Conducir en Australia, ¿es seguro? Bienvenido a la peor experiencia de mi vida.

Hace tiempo que tenía pendiente escribir este post pero, la verdad, no tenía muchas ganas. La razón es porque implica revivir una de las peores experiencias (por no decir la peor) que he vivido de viaje. Bueno, en la vida en general. Pero sí me parece necesario contarlo porque creo que puede ayudarte si estás pensando conducir en Australia.

Antes de adentrarme en ‘lo que me pasó en Australia’ voy a contarte alguna de las cosas que tienes que plantearte antes de decidir si conducir en Australia o no. En este post no solo vas a encontrar mi experiencia alquilando un coche en Australia, sino que también te voy a contar todos los tips, todos los consejos que tienes que seguir para que tu conducción por el país sea segura. Quizás pienses que ya los has leído todos pero, no amiga, cuando leas qué me pasó quizás te apuntes un par más.

Esto puede parecerte una obviedad pero seguramente alguien que llegue aquí no lo sepa. Efectivamente, en Australia como en cualquier ex colonia británica que se precie, se conduce por la izquierda. Y esto, para nosotros europeítos de conducir por el carril derecho puede ser cuanto menos ‘challenging’, como dirían ellos.

En mi caso, no era la primera vez que conducía por la izquierda, lo hice en Malta y en Irlanda, pero aún así da pelín de respeto. No solo porque puedas tener la palanca de cambio en el lado contrario, sino porque tu cerebro LITERALMENTE funciona de la manera inversa. Es decir, tiendes a irte al lado derecho del carril (allí es el centro de la carretera donde te vienen coches de frente), miras hacia el otro lado al incorporarte, en los cruces miras al lado contrario… Vamos, tu cerebro está acostumbrado a mirar literalmente al revés.

Allí, además, (no recuerdo que esto nos pasase en otros países) los mandos del coche también están cambiados, no solo el volante y la palanca de cambios. Es decir, cuando quieres dar el intermitente, pones los limpias y a la inversa. Muy guay todo.

En Australia no solo vas por el otro carril, los mandos del coche también los tienes cambiados de lado (intermitente, parabrisas…).

Pero déjame decirte que aunque así a priori parecen todo pegas, te acabas acostumbrando y al final te supone estar más alerta que conduciendo en otros países. Pero sí, a mí no me gusta nada. Podría afirmar que lo odio incluso.

En cualquier caso, te recomiendo esta página Australiana donde también te dan tips para conducir en Australia.

Es otra de las obviedades que seguro que sepas, pero quiero advertirte de una: guarda tu carnet de conducir español (o del país que sepas) como oro en paño antes y durante el viaje. Te explico.

Uno de los ‘problemas’ que tiene hacer  un roadtrip por Australia es que tienes que alquilar coche en diferentes puntos del país. En nuestro caso alquilamos uno en Sidney, con el que nos movimos por los alrededores mientras estuvimos allí. Después alquilamos otro en Cairns, con el que bajamos hasta Brisbane. Luego alquilamos otro en Alice Springs donde viajamos hasta Uluru y finalmente uno en Adelaida con el que llegamos a Melbourne. Es decir, alquilamos 4 coches diferentes con sus respectivas compañías por lo que no perder el carnet de conducir MIENTRAS estábamos en Australia también era muy importante. ¿Y dirás por qué? Bien fácil porque, amiga, nos pasó.

Una semana antes de viajar a Australia, nos pusimos a ultimar los detalles del viaje, entre ellos todo lo que tiene que ver con conducir en Australia y nos dimos cuenta de que nos faltaba el carnet de conducir de Víctor: lo había perdido. Escribimos a las compañías para asegurarnos si iba a poder conducir solo con el internacional y negativo y no solo eso.

En nuestro caso, no supuso un gran problema. Al final casi siempre soy yo la que conduce en los viajes porque Víctor se apaña mucho mejor con las rutas, el gps y los tiempos, así que yo me suelo encargar del volante. En el viaje de Australia habíamos añadido un conductor adicional porque sabíamos que iban a ser muchos kilómetros al volante y queríamos repartirlos así que, en todos los coches menos en uno, lo único que perdimos fue el conductor adicional.

