10 planes MOLONES e imprescindibles de Nueva York en Navidad

Te prometo que este no va a ser el típico post de imprescindibles de Nueva York en Navidad. Sé qué me he venido muy arriba con la promesa pero voy a intentar aportarte algo extra: los lugares de Nueva York en Navidad más nos gustaron a nosotros, eligiendo solo 10. Antes de ir leímos cientos de blogs que son maravillosos, muchos de personas que viven de allí y fuimos a muchos de ellos para sacarles el jugo y ponerte los lugares típicos y no tan típicos en una lista con los que más nos gustaron.

Y no solo eso, también encontrarás información adicional para completar tu visita navideña como: el clima de Nueva York en Navidad, qué comprar en Nueva York en Navidad, si hay mucha gente, si merece la pena, incluso planes extra que hacer con niños en Nueva York.

Luego cuéntame qué opinas de mi lista propuesta. ¡Te reto!

Con perdón de las Navidades de Vigo y su árbol gigantesco. Y, con todo el amor, Abel Caballero, Nueva York 1, Vigo 0. Porque será una turistada y estará hasta arriba, pero visitar el árbol del Rockefeller Center es como irte directamente a cualquier película americana en Navidad. Con su pista de hielo, con sus cientos de luces y con ese ambiente que solo se vive en Nueva York en Navidad.

Eso sí, ármate de valor y paciencia si te quieres acercar para hacerte la típica foto con las luces encendidas porque es, sin duda, el lugar más concurrido de Nueva York en Navidad. Así que te voy a proponer otro plan, si no quieres eternizarte y perderte en la masa humana cuando vayas a visitar el árbol de Navidad más famoso del mundo.

Un plan sin fisuras: ir a primera hora de la mañana, después de visitar el Top of the Rock. Como sabes, era nuestra segunda vez en Nueva York y es uno de los pocos planes que repetimos. N0 porque no nos gustasen sino porque son tantísimos planes que solo repetimos los que más nos gustaron en la ciudad. Y el Top of the Rock tenía que ser uno de ellos.

Así que reservamos en el Top of the Rock a las 8.50h y, cuando terminamos la visita, nos bajamos a ver el árbol del Rockefeller con muy poca gente. Noa nos pidió patinar en la pista, pero con el frío que hacía no nos apetecía que se cayese y calase los guantes, que eran de lana. ¡Pero tiene que ser una súper experiencia!

Aunque ya habíamos disfrutado de las vistas y de la foto, tuvimos que repetir con el árbol iluminado. ¡No no lo queríamos perder! Así que fuimos otro día a ver uno de los lugares imprescindibles de Nueva York en Navidad atestado de gente. Día que, por cierto, Millie Bobby Brown salía en el show de Jimmy Fallon, que se graba ahí (tiene la puerta junto al Radio City Music Hall), así que te puedes imaginar que el gentío se multiplicó por mil. ¿Mereció la pena? Mucho. Eso sí, no fuimos a la parte central, disfrutamos de las luces desde un lateral.

Fíjate que cuando había visto Dyker Heights en fotos o en vídeos me resultó un tanto casposo el asunto. Aún así decidimos ir porque es un planazo Nueva York en Navidad, sobre todo si viajas con niños. Este barrio neoyorquino es el sumum de la Navidad, es la decoración elevada a la enésima potencia. Una especie de competición entre vecinos millonarios con complejo de parque temático. Y, contra todo pronóstico, me pareció espectacular.

Y es que cuando llegas a Dyker Heights te vas a quedar con la boca abierta con las casas gigantes en un barrio residencial de Brooklyn, cada una con más luces, muñecos hinchables y renos motorizados que la anterior. A los niños se les va la cabeza, y a ti se te va a ir la batería del móvil de tanto hacer fotos. Y es literal porque entre el frío, grabar y que lo mejor es ir a última hora del día cuando todo se empieza a iluminar, te recomiendo llevar tu batería externa contigo. Por cierto, te dejo la mía porque es una marca que compro siempre. Es un poco pesada pero tiene carga rápida y en nada tienes más de medio móvil cargado para seguir usando la cámara o el GPS para situarte.

