¿Quieres saber qué ver en Dublín en 3 días? Pues has llegado al lugar adecuado porque es posible ver los imprescindibles de la ciudad, si no te quedas atrapado en un pub, eso sí. ¡Te cuento los imprescindibles de la capital irlandesa!
Bien es cierto que ver Dublín en 3 días puede quedarse corto para algunos o ser imposible para otros. Sea como fuere es lo que hicimos nosotros y os voy a contar todo lo que nos dio tiempo a ver, bombo de 7 meses de por medio. Señalo esto último para que tengáis en cuenta mi velocidad crucero, aunque siendo honestos fui bastante una #momfit.
Esto es para ti, tanto si estás planteándote un road trip por Irlanda, como si quieres visitar solo la ciudad.
Índice de contenidos
Dublín Pass, la clave para visitar Dublín barato (o al menos intentarlo)
Viajar a Dublín está genial, pero reconozcámoslo: barata, barata, no es. Pero hay cosas que te facilitan la vida (y el viaje) y hoy vengo a contártelo lo primerito. La Dublín Pass es una inversión bastante buena si quieres tachar de tu checklist todo lo que ver en Dublín, o por lo menos sus imprescindibles. Al final, echando cuentas, me salía bastante a cuenta. Te explico en qué consiste, cómo funciona y, después, cuando traces tu ruta por Dublín, echa cuentas y valora si te merece la pena comprarla.
¿Qué es la Dublín Pass? Pues básicamente, una tarjeta turística que te da acceso ‘gratuito’ a un montón de atracciones de la ciudad. El Trinity College, la Guinness Storehouse, la Cárcel de Kilmainham (si tienes suerte de encontrar entrada, claro) y hasta el bus turístico. Además, incluye el transfer desde el aeropuerto, que para los que llegamos en vuelos Madrid Dublín low-cost a horas de vampiro viene de lujo.
Lo mejor es que te ahorra tiempo y dolores de cabeza. Con la Dublín Pass no tienes que preocuparte de comprar entradas por separado ni de calcular si te da la vida (y el presupuesto) para visitar todo lo que quieres. Aunque ojo, aquí viene el truco: tienes que organizar bien tus días para sacarle el máximo partido. Es decir, si te pasas medio día en Temple Bar tomándote pintas, igual no compensa.
Nosotros lo usamos para visitar varios imprescindibles que ver en Dublín en 3 días: la Guinness Storehouse, el Castillo de Dublín, la Catedral de la Santísima Trinidad de Dublín y el bus turístico, que no usamos prácticamente pero para los sitios más alejados del centro está bien. Aunque nosotros somos de andar bastante, ¡igual a ti te viene de perlas!
Como te decía al principio, haz cuentas antes de comprarlo, porque no siempre compensa. Si eres de los que pasean sin rumbo fijo y prefieres perderte por los pubs de la ciudad, igual con una entrada puntual te basta. Pero si, como yo, te da por exprimir cada minuto del viaje, esta tarjeta es tu aliada.
En resumen: el Dublín Pass es la clave para visitar Dublín barato, siempre y cuando te organices un poco y no te pierdas entre tantas opciones.
Comprar la Dublín Pass
¡Puede salvarte la vida!
La librería del Trinity College, el must máximo de Dublín
Así, empiezo a lo grande. Os desvelo sin vaselina mi imprescindible de Dublín. Lo que más me impresionó fue la librería del Trinity Collegue, un lugar mágico en el que te encuentras rodeada de libros impolutos colocados en altísimas estanterías. La madera recorre de norte a sur, de este a oeste todo el lugar y un montón de bustos de escritores te guía por la galería. Un espacio que transmite paz y que ojalá transmitiese el gran uso de la pluma de los pobladores de las repisas. Sin duda es un BÁSICO que ver en Dublín en 3 días.
El libro de Kells, el tesoro mejor guardado de la Biblioteca del Trinity College
Si en apariencia la biblioteca no necesita ninguna razón añadida para visitarta, la tiene. Alberga en su interior el Libro de Kells, un manuscrito del siglo IX que presume de tener las mejores estampas e ilustraciones del mundo.
