¿Parque Kruger o Sabi Sands? Cómo elegir safari en Sudáfrica

Una de las mejores experiencias de mi vida ha sido sin duda, disfrutar de un safari por el Kruger, el parque nacional más famoso de Sudáfrica. Y no solo hicimos el típico que puedes comprar la entrada y adentrarte con tu coche, sino que también tuvimos el privilegio de visitar la reserva privada de Sabi Sands. Efectivamente, esto no fue una actividad aislada, sino que formó parte del viaje de Sudáfrica de 15 días que hicimos en agosto hace unos años.

En esta guía te cuento cómo organizar tu safari en Sudáfrica, desde qué entradas usar hasta dónde dormir en el Kruger, qué diferencia hay con hacerlo en Sabi Sands y cuál puede encajar más contigo. Todo mezclado con nuestra experiencia real: lo que salió bien, lo que salió regular y esos momentos de quedarnos mudos al ver a un hipopótamo bufando a dos metros de nuestra cabaña.

Porque sí, hacer un safari en Kruger y en Sabi Sands no es lo mismo, pero en ambos casos la emoción está garantizada. Y aquí te voy a contar cómo, dónde y por qué merece la pena cada opción.En esta guía te cuento cómo organizar tu safari en Sudáfrica, desde qué entradas usar hasta dónde dormir en el Kruger, qué diferencia hay con hacerlo en Sabi Sands y cuál puede encajar más contigo. Todo mezclado con nuestra experiencia: lo que salió bien, lo que salió regular y esos momentos de quedarnos mudos viendo el amanecer en la sabana africana.

Porque sí, hacer un safari en Sudáfrica puede ser la experiencia de tu vida o por lo menos la iniciación perfecta en los safaris africanos.

Si estás pensando en hacer un safari en Kruger, lo primero que tienes que saber es que hay dos maneras principales de hacerlo: por safari por libre en el Kruger o en excursión organizada. Nosotros optamos por la segunda, por varias razones. La primera fue la comodidad y porque era nuestra primera vez en África y más aún, en un safari. Visto a posteriori, sé que hay gente que lo ha hecho por libre, que ha alquilado su propio coche, pero si tienes disposición de pagarlo, al final si lo haces con guía, tienen mucha más experiencia y saben el comportamiento de los animales para encontrarlos. Incluso, se van avisando por radio.

Si bien es cierto que esto último es un poco desastre últimamente, según imágenes que he podido ver porque hay ‘sobrepoblación’ de coches y de turistas que acorralan a los animales, pero bueno. Creo que esto lo hacen todas las empresas y será complicado saber quién lo hace de manera responsable.

En nuestro caso, que hicimos safari privado y hace unos años, no tuvimos esa sensación y nuestro conductor fue muy respetuoso en todo momento. Pero creo que

Safari por libre: para valientes con GPS y reflejos rápidos

Sí, puedes entrar al Parque Kruger con tu coche de alquiler, seguir los mapas oficiales y recorrer sus miles de kilómetros de pistas habilitadas. Es más barato, vas a tu ritmo y puedes parar las veces que consideres necesario. Pero también requiere experiencia al volante, algo de instinto de explorador y cierta dosis de suerte. Ver animales depende de mil factores y nadie te chiva dónde están.

Safari organizado en jeep: lo nuestro

Nosotros contratamos una excursión de día completo en jeep abierto. Nos recogieron a las 5:00 en el hotel (un hotel bien pegado a la puerta de entrada, lo cual te recomiendo para arañar minutos de sueño), y de ahí directos al parque. A esas horas hacía bastante frío, así que no te olvides del abrigo. En África también hace frío.

Pero claro, la gracia de ir en un jeep con guía es que se comunican por radio. Si uno ve un león, se lo cuenta al resto. Eso multiplica las posibilidades de ver animales, aunque en nuestro caso, el Big Five se resistía. Vimos jirafas, elefantes, búfalos, cocodrilos, impalas, hipopótamos e incluso hienas cuidando de sus crías, pero ni rastro de los lindos gatitos. Y eso que nos pasamos media mañana persiguiendo la pista de un leopardo.

Otra ventaja del jeep: la altura. Vas más elevado que en un coche normal, lo que se agradece muchísimo si quieres hacer buenas fotos sin que el arbusto de turno te arruine el encuadre. Si te interesa la fotografía, el sitio que elijas en el jeep importa. Yo con mi 18–135mm sufrí para lograr nitidez, así que si puedes llevar un teleobjetivo decente (y no se te hielan las manos sujetándolo), mejor.