• Batería externa que te recomiendo, ¡está súper bien de precio!

Fuimos al caer la tarde, que es cuando empieza a encenderse todo, ¡y es el mejor momento para ir! Básicamente porque evitas que lleguen las masas. Nosotros estuvimos literalmente solos la primera media hora y luego ya se vio que empezaba a llenarse. Pasear por las calles principales (83rd, 84th entre 10th y 12th Avenue), pararse en cada jardín y flipar. Literalmente. No hay entradas ni horarios oficiales, pero desde las 17:00 ya tienes todo en marcha. Luces, nieve artificial, música, pantallas gigantes… ¡Es exagerado!

Noa literalmente flipó con todas las luces, ¡incluso eligió su casa favorita! Aunque le gustaron muchas, alucinó con una de la que salía la nieve artificial, ¡no quería irse de ahí! De hecho, salió hasta Papá Noel de dentro de una casa a darles bastoncitos de caramelos a los niños.

El barrio queda lejos de Manhattan, así que si vas con peques y frío polar, puedes plantearte hacer un tour organizado, si te resulta más cómodo. Nosotros fuimos por libre y se puede, pero debes de tener en cuenta que vas a tener que ir en metro (con los trasbordos que tengas), caminar y coger un bus hasta allí que no sé yo cómo estará en hora punta. En nuestro caso encontramos una fila enorme para subirse, tanto, que llenó un bus entero de los dobles. Lo curioso es que no se bajó tanta gente en Dyker Heights, así que entiendo que será un bus que normalmente usan mucho los vecinos.

👉 Aviso: no hay casi sitios donde sentarse ni baños públicos, así que conviene ir preparados.

Te dejo las excursiones a las que te puedes sumar que incluyen la visita a Dyker Heights.

Mercadillo navideño de Bryant Park

El mercadillo navideño de Bryant Park fue nuestro preferido de Nueva York en Navidad. Es una monada de mercado y el enclave es ideal, en pleno centro de Manhattan, rodeado de rascacielos. Este mercadillo tiene un aire bohemio pero a la vez toques newyorkers que hacen que tenga un rollo especial.

Otra de las cosas geniales de este mercadillo es que tiene una pista de patinaje sobre hielo. Está claro que la del Rockefeller es muy mítica pero esta es más grande y con vistas al Empire State. ¿Qué te parece? A mí, desde luego una fantasía de Navidad en Nueva York.

En Bryant Park hay una pista de patinaje sobre hielo con vistas al Empire State.

Noa nos pidió 48 mil veces para patinar sobre hielo, pero nos daba un poco de rollo que se cayese y mojase los guantes, ¡así que si quieres patinar ahí llévate unos de repuesto por si acaso!. Nosotros agradecimos que hubiera bancos, baños decentes y chocolate caliente sin tener que hacer cola de 20 minutos.

Los puestos cambian cada año, pero hay clásicos que se repiten: dulces, adornos, juguetes artesanales y souvenirs navideños. Aunque nosotros nuestro ‘clásico adorno del árbol’ que siempre compramos en nuestros viajes navideños, no lo compramos aquí, lo compramos en una tienda de Little Italy.

En Nueva York en Navidad hay un montón de mercadillos navideños diferentes. Nosotros estuvimos en varios y el de Bryant Park es el que nos pareció que más merecía la pena. En cualquier caso, no te esperes ningún mercadillo tipo los mercadillos navideños de Alsacia, ni los típicos mercadillos alemanes como los de Colonia (nuestros preferidos), ni siquiera como los mercadillos de Luxemburgo. Algunos nos parecieron como muy austeros y como ‘más cutres’, vamos como los que solemos ver por España. No cuentan con ese encanto europeo.

