto se debe, según nos contaron, al ruido de los helicópteros que sobrevuelan las Cataratas de Iguazú del lado brasileño. El ruido asustaría a los animales y se esconderían hasta sentirse seguros.
En total vimos algún ave, una araña y alguna mariposa.
¿Qué se puede hacer del lado brasileño de las Cataratas del Iguazú?
Como os señalaba, las puedes ver en helicóptero, también hay barcos tipo lanchas grandes que hacen un recorrido por las cataratas. Los barcos se acercan mucho a los torrentes de agua y debe dar bastante impresión navegar por los rápidos.
Esta actividad de navegación de las Cataratas de Iguazú desde el lado brasileño SÍ permiten hacerlo con niños. Desde el lado argentino NO. A nosotros nos dio que pensar y no nos pareció demasiado seguro hacerlo con la peque así que pasamos.
It’s up to you, padres amigos!
Cataratas del Iguazú, explorando el lado de Argentina
Después de un paseo por Puerto Iguazú y cenar en el ‘Mercadinho’ fuimos a descansar a nuestro hotel. El lado argentino de las cataras de Iguazú no son poca broma: un total de 15 kilómetros de pasarela junto a los torrentes de agua que te van a dejar sin habla.
Cuando accedes al parque, te dan un mapa junto a tu entrada para que puedas decidir qué rutas hacer o cómo poder acceder a todas. Te indican también el ‘punto más top del recorrido’: la conocida Garganta del Diablo. Para llegar a ella puedes subirte a un tren que te ahorra más de 2 km, que cuando veáis en el iPhone 100% de humedad, no os vais a pensar coger. Los más rebeldes podéis hacerlo por un sendero en el que hay todo tipo de animalillos. Nosotros desde el tren vimos una especie de iguana gigante mientras estábamos parados.
Pero para que os hable de la Garganta del Diablo queda un poco. Nosotros empezamos por los ‘senderos menores’ que son UNA AUTÉNTICA LOCURA.
¿Son las Cataratas de Iguazú tan impresionantes como dicen?
Los que seguís mi blog desde hace tiempo sabréis cómo me sentí al caminar bajo el arcoíris en las Cataratas Victoria. Me emocioné muchísimo cuando las sentí rugir junto a mí y disfrutar de ese paseo maravilloso fue de las mejores experiencias de mi vida.
Dicho esto, pues qué queréis que os diga, iba con bastantes pocas expectativas (y casi decir con pocas ganas) a las Cataratas del Iguazú.
El día anterior, desde el lado brasileño, me dejó un poco fría. Una rápida panorámica te hacía a la idea de los litros de agua que se pelean por salir despedidos de la tierra, pero no había vibrado como en Zimbabue.
Así que el entré en mi segundo día de las Cataratas de Iguazú más fría todavía. Con mucho calor, mucha humedad y sin demasiadas esperanzas de que mereciese la pena recorrer 15 kilómetros, más que por los bichillos que pudiésemos encontrar.
¿Qué creéis que ocurrió? Pausa de intriga tipo cebo de Sálvame. Tendréis que bajar para saber qué paso. Ahora os dejo con unos animales.
¿Qué animales hay en las Cataratas de Iguazú del lado Argentino?
Por haber, se supone que hay hasta pumas, pero incluso los locales los han visto en muy raras ocasiones o ningunas. Tened en cuenta que son lugares súper concurridos (el que más de todo el viaje) y no tienen muchas ganas de vernos las caras.
Aún así, y debido a la política argentina que intenta molestar lo menos posible a su fauna y no permite helicópteros , pudimos ver bastantes más bichillos que en el lado brasileño.
Coatí, el rey del lugar y de la comida
Mucho cuidado con estos adorables bichillos que los carga el diablo de la garganta. Su aspecto parecido a un mapache te puede dar ganas de achucharlos y llevártelos a tu casa, pero solo te quieren por la comida. Y no van a dudar en darte un bocado si te interpones en su almuerzo. Así que MUCHO CUIDADO cuando comas dentro del parque y nada de alimentarlos. Bueno, ni a ellos ni a ningún bicho que veas por ahí.