Pero en uno de los coches, más concretamente en Alice Springs, habíamos cogido el coche solo con un conductor (a nombre de Víctor) porque era bastante caro el conductor adicional y allí las carreteras no tienen pérdidas ni necesidad de GPS. Escribimos a la compañía para comentarle el problema y pedimos que cambiasen la reserva de nombre con mis datos y nos dijeron que no se podía, que había que reservar de nuevo. Intentamos que me añadiesen como conductor adicional y me dijeron que tampoco, que tenían que tener el carnet de la persona principal que reservaba el coche. Así que negativa también. Así que nos tocó cancelar la reserva (que por lo menos era gratis) y volver a reservar otro coche. A esas alturas tuvimos que coger uno de kilometraje limitado y también de peor gama que el anterior. Pero era lo que había.

¡Así que guarda a buen recaudo tu permiso de conducir porque LITERALMENTE no te van a dar el coche de alquiler en Australia si lo has perdido!

Te decía también que tengas cuidado también durante tu viaje a Australia porque no lo vas a poder perder durante tu estancia si quieres alquilar en varios puntos del país. Y claro, ¿te imaginas no poder conducir en Australia? Es que es un drama. No sabes la presión que tuvimos todo el viaje para no perder el carnet. Y es que claro, en otro país si solo alquilas uno, si lo pierdes después, como mucho te puede multar la policía, pero tu coche lo tienes.

Un ornitorrinco en Australia

Si hay algo que me ha enseñado la vida en general es que hay que viajar con seguro, para ti de salud, y para el coche. Fíjate que, cuando empezamos a viajar hace la friolera de 20 años, íbamos a lo loco. Pero ahora, y después de lo que nos ha pasado, me alegro de haber tenido el seguro a todo riesgo.

Has de saber que si reservas con un terceros, tipo con Rentalcars, el seguro puede que te salga más barato pero quiero que sepas que funciona de la siguiente manera: tras el accidente pagas tú el arreglo y después lo reclamas a Rentalcars que, digo yo, te lo devolverán. Pero tú tienes que adelantar el dinero y reclamarlo luego. Si es verdad que cogiéndolo online es bastante más barato el seguro con ellos pero, en ocasiones, nos lo han ofrecido las compañías cuando hemos recogido el coche y eran precios similares. En otras ocasiones sí es verdad que es bastante más caro.

Una de las premisas más importantes es que no debes conducir en Australia por la noche. Una vez se va el sol, se recomienda que ya no muevas el vehículo por sus carreteras. La razón principal son los animales que literalmente cruzan las vías por la noche porque al final pasan en medio de su hábitat. Y cuando digo animales me refiero a los más pequeños: koalas, wombats y wallabíes pero también me refiero a canguros. Y es que estos últimos no los ves venir casi cuando es de día, no quiero yo saber cómo es por la noche.

Así que por tu seguridad y por la de ellos, programa tus días por el país para evitar conducir por Australia de noche lo menos posible.

Así es, amiga, en la zona este del país, una vez te alejas de Sidney, verás que hay una autopista y de un solo carril para cada lado. ¿Lo bueno? Que son carreteras muy rectas y con muy buena visibilidad. ¿Lo malo? Que te vienen coches de frente, trailers enormes y también hay cruce de vías sin semáforos, incorporaciones complicadas y demás…

Pero las carreteras Australianas tienen algo muy guay y son las áreas de descanso y las señales que te invitan a no despistarte de la conducción. ¿Sabes que hay señales hasta con un trivial para mantenerte centrado?

Y fue en una de ellas donde ocurrió todo. Y es que, aunque lo que pasamos fue muy traumático, empeoraría después. Te cuento mi mala experiencia conduciendo en Australia.

Bien. Lo primero que me gustaría decir es que a pesar de todo me gustó conducir por Australia. No es muy difícil, las carreteras tienen buena visibilidad pero, por momentos puede ser estresante. Así que si puedes alquila un coche un poquito más grande para tener la mejor visibilidad posible y esa sensación de seguridad.