Ver a Santa Claus es Macy’s no es ver a un simple Papá Noel de centro comercial y ya. Es una atracción completa montada dentro de Macy’s, con un recorrido decorado como si hubieras entrado en un cuento navideño de los años 50. El nivel de detalle es de parque temático dentro de un centro comercial: elfos, trenes en miniatura, copos cayendo, renos, árboles de 4 metros y al final, Santa. Con su trono, su barba y su infinita paciencia.

Eso sí, hay que reservar en esta web con un máximo de 6 días de antelación. Desde hace unos años, Macy’s pide cita previa online (gratuita) para evitar colas eternas, pero no las elimina del todo. Nosotros conseguimos entrar sin esperar demasiado (algo menos de una hora), y la experiencia fue más entrañable que agotadora. Entras a una especie de vagón y allí te vas entreteniendo mientras esperas la cola con los decorados magníficos. A mitad de camino te encuentras con Mamá Noel con la que te puedes hacer una foto.

¡Es muy maja! Al final del todo llegas donde Papá Noel que puedes elegir que hable castellano o inglés. Ya sabes que el padre de la Navidad es internacional. ¡Jejeje! Al final te puedes hacer una foto con él y llevártela impresa por un ‘módico’ precio tipo Manhattan. Aunque, tranqui, también te dejan hacerte una foto con él. ¡Un planazo para niños de Nueva York en Navidad!

De hecho, he de confesarte que confiábamos muy poco que este plan triunfase con Noa después de haber estado en Laponia. ¡Pero todo lo contrario! Se convirtió en su tercer plan preferido en la ciudad, después del Museo del Slime y la tienda de Harry Potter.

¡Así que mete este plan directamente en tu lista si viajas con niños a Nueva York!

Si hay algo que Nueva York hace como nadie, es convertir los escaparates en casi galerías de arte. Es una de las cosas más motivadoras para caminar si viajas con niños porque van súper entretenidos mirando. Y los de Macy’s son el ejemplo perfecto. Cada Navidad, la fachada de Herald Square se transforma con una historia visual diferente, contada a través de seis o siete escaparates temáticos, llenos de luces, muñecos animados, nieve artificial y todo el brilli-brilli que cabe en una vitrina. Este año, además, había uno súper molón que era un karaoke con villancicos y una cámara que hacía que salieses en grande en un escaparate de Macy’s. Obviamente, con altavoz para que todo el mundo escuchase. Yo quería participar, pero Víctor y Noa me dejaron en la estacada. ¡Jajaja!

Lo mejor de este plan de Nueva York en Navidad es que no hace falta comprar nada ni entrar: basta con pararse frente a cada escaparate y disfrutar de los detalles.  En nuestro caso, fuimos dos veces, por la tarde cuando se empezaron a encender las luces y por la mañana, cuando teníamos programada la visita de Santa.

No necesitas más de 20 minutos para verlos todos, pero es ese tipo de plan que no cuesta encajar en tu plan de Nueva York en Navidad . Además, justo al lado hay un mercadillo navideño por el que darte un paseo.

No hay Navidad en Nueva York sin una caminata por la Quinta Avenida, una de las más míticas de la ciudad. Cada tienda tira la casa por la ventana con decoraciones, pero la joya de la corona está justo frente al Rockefeller: el espectáculo de luces y música en la fachada de Saks. Cada pocos minutos, todo se apaga y se enciende al ritmo de una canción. Y sí, aunque estés rodeado de medio planeta, es bastante chulo y los peques lo disfrutan.

Nosotros lo vimos después de pasar por el árbol del Rockefeller, y el ambiente es una mezcla entre película de Navidad y las rebajas de El Corte Inglés. ¡Qué de gente se agolpa delante de la fachada de Saks! No sin razón es uno de los planes de Nueva York en Navidad más populares. Lo curioso es que las canciones que acompañan a la luz en la fachada de Saks no siempre tienen que ser Navideñas. De hecho la que vimos nosotros fue la de Diamonds de Rihanna.