Trinity College, la universidad más antigua de Dublín
Hombre, aunque haya sido la librería lo que me ha impactado de lo lindo, he de confesar que toda la Universidad del Trinity College es digna de visitar. Además, igual te puede pasar como a nosotros y ver una licenciatura en directo.
Si vas a Dublín y no pasas por el Trinity College, es como si no hubieras ido. ¿Te imaginas una universidad que parece sacada de una peli pero es real? Pues eso es este sitio. Pero no te preocupes, no necesitas matricularte ni hacer un máster para disfrutarlo.
Nada más entrar, ya te sientes un poco más listo (aunque igual es porque te rodean siglos de historia). El campus tiene su rollo con esos edificios de piedra, jardines perfectos y el ambientillo de estudiantes que hacen que te preguntes: “¿Por qué mi uni no era así?”.
Está claro que el momento estrella de la visita es lo que ya os he contado: la Long Room, la librería del Trinity College.
Guiness Storehouse, un clásico que ver en Dublín en 3 días
Vale, lo admito: no soy la mayor fan de la cerveza negra del mundo. Y menos con un bombo de 7 meses en pleno auge hormonal. Pero ir a Dublín y no visitar la Guinness Storehouse es como ir a París y pasar de la Torre Eiffel. Aquí hay prioridades.
Lo primero que te impresiona es el edificio: una mole industrial reconvertida en el templo definitivo de la Guinness. Nada más cruzar la puerta, te recibe una cascada (literal) de marketing. Todo está pensado para que te enamores de la cerveza negra, aunque no la hayas probado en tu vida. Y oye, lo consiguen. Aquí aprenderás de todo: desde cómo se elaboraba esta joya negra en el siglo XVIII hasta cómo los anuncios de Guinness se convirtieron en iconos pop. Hay un piso dedicado al proceso de elaboración, otro a los míticos lemas de “Guinness is good for you” y, por supuesto, el momento cumbre: ¡la pinta gratis!
El tour te lleva hasta la Gravity Bar, en la planta superior, donde puedes disfrutar de tu pinta con unas vistas de Dublín que son de otro mundo. El horizonte de la ciudad, salpicado de chimeneas y tejados de pizarra, te da la mejor postal para Instagram. Claro que, si como yo no puedes beberte la pinta (gracias, maternidad), lo suyo es ser generosa y dársela al compi de viaje.
Y sí, la entrada no es precisamente barata, pero aquí viene el truco: si tienes la Dublín Pass, te incluye la visita. Así que ya sabes, ahórrate unos euros y disfruta de una de las experiencias más icónicas que puedes vivir en Dublín. Porque, sea o no tu bebida favorita, la Guinness forma parte de la esencia de esta ciudad. Y eso, amigo, no te lo quieres perder.
Tanto si eres amante de la cerveza como si no, la Guinness Storehouse debe estar entre los lugares que visitar en Dublín.
Si no tienes la tarjeta turística de Dublín, puedes comprar la entrada en la propia web de Guiness Store House donde venden experiencias desde 20€.
- También tienes la opción de hacer esta excursión con Civitatis Dublín que te incluye la visita a la fábrica y también el bus turístico.
Temple Bar District, el barrio más conocido que visitar en Dublín
Si hay un barrio que ver en Dublín y que traspasa fronteras ese es Temple Bar. Es el barrio de los pubs, de la marcha, del comer y del beber que no te puedes perder. Si vas en fin de semana te lo encontrarás hasta la bandera y si vas entre semana, seguro que también. Aún así merece la pena hacer una visita a los pubs de la zona, disfrutar de la música en directo, tomar algo de fish and chips o irish stew y beberte una pinta.
Si quieres, puedes unirte a este tour nocturno que te llevan por la zona.
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Molly Malone, la estatua más famosa que ver en Dublín en 3 días
Ni U2 ni Colin Farrell, si hay una irlandesa famosa en Dublín es Molly Malone. La muchacha que vendía mejillones y berberechos frescos en el puerto pero cuya existencia no está demostrada, tiene su homenaje en la calle Grafton, una de las más transitadas de la ciudad. La calle es peatonal y llena de comercios y vida, por lo que bien merece una visita en Dublín durante tu viaje a Irlanda.