Bueno, el caso es que estábamos volviendo desde Townsville hacia el sur, para visitar las Whitsundays y hacer noche en Cape Hillsborough. Cuando llevábamos una hora del camino, Google Maps nos sacó por una carretera secundaria y luego nos volvió a incorporar a la autopista. Esta última era de un solo carril para cada lado y te incorporabas cruzándola como si fuera el cruce. Mientras esperábamos a cruzar, un tráiler nos rozó el morro, un roce muy sutil pero que literalmente se llevó una parte por delante. El susto fue épico, como te podrás imaginar. Empezó a salir líquido del coche y humo y decidimos bajarnos. La cosa es que como era una mierda de coche, así LITERAL, con 400.000 kilómetros a sus espaldas, enano, sin morro y con la tapicería cayéndose a cachos (esto último es irrelevante pero te lo cuento), propició a que el choque hiciese semejante estropicio.

Nos bajamos y un señor se paró a ayudarnos, para ver qué pasaba. Desde aquí quiero agradecerle eternamente este gesto de generosidad porque sin él, hubiese sido todo mucho más difícil. Se encargó de notificar a emergencias el incidente para que viniesen los servicios a ver si estábamos bien y hacer las gestiones pertinentes (policía, grúa y demás). Vino de TODO. Y cuando digo de todo es: bomberos, ambulancia y policía. Todos infinitamente amables, nos ayudaron en todo momento con un cariño y delicadeza que hay que agradecer. La policía hizo un parte de lo sucedido, los bomberos movieron el coche de la calzada y limpiaron los restos del líquido que le había salido y los chicos de la ambulancia nos examinaron para ver que todo estaba bien. Nos dijeron que podíamos ir al hospital pero al decirle que estábamos bien, se ofrecieron a llevarnos al pueblo más cercano para que pudiésemos hacer las gestiones pertinentes con el seguro y demás, para poder continuar nuestro camino. Y fue ahí donde comenzó un largo camino de pesadilla.

La ambulancia nos dejó en un pueblo a una hora de Towsville, y llamé a nuestra compañía JUCY Car Rentals para dar parte del incidente. La chica tomó nota de todo y nos dijo que nos enviaría una grúa para ir a recoger el coche y que pudiésemos recoger nuestras cosas. Como ya habíamos recogido todo, le dije que viniese el señor de la grúa a por las llaves y le indiqué el punto exacto donde estaba el coche, que me había apuntado la policía en las notas del móvil para que no hubiese problemas de comunicación. Ni que decir tiene que todo este parte y la comunicación con la compañía fue en inglés.

En cuanto al coche de sustitución lo íbamos a tener complicado, pero la verdad ni preguntamos. ¿Por qué? Porque la oficina más cercana de JUCY a donde estábamos era Cairns y estaba a unas 8 horas en coche de donde estábamos. No podíamos volver atrás y perder varios días de nuestro viaje, así que desechamos la idea de seguir con JUCY y buscamos otro coche de alquiler en Townsville: tendríamos que retroceder hora y diez de nuestro camino hacia Brisbane y por ende, estábamos obligados a sacrificar las Whitsundays en pro de seguir el planning de nuestro viaje. Este incidente nos ocurrió a las 8 de la mañana y el siguiente autobús a Towsville era a las 12 de la mañana (llegó a las 13 casi) y luego tocaba ir al aeropuerto a por el nuevo coche y volver a bajar por nuestra ruta. Así que día perdido sin actividades.

Tened en cuenta que si os estropea o tenéis un accidente de coche en Australia tendréis que ir a la oficina más próxima de la franquicia a recoger el coche de sustitución, en caso de que os lo ofrezcan. Si es una compañía internacional tendrá oficinas en la ciudad más cercana.

Mientras gestionábamos los billetes de autobús llegó el de la grúa y le di las llaves del coche y la localización exacta y se fue.

Nosotros estuvimos 5 horas esperando a que pasase el tiempo en el McDonnalds de McDesmee durante las cuales estuve leyendo y releyendo las condiciones del seguro que habíamos contratado con la compañía de alquiler. Decía que teníamos que avisar del accidente antes de 48 horas y que los daños del coche estaban totalmente cubiertos. También ponían que la compañía podría exigirte el atestado policial. Y yo no lo tenía.