Puedes encontrar Sak’s en esta dirección: 611 5th Ave, New York.

El paseo por la Quinta lo alargamos un poco más: escaparates de lujo, luces colgando de los edificios, y mucho frío también. Merece la pena, pero mejor hacerlo sin prisa y sabiendo que a ratos solo vas a ver espaldas.

Horario del espectáculo de la fachada de Saks

• Todos los días cada 10 minutos después de las 5 de la tarde hasta el 6 de enero.

¡Apúntatelo si quieres incluir uno de los más tradicionales planes de Navidad en Nueva York!

A solo unas calles del bullicio de Wall Street está uno de los secretos mejor guardados de Nueva York en Navidad: el árbol del New York Stock Exchange. Es enorme, está perfectamente decorado y  casi nadie se agolpa delante (como pasa en el del Rockefeller Center por la noche). Lo vimos de casualidad, en un paseo por la zona, y acabó siendo uno de los favoritos de Noa. Este punto es un lugar ideal si quieres hacerte una foto de familia decente. Porque lo mejor de este árbol es que se deja ver sin empujones, sin codazos y sin necesidad de hacer cola para la foto.

De paso que vas, si viajas con niñas, pueden hacerse la clásica foto con la niña de Wall Street. ¡A Noa le encantó!

El árbol de New York Stock Exchange está en la intersección de Broad Street y Wall Street, frente al edificio de la Bolsa, que también se ilumina. De noche es aún más espectacular. Y si llegas pronto, puedes combinarlo con Battery Park, el toro de Wall Street o simplemente un paseo por el distrito financiero.

En nuestro caso lo visitamos por el día porque queríamos ver la estatua de la Libertad desde el mirador de Battery Park, pero cuando fuimos estaba en obras.

Después de visitar el mirador de One World, acercarnos a Battery Park y al árbol de la bolsa de Nueva York, nos surgió un plan de Nueva York en Navidad inesperado y que seguro no habrás visto en muchos blogs: ir a una cervecería irlandesa. N no cualquiera. En plena zona baja de Manhattan, The Dead Rabbit parece diseñado para esos padres que se portaron bien todo el año. Es una taberna irlandesa (muy irlandesa) con carta de cócteles premiada, decoración navideña a tope de power pero acogedora y ambiente de pub de verdad, con su serrín en el suelo incluido.

Entramos sin reserva (temprano) y nos sentamos en la planta baja, donde sirven comida de pub y puedes estar tranquilo aunque no seas el típico cliente afterwork.

No es un sitio pensado para niños, pero tampoco te miran mal por entrar con ellos si están tranquilos y no hay demasiada gente. Pedimos una cerveza y un café irlandés y aprovechamos para entrar en calor después del aire junto al agua de Battery Park. ¡Un lugar ideal para hacerte unas cuantas fotos navideñas!

Ni pista de hielo ni árbol gigante: lo que estaba deseando Noa era ir la tienda de Harry Potter. Y lo cierto es que, incluso para muggles recelosos, la experiencia vale la pena. El local ocupa toda una esquina en el Flatiron District, y desde la entrada ya parece que vas a cruzar a otro mundo: columnas, vitrinas, escaleras retorcidas y merchandising que da miedo mirar con la tarjeta en la mano. De hecho, yo me hubiese comprado un bolso si no fuera porque me gasté mi presupuesto navideño en otro en el outlet de New Jersey Gardens.

En Navidad, la tienda se viste un poco más: guirnaldas, ambiente cálido y una selección de productos de temporada (sí, jerséis feos de Gryffindor incluidos). Hay zonas temáticas por casas, recreaciones de escenas y muchos objetos que no se venden en ningún otro lugar. Noa se volvió literalmente loca dentro de la tienda, le gustó todo muchísimo. ¡Y es que lo mejor es que es enorme! Así que echas un buen rato viendo todas las cosas que tienen del mundo Harry Potter.