Monos, los preferidos de los peques
Sí, tú quieres ver a los pumas, pero ellos quieren ver a monos todo el rato. Eso es así, los más pequeños son súper fans de estos seres que tampoco son súper amigables. Aunque he de deciros que los de Iguazú estaban bastante a su bola, pasaban bastante de los humanos a diferencia de otros encontronazos con ellos en Zimbabue, Tailandia o Japón.
Entiendo que cuanto más cerca están de los humanos, más corrompemos su esencia.
Bambi en las Cataratas del Iguazú
Digo Bambi porque no sabría deciros qué especie de mamífero era el que vimos, diría ciervo porque es el más familiar pero me equivocaría seguro. Y se comportaba como ellos, esquivo con el ser humano y muy rápido.
Mil y una mariposas
Pues eso.
Mil y un pájaros
Pues eso 2.
Yacaré, pequeño y camuflado
Uno de los inesperados del viaje: un pequeño cocodrilo agazapado en las aguas de Iguazú. ¡Hermoso e inquietante a la vez!
*Corrección: me apuntan que esto es un Yacaré o caimán Yacare, en Argentina no tienen cocodrilos. ¡Muchas gracias, Carlos por tu apunte!
Araña tejedora dorada
¡Una auténtica pasada verla ahí trabajando en su tela! Cosa diferente hubiese sido encontrárnosla en la habitación del hotel. Pero ahí fue todo un lujo poder fotografiarla. ¡Jajaja! Su nombre se debe a que como veis, la tela que teje no es blanca como las demás, ¡es dorada!
Serpiente de coral, ¡mucho cuidado con ellas!
Ésta que os enseño es una Micrurus baliocoryphus que posee un veneno suficiente para matar a un hombre adulto. Vamos sería la definición de ‘pequeña pero matona’. Y, efectivamente, yo no tenía ni idea hasta escribir este post pero tampoco se me ocurrió tocarla ni nada por el estilo más que la foto.
Por lo que he leído tampoco son agresivas, o sea que si no le hacéis nada, ella tampoco a vosotros.
¿Cómo distinguir una serpiente de coral de una falsa coral?
A priori os debería dar igual porque NO HAY QUE TOCAR a los animales. Pero bueno, por si queréis tomar precauciones extras, las falsas corales tienen anillos pares negros entre las manchas rojas. Como veis, la que vimos nosotros tiene tres.
Tucán, ¡qué ilusión me hizo verlos!
Vimos dos, exactamente y se me acabó la batería de la cámara. Sí amigas madres, sé que cuento con vuestro apoyo, pero es que no puedo acordarme de todo. Así que me tocó pedirle la batería a un bendito para hacerle la foto. ¡Y mereció la pena!
Recorrido por las Cataratas de Iguazú desde el lado argentino
Y por fin llegamos a los sentimientos, las sensaciones y el impacto que nos produjo las Cataratas de Iguazú desde el lado de Argentina. Vuelco al corazón, suspiro, tranquilidad, vibración, paz, alegría… ¡Alucinantes! Al sendero de mil animales se sumó el volver a sentir la agitación de vivir unas cataratas en todo su esplendor. Amigos, esto es impagable.
Además, a diferencia de la Cataratas Victoria, estas son GIGANTES. Es increíble la de caídas de agua que hay por todas partes. Un resquebrajamiento caprichoso de la tierra para volverse más bella todavía.
¡Un final de fiesta perfecto para nuestro recorrido por Argentina!
Garganta del Diablo, un espectáculo en vivo
Eso sí, estaba con la Gran Vía en Navidad pero con menos bolsas. ¡Madre de Jisus Craist qué de gente en un solo balcón! Tanto es así que vimos la pedida de mano menos romántica de la historia. El telón de fondo era impagable, pero los doscientos turistas pegándose por una foto para el Instagram que pueden hacer que se te caiga la sortija al estómago del Diablo es innecesario. ¡jajajaja!
Por cierto, esos pájaros que veis viven DENTRO de las cataratas y se pegan el día entrando y saliendo como si nada.
Puerto Iguazú, ¿qué más hacer además de ver las Cataratas?