Puedes ver la diferencia de fotos de este viaje con otros viajes de animales como estos, para valorar si te merece la pena llevarte algo mejor. Para que te hagas una idea es 70-300mm el nuevo.: Animales de Australia y Animales de Costa Rica

Safaris organizados con muy buenas reseñas

Te voy a dejar algunos safaris por el Parque Kruger con muy buenas reseñas y de empresas serias, para que valores si alguno te encaja:

• Safari por el Kruger desde 72€, ¡súper precio!
• Safari por el Kruger a partir de 80€, otra opción
• Safari privado por el Kruger
• Safari de 3 días por el Kruger
• Safari de 4 días por el Kruger
• Safari de 5 días por el Kruger

Horarios de apertura del Parque Nacional de Kruger

Nota importante: los horarios del Kruger cambian con el año.

De octubre a marzo, las puertas del parque abren a las 05:30 y cierran entre 18:00–18:30 según el mes.

De abril a septiembre, abren más tarde (a las 06:00) y cierran antes, entre 17:30–18:00.

Esto significa que si vas en invierno (como nosotros), puedes planear salir justo al amanecer y tendrás que estar de vuelta antes de que las puertas cierren.

De todas maneras, te invito a chequear la página oficial del parque donde encontrarás: horarios, tarifas y también distancia a las diferentes puertas. ¡Está muy bien!

En la mejor época para hacer un safari por el Kruger no vas a pasar calor. El invierno sudafricano, unido a madrugar (el mejor momento para ver animales, junto con el atardecer) hace que haga bastante rasca. Y si a eso le sumas que vas en un jeep abierto pues hace que el gorro de lana no te sobre. Te diría que guantes también, pero a mí no me gustan.

Si vas a hacer un safari en el Kruger, abrígate como si fueras a ver auroras boreales: abrigo gordo tipo nieve, gorro, bufanda y guantes, aunque estés en África. Esos primeros minutos en el jeep, con el aire entrando a toda velocidad y la cámara de fotos temblando, no se olvidan. También te digo que la cosa mejora en cuanto sale el sol, pero ese rato entre la recogida y el primer café se hace largo si no vas bien preparado. Mejor pasarte que quedarte corto: siempre puedes quitarte capas, pero no inventarte un polar si te lo has dejado en el hotel. Si es verdad que después de ir a ver a Papá Noel, y saber cómo vestir en Laponia en invierno, no es exactamente lo mismo, pero el tema de vestir con varias capas no te va a venir nada mal.

Si además quieres tener fotos decentes (sin que se te caigan los dedos por congelación), lleva ropa cómoda pero con movilidad: pantalones largos, camiseta térmica y una chaqueta que te permita girarte para perseguir elefantes con el objetivo. Literalmente.

Pero no te preocupes que te voy a dar las mejores opciones para echara a la maleta si viajas a Sudáfrica en invierno.

Camiseta de lana merino para ir de safari por el Kruger

Lo mejor que he descubierto para lugares con grandes variaciones de temperatura son las camisetas de lana merino porque regulan fenomenal la temperatura. Esto te puede hacer sentir el suficiente calor como para no tener que ir cargado con un abrigo de nieve.

• Aquí tienes una opción de camiseta de lana merino
• Y aquí una más barata, no tan bonita, eso sí.

Abrigo comprimido en un bolsillo

Si has leído otros posts para mí este es el descubrimiento de la vida, un abrigo que se guarda compacto en un bolsillo. Si bien es cierto que quizás se pueda quedar corto si no llevas nada térmico debajo, si vas con camiseta térmica y jersey y/o sudadera, te va a valer perfectamente. Además, no ocupa nada. ¡Échalo en tu equipaje de mano para que no te lo pierdan como me pasó a mí!

• Abrigo comprimido de chica
• Abrigo comprimido de chico

Lleva gorro de lana para no perder el calor por la cabeza

¡Fundamental para no sentir frío! Cabeza abrigada, safari por el Kruger divertido.

• Te dejo también un gorro de lana por si no tienes.

Braga para el cuello, ¡ojo a la rasca!

Y como no vas a querer que te duela la garganta, te dejo esta braga que es muy guay. ¡Yo la tengo!

• Braga para el cuello

¡Y el resto a tu gusto! Pantalones largos cómodos, calcetines y zapatillas (de trekking o no) y jersey de lana o sudadera. ¡Lo que rescates por casa!