Entonces llamé de nuevo a emergencias y de ahí me pasaron con la policía de Queensland que contactó con los policías que me atendieron para pedirte el número de atestado. Dijeron que todavía no habían subido el parte y que llamase pasado uno o dos días. Así que, como no podíamos hacer más nos fuimos a la estación andando con un calor infernal.

Después de esperar al autobús un montón de rato, conseguimos llegar a Townsville. Allí alquilamos con Hertz que nos dio un COCHAZO gigante a pesar de haber alquilado uno ‘normal’, pero nos pidieron ‘el favor’ de llevarlo a Brisbane.

A los dos días llamé al teléfono directo de la mujer policía que había sido tan amable por teléfono para ver si ya tenía el número de atestado y me lo dio. Me dijo que con ese número la compañía podría acceder sin problemas a toda la información del accidente, que no me preocupase.

Continuamos nuestro viaje sin problema: llegamos a Brisbane, volamos a Alice Springs y visitamos Uluru y de ahí volamos a Adelaida para recorrer la Great Ocean Road hasta Melbourne. Para este último tramo volvimos a alquilar con JUCY.

Y aquí empieza la fiesta. Mientras estábamos en la ruta por el sur de Australia, recibo un email que pone, a grandes rasgos: ‘tenías que haber entregado un coche en Brisbane hace 7 días. Si mañana no lo recibimos te denunciaremos a la policía por robo.’ No nos lo podíamos creer, encima cuando leímos ese email estábamos en ese ‘mañana’ que indicaban el email.

Días después de que la grúa de JUCY recogiese el coche, me llegó un email amenazándome con denunciarme por robo a la policía si no entregaba el coche en 24h.

Paré el coche en una gasolinera porque Víctor me leyó el email mientras conducía y llamé para ver qué estaba pasando. La chica que me cogió el teléfono me dijo que efectivamente ese coche no aparecía y que mi obligación era haber dado parte a la compañía y haber rellenado un pdf con los daños. Pdf que, OBVIAMENTE, la muchacha con la que di parte del accidente no me había enviado, ni hablado de él en ningún momento.

Estaba flipando, literal. Le dije a la muchacha que había seguido los pasos que ponía en el contrato: que había llamado, que me habían mandado una grúa y que tenía el número de atestado de la policía por si lo necesitase. Ella me dijo que no había registrada ninguna llamada, que dónde lo había hecho. Miré el registro de llamadas de mi móvil y me confirmó que era el número de la compañía. Al parecer, la chica que me tomó el parte telefónico no registró el accidente ni me envió un pdf que tenía que rellenar con la información sobre el mismo, daños del coche etc… Y, sumado a eso, el coche no aparecía.

A la chica le dije que si no hubiese llamado para dar parte, nadie me habría enviado la grúa y el coche seguiría allí o la policía habría contactado con ellos. El coche tenía que estar en alguna parte, en algún taller. La chica me envió el pdf con un montón de páginas y apéndices que tuve que rellenar con el móvil y enviárselo. Me dio las gracias y a los días me volvió a contactar para decirme que el coche seguía sin aparecer y que si podría llamar yo a la policía de Queensland para que los llamase a ellos. Yo seguía alucinando con esta gestión y obviamente le dije que no, que le podía dar el teléfono directo de la policía que me atendió y que llamasen ellos. Finalmente me dio las gracias por toda la predisposición a ayudarles y se cerró el tema.

El coche seguía sin aparecer y yo le di toda la documentación que estaba en mi mano para intentar ayudarlos.

Continuamos nuestro viaje y el siguiente punto de susto: el control de pasaportes del aeropuerto. Cuando voy a pasar, escanea mi pasaporte y me para la policía. Yo ya sudando frío, pensando que finalmente me habían denunciado por robo y me veía en una cárcel australiana. Me quedo un rato mirando al policía absorta y él sigue chequeando la pantalla y hace una llamada por teléfono y me dice: continúa. Ya después pasan Víctor y Noa y nos vamos a Madrid. Por un momento os juro que pensaba que me detenían.