Y si quieres rematar la visita a lo grande, puedes tomarte la clásica cerveza de mantequilla que beben en las pelis. ¡Nosotros no nos atrevimos! ¡Jajaja! Eso sí, Noa se fue con su peluche de recuerdo de uno de los días más mágicos de Nueva York en Navidad .

¿Es la tienda de Harry Potter una alternativa a la mítica tienda de juguetes Fao Schwaz?

Para nosotros, sinceramente, sí lo fue. Y no porque no quisiésemos entrar sino porque había una cola de 200 personas para entrar a la juguetería más famosa de Nueva York. Y, con todo el amor, no entraba en nuestros planes estar pasando frío más de una hora para ver una tienda de juguetes. Cuando vimos esto nos temimos que la de Harry Potter fuera a estar igual (y aquí Noa iba a querer esperar) pero no, entramos directamente y no había mucha gente en la tienda.

Hudson Yards es un auténtico decorado navideño en Nueva York. Nosotros, aunque no llegamos aquí con la intención de observarlo sino para subir al mirador The Edge, nos gustó mucho la zona. Llegamos en autobús desde Little Island y ojo con el atasco… Pero finalmente, llegamos a la hora que nos correspondía y nos dio tiempo a hacer unas cuantas fotos por fuera. ¿La primera? A la enorme paloma de estatua que te encuentras nada más llegar a la zona. ¡Yo de verdad no sé qué les pasa a los neoyorquinos con este animal! Pero hay varias representaciones (incluso en los souvenirs por toda la ciudad). Después verás varias obras de arte moderno (que le encantaron a Noa) hasta toparte con The Vessel, una de las construcciones más molonas de la ciudad. Es un edificio por el que subes girando y tienes unas bonitas vistas del río Hudson. ¡Te recomendamos reservar con antelación si no quieres quedarte sin tu entrada!

• Entrada a The Vessel
• Entrada a The Vessel + mirador The Edge

Un plus que tienes al ir a esta zona es disfrutar del centro comercial Hudson Yards y de las luces exteriores que son una auténtica maravilla. El centro comercial se transforma en una especie de cápsula navideña: luces colgantes por todas partes, música suave, escaparates brillantes con un gusto excepcional.

En nuestro caso fuimos al atardecer para disfrutar de las fabulosas vistas de The Edge y de los colores del cielo que tiñeron toda la ciudad. Además, nos quedamos a ver cómo se encendían las primeras luces y sentirnos muy, pero que muy pequeños, ahí arriba.

No es solo qué ver. Es cuándo, en qué orden y con cuánta energía infantil dispones. Ya te voy avanzando que por aquí, con una niña de 8 años, ahora los que nos cansamos somos nosotros. ¡No pensábamos que llegaría este día pero ya tiene la capacidad de andar más que nosotros si quiere! Por otra parte, una cosa es planificar un viaje a Nueva York en Navidad, y otra muy distinta es hacerlo con niños, intentando que no se congelen, no se aburran (difícil en Nueva York) y no te maten por hacerles cruzar Manhattan tres veces en un día. Aquí va lo que aprendimos en el terreno.

¿Cuántos días necesitas para disfrutar la Navidad en Nueva York en familia?

La respuesta corta: mínimo 5 días completos para que te de tiempo a hacer todos lo que más les llame la atención. Menos, sinceramente me parece una locura porque es una ciudad enorme. Ten en cuenta que nosotros, en nuestra segunda visita, solo repetimos un plan con respecto de la primera vez. ¡Tienen tantísimo que hacer! Y en Nueva York en Navidad los planes se multiplican y si vas con niños mucho más.