El Castillo de Dublín, un lugar de historia que ver en Dublín
El Castillo de Dublín esconde tras su imponente fachada una historia sangrienta durante el gobierno británico contra el separatismo irlandés. Durante la noche del Domingo Sangriento, dos jóvenes del Ejército Republicano Irlandés fueron asesinados. Una bella construcción que llama la atención en el centro neurálgico de la ciudad y se que convierte en una de las cosas que ver en Dublín.
Catedral de la Santísima Trinidad de Dublín, arte religioso
Una de las dos catedrales protestantes de la ciudad y también la más grande, es una oda a la belleza monumental y arquitectónica. Sus preciosas vidrieras dejan traspasar la luz al interior que esconde una historia muy especial.
Las momias de la Catedral de la Santísima Trinidad
No nos referimos a ningún Papa ni personaje célebre, sino a las momias de un gato y un ratón. ¡Como lo oyes! En el interior de la catedral podrás ver las momias de un gato y un ratón que fueron halladas a mediados de 1850 en el interior de los tubos de un órgano. ¡Una persecución fatal y célebre!
En el interior de la catedral podrás ver las momias de un gato y un ratón que fueron halladas a mediados de 1850 en el interior de los tubos de un órgano.
Puertas de colores de Dublín, lo más peculiar que visitar en la ciudad
Si hay algo visualmente bonito, colorido y peculiar son las fachadas dublinesas con puertas de colores. Detrás de este lujo de fachadas fotogénicas se esconden varias teorías por las que están así pintadas. Un ejemplo es que se dice que se pintaron así para que cuando los irlandeses llegasen borrachos a su casa supiesen distinguir su casa. Como esa, mil historias. Pero la realidad es que fue un acto de rebeldía contra la Reina Victoria que mandó pintar de negro las puertas como señal de luto por la muerte del Príncipe Alberto.
A pesar de que puedes ver puertas de colores por toda Irlanda, las originales las puedes ver en Merrion Street.
Kilmainham Prison o Gaol, la cárcel de En el nombre del Padre
Un lugar que me quedó pena no visitar es la cárcel de Kilmainham (Kilmainham prison), la que sale en la película de En el Nombre del Padre. Si ya me gustó Alcatraz y disfruté de lo lindo en la cárcel que alojó a Al Capone en Filadelfia, seguro que habría disfrutado de lo lindo en la cárcel dublinesa.
No pude visitar este lugar porque estaban agotadas las entradas para ese día, así que os recomiendo reservar con antelación.
Otras cosas que ver en Dublín
Además de los MUSTS de la ciudad, te recomiendo otros lugares que ver en Dublín y que a nosotros también nos dio tiempo:
El obelisco, la sede de Correos y las tiendas de la Calle O’Connell.
La Calle O’Connell de Dublín es una parada obligada en cualquier visita a la ciudad. De hecho nosotros nos alojamos en una perpendicular. Aquí tienes de todo: tiendas, restaurantes y varios puntos históricos clave. La sede de Correos (GPO), famosa por su papel en el Levantamiento de Pascua de 1916, incluso tiene un museo en su interior. Justo enfrente está el Spire, el obelisco moderno que marca el centro de la calle. Es un lugar ideal para pasear y disfrutar del ambiente animado de la ciudad.
El Ayuntamiento o ‘city hall’
El Parlamento de Irlanda (Leinster House) es un edificio impresionante y lleno de historia. Aunque el acceso al interior no está siempre disponible, organizan visitas guiadas en días específicos, así que merece la pena consultar su web si te interesa. El exterior, ubicado junto al parque Merrion Square, es perfecto para una parada rápida durante tu paseo por la zona.
Entrada y Horarios: El Parlamento de Dublín abre de 10 a 16h todos los días y los domingos cierra. ¡Otro plan gratis que hacer en Dublín!
El Parlamento
El Parlamento de Irlanda (Leinster House) es un edificio bastante imponente y lleno de historia. El acceso a su interior no siempre está disponible (parece que en 2025 no lo está pero igual cambia), así que puedes consultar su web si estás interesado en entrar. Tienen disponible una visita virtual por si quieres hacerte una idea de cómo es.
La Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional de Irlanda es uno de esos lugares que te sorprenden por dentro y por fuera. La entrada es gratuita y te recomiendo entrar para ver su impresionante sala de lectura.
El la Biblioteca suelen tener exposiciones temporales que puedes comprobar aquí, en su página oficial.
La estatua de James Joyce
Está claro que Dublín respira literatura por los cuatro costados, y no podía faltar James Joyce. Su estatua está en North Earl Street, con esa pose tan reconocible. Es un lugar perfecto para una parada rápida si vas de camino por la Calle O’Connell.
La estatua de Oscar Wilde en el parque de Merrion Square
El parque de Merrion Square tiene una de las estatuas más originales que he visto: Oscar Wilde, reclinado en una roca con su chaqueta verde brillante, como si te estuviera juzgando un poco (pero con bastante estilo). Alrededor hay columnas con algunas de sus mejores frases por si te quieres entretener leyendo. La entrada al parque es gratuita y suele abrir a las 10 de la mañana.
Los Jardines Iveagh/Coach House Garden
Si necesitas alejarte un poco de la ciudad y te apetece desconectar, los Jardines Iveagh son ideales para darte un buen chute de naturaleza. No son tan conocidos como otros parques de Dublín, pero ahí está su encanto: menos turistas, más tranquilidad. Puedes pasear entre fuentes, setos recortados y hasta una cascada. Al fondo del jardín encontrarás Coach House Garden, pequeño pero con su rollo, perfecto para un picnic o una siesta.
Horario y entradas 20225: horarios de cierre de 2024Entrar a los Jardines Iveagh es uno de los planes que hacer en Dublín gratis. ¡Así que aprovéchalo! El horario de los jardines es de 8h (a excepción de domingos y fiestas que abren a las 10h) y la hora de cierre varía según el mes. Te dejo la web oficial donde tienen los , todavía no han actualizado pero seguro que te sirve para orientarte.
EPIC The Irish Emigration Museum: la historia que te atrapa
Si te interesa la historia y quieres saber más sobre los millones de irlandeses que dejaron su tierra para buscar suerte en otros rincones del mundo, el EPIC The Irish Emigration Museum es un imprescindible que ver en Dublín. Este museo no es el típico de vitrinas llenas de cosas antiguas; aquí la experiencia es completamente interactiva, con pantallas táctiles, proyecciones y actividades que te harán sentir como un auténtico emigrante irlandés del siglo XIX.
¿Lo mejor? No solo aprendes sobre los motivos que llevaron a tanta gente a emigrar, sino también sobre el impacto que tuvieron los irlandeses en los países a los que llegaron. Desde escritores hasta músicos, soldados y deportistas, es una auténtica oda a la diáspora irlandesa.
Por algo ha sido premiado como la mejor atracción de Europa en los World Travel Awards. Así que, si buscas algo diferente en Dublín, añade el EPIC a tu lista. Está situado junto al río Liffey, en los Docklands, así que puedes aprovechar la visita para explorar esta zona moderna de la ciudad
Puente Ha’Penny: un icono del río Liffey
Dublín está lleno de puentes que cruzan el río Liffey, pero si hay uno que se lleva el protagonismo en todas las fotos, es el Puente Ha’Penny. Este pequeño puente peatonal, con su forma de arco de hierro forjado, fue construido en 1816, y su nombre viene del peaje que antiguamente había que pagar para cruzarlo: medio penique (half penny).
Es uno de los puntos más icónicos que ver en Dublín y un lugar perfecto para disfrutar de las vistas del río, sobre todo al atardecer. Y si quieres añadirle un poco de historia romántica, cuenta la leyenda que muchos dublineses cruzaron este puente con su «media naranja» en algún momento especial. Así que, si te da tiempo, detente aquí, saca una foto y disfruta del ambiente animado que siempre rodea este rincón.
Hoteles en Dublín, ¿dónde dormir en la ciudad?
Seguro que encontrarás muchas opciones que se adapten a lo que necesites, pero seguro que muchas de ellas no son baratas o no están bien situadas. Nosotros nos alojamos en un hotel increíble, con unas vistas espectaculares de la calle O’Connel. Tuvimos la suerte de que nos diesen esa habitación, fruto del azar o de mi estado de gestación. Pero ya os digo que no fue barato. Tenía un desayuno suculento y exquisito, con buffet y café riquísimo. Si os cuadra os lo recomiendo: Holiday Inn Express Dublin City Centre.