¿Qué más quieres jamía? Amiga de la exigencia exacerbada, te digo que tienes muchas más cosas que hacer en Puerto Iguazú.
Además de pasearte por el pueblo, tienes varios lugares de animales recuperados de la zona que visitar, las Minas de Wanda cruceros varios y otras actividades que seguro os informarán en el hotel. Nosotros no hicimos nada porque no nos motivaba nada demasiado.
Sí es verdad que nos apetecía ir a las misiones de San Ignacio Miní pero que después de toda la paliza del viaje, no teníamos cuerpo para cuatro horas de coche.
Así que además de conocer todo Puerto Iguazú, solo fuimos al Hito Tres Fronteras, que es donde confluyen las fronteras de Argentina, Paraguay y Brasil, con sus respectivas banderitas enseñándotelo.
¿Qué comer y dónde comer en Puerto Iguazú?
Podéis tirar como siempre de Tripadvisor, pero a nosotros nos apetecía comer cositas locales y estar un poco más de tapeo. Así que las dos noches que nos quedamos en Iguazú comimos en el ‘Mercadinho’ que es un mercado al que vienen los brasileños a comprar productos como aceite de oliva, que no tienen en su país.
En el Mercadinho hay varios puestos donde puedes comer picaña exquisita, vino o picadas de embutidos con aceitunas. ¡Nos encantó!
¿Iguazú sostenible?
Una de las cosas que más me llamó la atención de Argentina fue el tema de la sostenibilidad. En la zona de El Chaltén, por ejemplo, no vendían ningún tipo de bolsas en los supermercados, en las calles los contenedores eran de metal y de todos los colores y todo estaba impoluto. Y así fue nuestra sensación general en la Patagonia.
No puedo decir que fuese así Iguazú. Aunque sí es verdad que los puntos de conservación de la naturaleza son mejores en el lado argentino, la ciudad no estaba todo lo cuidada que otras zonas de Argentina, con basura por la calle y plásticos varios.
¡Seguro que con un poco de inversión por parte del gobierno en Iguazú pueden solucionar el problema y que esté igual que en el sur del país!
Igualmente, hay algo que me cabreó de sobremanera y fue el hotel que hay en las Cataratas. Un hotel con vistas a las Cataratas de Iguazú, rompiendo toda la magia de la naturaleza y por supuestísimo perjudicándola de sobre manera. Una vez más el hombre mancillando lo que tiene hasta límites insospechados. Y sacando partida de ello. ¿De verdad es necesario dormir mirando las cataras de Iguazú? En fin…
Y lo peor de todo que he leído un artículo de una periodista española criticando como los turistas cruzan sin problema la frontera de Brasil y a los locales los registran, pero luego se vanagloria de lo bien que se practica el yoga mirando a las cataratas desde el hotel al que la invitaron. Eso me puso negrax2.
Aún con ese ‘necesita mejorar’ en sostenibilidad, nuestra estancia en Puerto Iguazú no pudo ser mejor. Fue nuestro lugar donde nos sentimos más ‘de vacaciones’ relajándonos en el ‘Mercadinho’ y volviendo a repetir esa sensación inigualable de sentir rugir unas cataratas.
Y en cuanto a la pregunta que abría este post de qué lado merece más la pena visitar: los dos si podéis. Pero si tenéis que elegir uno, a mí el argentino me robó el corazón, el habla y la respiración.
Muy bueno su blog sobre el viaje a las Cataratas. Dentro de la fauna que pudo avistar menciona como caimán o cocodrilo, en realidad es un yacare. Caimanes o cocodrilosno tenemos en Argentina.
Cordiales saludos.
¡Muchas gracias por tu apunte, Carlos! Ahora mismo lo cambio… Si es que el caso preguntamos antes de ir a una persona en Iguazú y nos dijo que no había cocodrilos en la zona, y de repente vimos este reptil y pensamos que sería un caimán o cocodrilo. Ahora estoy viendo la definición en wikipedia que le llaman ‘caimán yacare’, yacaré o ‘caimán del para’ y es una especie protegida! ¡Muchas gracias por tu aportación, otra vez!