Nosotros hicimos 6 días completos (y 2 medios días ) y pudimos disfrutar sin correr, con margen para repetir lo que más gustó (o volver a Times Square, que siempre es un clásico). Si estás viajando a Nueva York con niños por primera vez, lo mejor es dejar espacio para imprevistos, parques, cafeterías y alguna tarde corta.

Ejemplo de ruta de 7 días en Nueva York en Navidad con niños

Aquí va un esquema realista de lo que puede ser una ruta navideña en Nueva York sin acabar con dolor de pies ni cansancio extremo:

Este esquema mete los 10 imprescindibles sin saturar, y deja huecos para modificar sobre la marcha si hace mucho frío, hay jet lag o simplemente se cansan.

Diciembre en Nueva York es frío: hay días luminosos y secos, y otros con viento que se cuela hasta el alma. En nuestro caso, nos salvó el sistema cebolla: térmicas + sudadera + abrigo, gorro siempre, guantes casi siempre, y calentadores de manos en la mochila por si acaso. La verdad es que yo a la gente de allí no la veía tan helada como a nosotros, pero con -11ºC de sensación térmica teníamos helada hasta el alma. Bueno, más bien Víctor y yo porque Noa quería hasta quitarse la braga del cuello de vez en cuando.

La verdad es que Noa iba muy bien equipada porque era la única que nos preocupaba de cara a pasar frío. Porque tú como adulto si tienes frío lo gestionas como puedes, con un café calentito en las manos… Pero tenía miedo que lo pasase mal y que no fuese capaz de estar fuera. ¡Pero no fue el caso! Teníamos bien aprendida la lección de cuando viajamos en Laponia para llevar todo bien equipado para la Nueva York en Navidad . Te dejo los imprescindibles con los que viajamos, sobre todo los de Noa que me parecieron un acierto. Todo lo puedes ver en las imágenes.

• ¡Estas botas fueron el gran descubrimiento del viaje! ¡Tenía los pies ardiendo siempre y son impermeables! Además son preciosas y baratas. ¡Un 10!
• Mallas térmicas para niños
• Pantalón cálido para niños
• Camiseta térmica niña
• Calientamanos
• Y un abrigo de The Northface que compramos ahí en el outlet y que es parecido a este.

La importancia de ir bien abrigado no solo radica en el día, sino que hay que pensar sobre todo cuando el sol se pone. El sol se va antes de las 17:00, así que las tardes se hacen cortas, pero también es cuando arranca la parte más mágica.

• Te dejo la web en la que consultamos el tiempo en Nueva York, por si te sirve de ayuda. En nuestro caso solo nos podíamos fiar con un par de días de antelación.

Por otra parte, he de decirte que tuvimos bastante buena suerte con el tiempo en Nueva York. Aunque hizo muchísimo frío como te digo, tuvimos días soleados, sin lluvia (a excepción de dos gotas un par de horas mientras Noa estaba en el Museo del Slime) lo que permitió que disfrutásemos mucho del viaje. Lo único que me faltó es que, con el frío que hacía, nevase un día y dejase una estampa preciosa. Pero Víctor nos echó el mal fario y nevó la noche que nos fuimos. ¿Te lo puedes creer?

Nueva York en Navidad no se acaba. Siempre queda algo pendiente, algo que no dio tiempo, o algo que habría sido mejor dejar para otra edad, otro año o con más café. A nosotros nos pasó. Y aun así, volvimos con la sensación de haber vivido una ciudad que se disfraza a lo grande y no pide permiso para hacerlo.

• Puedes leer nuestra anterior experiencia en este post. ¡Fuimos hace 15 años!

Si algo te deja este viaje, más allá de las fotos y las luces, es la certeza de que la próxima vez lo harás distinto. Con más calma, con otros planes, o quizás repitiendo los mismos, pero siempre con ganas de más. Vamos, para mí Nueva York es una ciudad a la que volver mil veces. Y Nueva York en Navidad es, sin duda, algo que hacer una vez en la vida. ¡Súper recomendado!