Está muy bien ubicado, para ir y volver a hacer turismo por Dublín sin necesidad de coger ningún vehículo. Hay parada de autobús cerca y también enlace con el aeropuerto.
Qué ver en los alrededores de Dublín
Si te sobran días en Dublín (o simplemente necesitas aire fresco lejos del bullicio), los alrededores de la ciudad están llenos de sitios que merecen muchísimo la pena. Aunque nosotros recorrimos Irlanda en coche, hay sitios que son fáciles de alcanzar en transporte público o una excursión organizada. Aquí te dejo algunos de los planes más chulos para que aproveches al máximo tu viaje:
Glendalough y Guinness Lake
Te lo digo ya: Glendalough es de esos sitios que parecen sacados de un cuento. Este valle, con sus dos lagos y un montón de ruinas monásticas, es un plan perfecto para caminar un rato rodeado de naturaleza sin morir en el intento. Hay senderos para todos los niveles, desde un paseo fácil hasta rutas un poco más largas para los que les va el trekking.
Si quieres completar el día, pásate por el famoso Guinness Lake (Lough Tay). Es pequeño pero súper fotogénico, con el agua negra y la orilla blanca que le dan ese aspecto de «pinta de Guinness.» ¡Y no solo eso! Sino que también es uno de los escenarios de la serie Vikingos. ¡Echa un vistazo a lo que he escrito!
Si no viajas a Dublín con coche y quieres visitar esta zona, te dejo esta excursión que he encontrado que es… ¡BARATÍSIMA!
Powerscourt y sus jardines de ensueño
¿Ganas de un plan tranquilo? Los Jardines de Powerscourt son una gran escapada. A unos 40 minutos de Dublín, en el pueblito de Enniskerry, encontrarás este sitio con jardines que parecen de película: terrazas italianas, un jardín japonés, una cascada enorme… hasta una torre donde puedes subir y sentirte como en un cuento. Es ideal para pasar una mañana relajada y, si vas con niños, seguro que también les encantará.
Nosotros fuimos en coche pero la anterior excursión que te he enlazado también incluye la entrada a estos Jardines.
Acantilados de Moher
Los famosos Acantilados de Moher son uno de los destinos más populares de Irlanda, y por una buena razón: son brutales. Estas paredes de roca caen a pico sobre el Atlántico, y caminar por los senderos con esas vistas es una experiencia que no olvidarás. Eso sí, el viento aquí tiene fuerza, así que llévate un buen cortaviento y/o chubasquero aunque viajes en verano. En mis dos veces en Irlanda no me sobró ninguna vez.
Si no quieres alquilar coche, hay excursiones desde Dublín que lo incluyen junto con una parada en Galway, así que puedes matar dos pájaros de un tiro.
Bru na Bóinne y Newgrange
Este sitio es una joya arqueológica y un viaje en el tiempo. Bru na Bóinne, con sus tumbas prehistóricas como Newgrange, es más antiguo que las pirámides de Egipto. ¿Lo mejor? Si visitas Newgrange, puedes entrar a su interior y ver cómo la luz del sol ilumina la cámara durante el solsticio. Es una experiencia diferente y especial. Además, está a solo 40 minutos de Dublín, así que no necesitas complicarte mucho.
Para nosotros fue una de nuestras últimas paradas del road trip pero también lo puedes encajar si haces una escapada larga a Dublín.
Kilkenny
Si te apetece un plan con rollo medieval, Kilkenny te va a encantar. Su castillo es de película, y el centro histórico es perfecto para pasear entre callejuelas estrechas y tiendas chulas. Y si te entra hambre (que siempre pasa), prueba algún pub local para una pinta y un plato de Irish stew. Kilkenny está a una hora y media de Dublín, así que es ideal para un día de ida y vuelta.
¡Una excursión de todo el día MUY BARATA y con guía en español!