Después del susto del coche, del estrés de las llamadas, emails, rellenar pdf y que me parasen en el aeropuerto parecía que la pesadilla finalizaba, pero no. Ni mucho menos. La historia continuaba abierta y le quedaban un par de capítulos más. Por eso, no solo no os recomiendo que no alquiléis con JUCY (a pesar de que la segunda vez no tuvimos ningún problema) sino que mucho ojo con la tarjeta de crédito que dais. Ahora os cuento.

Después del susto del accidente, el susto del email, el susto del control de pasaporte, quedaba el susto de la cuenta del banco.

El viaje fue en agosto hasta la semana de septiembre y el accidente lo tuvimos como a mediados de agosto, más o menos. El 1 de octubre, es decir, un mes y medio después veo un cargo en mi tarjeta de más de más de 6.000 dólares australianos a nombre de JUCY. Mira, casi colapso. Más de 3.000 euros me estaban COBRANDO que no reteniendo, sin previo aviso. Ya no es que no tuvieran razón para cobrármelo, ni que me avisasen antes de cobrármelo, sino que ni siquiera después me escribieron explicándome a qué se debía ese cobro. Me sentí completamente violada, estaban metiendo mano en mi cuenta si mi permiso, sin preguntar. No me cabía en la cabeza que puedan hacer contigo lo que les venga en gana incluso más de un mes después de tu relación contractual con ellos. Te quitan el dinero de tu cuenta y peléate tú con ellos para intentar que te lo devuelvan.

Teníamos todas las de perder, encima peleando con una compañía de Australia. Pero lo íbamos a intentar. Así que le escribí un email copiando a varias direcciones preguntando a qué se debía ese cobro y explicando mis relaciones contractuales con ellos en Australia.

Una chica me contestó que esto se me había ‘retenido’ porque no había reportado el accidente dentro de las 48 horas vigentes y que a día de hoy no tenían ningún reporte del accidente, así que estaban en su derecho de cobrármelo. Imaginaos mi cara patín en ese instante. Después de todo lo que había pasado y los problemas continuaban.

Una chica me dice que no había enviado el pdf con los daños del coche y de ahí el cobro. Que no estaba reportado el accidente. Otra me dice que es en estimación de los daños del coche, cuando tenía seguro a todo riesgo. DRAMA.

Le contesté de manera bastante borde (pero educada) reenviando correos, pantallazos y narrando la sucesión de hechos con todo tipo de documentación en la que se veía claramente que yo había reportado y el pdf que me reclabaman ahora sí que lo había enviado. También argumenté que este tema me estaba generando muchísima ansiedad que, además de haber tenido un accidente con mi marido y mi hija en nuestra luna de miel, que fue bastante traumático, tuve que lidiar con un montón de problemas y comerme sus amenazas de denuncias y demás. También le dije que esto rozaba el acoso y que no iba a dudar en ponerme en manos de un profesional ya que esto comenzaba a afectarme a mi salud. Y que el dinero lo necesitaba en mi cuenta en 48horas.

La chica se disculpó y dijo que efectivamente que esto era correcto, y que le diría a sus compañeros que acelerasen el proceso para solucionar este tema y ver qué estaba pasando. Pero en ningún momento me dijo claramente que me iban a devolver el dinero ni nada.

Por otra parte, como había copiado a varias personas del email, me escribe otra chica diciéndome que ese dinero se me ha cobrado porque es el ‘estimado’ de los daños del coche en el accidente, que cuando tengan la factura definitiva me la enviarían y con ella si tenía que pagar algo más de diferencia por si el importe era más alto.

Yo estaba ya DESESPERADA, literal. Me generaba tantísitima impotencia que de verdad viví en un estado de ansiedad constante ese agosto y ese octubre en especial. Qué tortura.

Le contesté a la chica que yo no tenía que pagar nada de ese coche porque tenía la póliza a todo riesgo y que no había incumplido ninguno de los supuestos que eliminaban esa cobertura (por ejemplo, conducir por carreteras no habilitadas para vehículo, conducir de manera impredente sacando la cabeza por la ventanilla, conducir borracho…) Vamos, lo típico que te puedes imaginar para que un seguro no te cubra.