Belfast y la Calzada del Gigante
Vale, esto ya es cruzar a Irlanda del Norte, pero si te animas, Belfast está a dos horas y merece mucho la pena. Puedes visitar el famoso museo del Titanic o darte un paseo por los murales políticos, que cuentan historias que todavía resuenan en la ciudad.
Si tienes tiempo, alarga el viaje hasta la Calzada del Gigante, una formación natural de columnas hexagonales que parece hecha por un gigante con mucho tiempo libre. Es algo más lejos (unas tres horas desde Dublín), pero si te organizas bien o haces una excursión organizada, verás que es uno de esos paisajes que te dejan con la boca abierta. Te dejo un par de opciones por si te animas.
Vuelos a Dublín, la manera de llegar a la isla
Si algo he aprendido de Dublín es que puedes ir en cualquier momento del año, pero el clima te va a jugar siempre alguna que otra broma. Sol, lluvia, viento… todo en un mismo día, ¡y a veces en la misma hora! Así que más que “cuándo ir”, lo suyo es saber a qué te atienes según la época.
Primavera en Dublín: flores, St. Patrick’s y lluvia a ratos
La primavera en Dublín tiene un rollo especial. Los parques como St. Stephen’s Green empiezan a llenarse de flores, la gente parece más animada (cosa que tiene mérito con este clima) y, si te cuadra en marzo, el St. Patrick’s Day es una fiesta que no te puedes perder. Es como si toda Irlanda se juntara para beber, bailar y llenar las calles de verde. Eso sí, prepárate para las multitudes y precios un poco más altos. Y no te engañes: puede hacer frío perfectamente.
Nosotros viajamos en abril y llevé el mismo abrigo que a Laponia, años más tarde. ¡Jajaja!
En verano aprovecha los días largos y la vida constante en la calle
El verano en Dublín no es como en España; aquí los días de más de 20 °C son para celebrarlos con camisetas de manga corta… y chaqueta en la mochila, por si acaso. Lo mejor es que los días son larguísimos (hasta las 22:00 hay luz), así que puedes apurar los paseos, las visitas o las pintas en Temple Bar. Es temporada alta, así que todo está más lleno, pero también más animado.
Otoño: más calma y tonos cálidos
El otoño es para quienes prefieren un Dublín más tranquilo, con menos turistas y precios algo más razonables. Los parques están preciosos con hojas de colores, y en octubre tienes el Bram Stoker Festival (esen se celebra del 24 al 27 de octubre, ¡coincide mi cumpleaños!), porque sí, Drácula es irlandés y hay que celebrarlo. Las temperaturas bajan, pero aún es soportable, y para cuando el frío apriete, siempre hay un pub cerca con una pinta esperándote.
Invierno: luces de Navidad y refugio en los pubs
Dublín en invierno tiene su gracia, sobre todo si vas en diciembre. Las calles están llenas de luces, los mercadillos navideños dan un toque acogedor y el árbol de Navidad en O’Connell Street es enorme (aunque no tan épico como las luces de Vigo, por si tienes curiosidad). Eso sí, enero y febrero son más tranquilos y baratos, pero ya hablamos de frío y viento constante, así que abrígate bien.
Vuelos a Dublín, la manera de llegar a la isla
Aunque hay aeropuertos en otras ciudades como Cork o en Irlanda del Norte, la opción más económica para viajar a Irlanda es volar a Dublín. Nosotros fuimos con Iberia, pero hay otras más opciones como Ryanair. Ryanair, además, tiene su base principal en Dublín, así que hay vuelos directos desde un montón de ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla o Valencia.
Vuelos baratos a Dublín
El truco para encontrar vuelos baratos a Dublín es comprar con antelación y, si puedes, evitar los fines de semana y las temporadas altas. Si vas en verano o para el St. Patrick’s Day (en marzo), los precios pueden dispararse, así que planifica con tiempo. Los meses de otoño e invierno suelen tener mejores precios, salvo en Navidad.
En definitiva Dublín es una ciudad que me encantó y que tiene mucho que ver y que vivir. Me quedo con una espinita de no haber podido disfrutar de su cerveza y de toda ‘la marcha’ de la ciudad, pero siempre se puede volver, ¿o no? Vamos, yo estoy deseando volver.
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