Copié a las dos chicas en el email y les dije que me hiciesen el favor de ponerse de acuerdo porque ni siquiera ellas me estaban dando ningún tipo de fiabilidad porque la información era errónea. Volví a repetirles que me estaban generando una inestabilidad emocional importante que me estaba afectado de manera serie y que esta situación era de acoso. Y que, o solucionaba la situación, o no dudaría en tomar cartas en el asunto por mi salud mental (y mi dinero, obvio). No me contestaron nunca más.

Mientras tanto me fui al banco a ver si se podía devolver el cargo y no, porque no era una cantidad retenida sino que era un cargo del comercio. Que podían solucionar la devolución al comercio y que ya ellos tendrían que ser los que anulasen el cargo. Y así hicimos sin ningún tipo de esperanza. Tuve que aportar documentación de que me había puesto en contacto con ellos para solucionarlo y que no me habían facilitado respuesta.

Solicité la devolución a través del banco pero era JUCY quien decidía si procedía a la devolución o no.

Tras esa acción, JUCY tendría 7 días en contestar si me devolvían el dinero o no y si no me devolvía ya solo me quedaba decidir si tomar medidas legales con el asunto. Lo pensaba y se me revolvían las tripas. ¿Cómo iba a costearme yo un abogado que luchase contra una compañía australiana?

A todo esto, para más INRI, seguía agobiada con el tema de si les ocurría añadir un nuevo cargo más, aludiendo lo que les diese la gana. Teniendo en cuenta que me habían advertido que cuando tuviesen la factura definitiva, igual me tenían que pasar un nuevo cargo, estaba acojonada.

Y dirás tú, ¿por qué no diste de baja la tarjeta y así te quedabas tranquila? Pues porque si daba de baja la tarjeta, ellos no podrían hacerme la devolución que estaba solicitando. Me tocaba esperar y confiar.

Y un domingo, un día antes de que cumpliesen los 7 días que me había dicho el banco, me llegó la devolución del dinero al banco. Habían accedido. Bueno, en realidad no sé por qué me lo devolvieron. Si fue por los emails advirtiendo el tema de la salud, si fue porque realmente se dieron cuenta que no me lo podían cobrar o si fue por la reclamación del banco. O quizás todas son correctas. El caso es que conseguí que me devolvieran la pasta. La pesadilla terminaba por fin.

¿Y sabes lo primer que hice cuando corroboré unas 100 veces que tenía la devolución en la tarjeta? Efectivamente, amiga, cancelar la tarjeta. Ahora, cada vez que alquilamos, intentamos usar la Revolut para vaciarla a la vuelta de nuestro viaje. Aunque en Luxemburgo, por ejemplo, no aceptaban ni Revolut ni N26.

Es que es muy fuerte, si lo piensas, que te puedan quitar el dinero de tu cuenta que les da la gana, cuando les da la gana y sin alegar ningún motivo aparente. Y si no te quedas y buscas soluciones, TE ROBAN de manera impune. Es que pensar en la de lugares que dejamos que nos bloqueen una cantidad de dinero en fianza o que pagamos con nuestra tarjeta y que nos puedan hacer esto, hace que se me hiele la sangre. Estamos realmente vendidos.

Lejos de esta reflexión un tanto tremendista, pero créeme, lo pasé realmente mal, lo que te recomiendo es que preguntes, releas, te documentes de todo lo que te cubre el seguro. Y, efectivamente, yo después de esta no voy a alquilar con JUCY en la vida, a pesar de que finalmente salió todo bien. El disgusto y los malos ratos que me hicieron pasar no se los recomiendo a nadie.

Aún así, después de todas nuestras aventuras y desventuras en Australia, sigo pensando que es un país en el que no es difícil conducir y que merece la pena conocer.

De esta mala experiencia también hay que sacar una parte positiva, bueno, varias. La primera es que no nos pasó nada en el accidente y que estamos todos sanos. Y la segunda es que la ayuda que nos prestaron, desde el hombre en la carretera, hasta la chica que me facilitó su teléfono directo para el número de atestado, dice mucho de ellos y de los australianos en general.

A todos los que nos hicisteis este trago más fácil, GRACIAS DE CORAZÓN. ❤️

Y a ti, que estás leyendo esto, si tienes alguna duda sobre esta compañía o sobre conducir en Australia en general, no dudes en ponerte en contacto conmigo.