Un par de cebras

Si vas a hacer un safari en Kruger o en Sabi Sands, no te voy a engañar: tener un buen objetivo marca la diferencia, sin duda. No por postureo, sino porque muchos animales están lejos, y si llevas un objetivo corto te vas a quedar con la sensación de haberte llevado un recuerdo más bonito. Si bien es cierto que este epígrafe está dedicado a los amantes de la fotografía, porque hoy por hoy sabemos que muchos viajáis con móviles con zooms maravillosos y que os apañan más o menos. Así que si es tu caso, puedes saltar al siguiente epígrafe.

Cuando fuimos a Sudáfrica yo llevé un 18-135mm y, sinceramente, se me quedó corto. ¡Y eso que tuvimos la suerte de ver animales bastante cerca! Tuve que subir la ISO como si no hubiera mañana para intentar congelar el momento antes de que el bicho saliera corriendo. Desde entonces he aprendido la lección y ahora viajo con un 70-300mm, que ya da bastante juego, aunque confieso que cada vez que veo un 600mm se me ponen los dientes largos. Y creo que por ahora va a seguir siendo eso, un sueño, por ahora no muy cercano. ¡Jajaja!

Aquí te dejo una selección realista (y otra soñada), por si estás pensando qué cámara o objetivo llevar a un safari en África:

Un impala con un pajarillo

Una jirafa

Nuestra experiencia en el safari por el Kruger fue sencillamente excepcional, aunque poco que ver con la reserva privada (pero eso te lo cuento más adelante). Ver animales en libertad es de las cosas que más nos llenan y más nos gustan cuando estamos de viaje (bueno y cuando no lo estamos también). Y quizás ese sentimiento nació o acabó de crecer en el que fue nuestro pimer safari.

Hay una sensación muy concreta cuando entras por primera vez al Kruger en un jeep: un silencio tenso, de respeto (menos mal, también te digo). La luz apenas ha salido, los guías bajan la voz y tú, con la cámara lista, te das cuenta de que estás a punto de ver animales salvajes en su casa, no en la tuya. Y no hay vallas. Ni horarios. Ni promesas. Eres un intruso en su hogar y eso deberíamos tenerlo claro siempre.

A nosotros nos recogieron a las cinco de la mañana en el hotel (bien cerquita de la entrada, por cierto, para rascar minutos de sueño) y desde el minuto uno supimos que lo de ‘safari’ no era un paseo cualquiera. Lo era todo: la carretera de tierra, el crujido de las ramas, el guía concentrado, la niebla, el primer impala. Y nosotros, claro, alucinando.

Vimos elefantes, jirafas, cocodrilos, búfalos, hipopótamos, facóqueros e incluso hienas cuidando de sus crías. Pero ni rastro de felinos. Hubo intentos: un leopardo se había dejado ver, y fuimos tras su rastro un buen rato, como si estuviéramos en una peli de detectives, pero nada. Los Big Five seguían incompletos.

Lo bueno de ir en jeep organizado es que los guías se comunican por radio entre ellos, así que si alguien ve algo interesante, lo comparte. Lo malo: que los animales no siempre se dejan ver. Lo asumimos con filosofía y nos centramos en lo que sí teníamos delante, que no era poco.

Fue nuestro primer safari, y sabíamos que queríamos repetir. Así que, al día siguiente, dimos un paso más y nos fuimos a Sabi Sands, la reserva privada donde el safari se convierte en otra cosa. Más exclusivo. Más cercano. Y con mucha más suerte. Pero eso te lo cuento en el siguiente bloque.

Si vas a hacer un safari a primera hora (tipo recogida a las 5:00), lo mejor que puedes hacer es dormir cerca de una de las puertas del Parque Kruger. Así evitarás un madrugón innecesario, llegarás antes al parque y, con suerte, te cruzarás con los primeros elefantes antes de que el resto del mundo haya terminado el café.

Nosotros elegimos uno en Hazyview una zona perfecta por ubicación. Nos quedamos en una cabaña individual, con espacio, privacidad y rodeados de verde. Un acierto total. Además, desde allí estás a un paso de varias entradas al Kruger (dependiendo de cuál vayas a usar). ¡Consulta si te recoge tu excursión, a nosotros sí!

👉 Puedes reservarlo aquí con cancelación gratuita.

Después de nuestro día en el Kruger, decidimos probar algo distinto: un safari en Sabi Sands, una reserva privada pegada al parque, donde los safaris no se hacen por libre, sino con guía, jeep 4×4 y todas las comodidades que puedas imaginar.

Sabi Sands es como el Kruger, pero con zoom. Los jeeps salen de pista, van por caminos inexplorados buscando animales y los guías no solo saben dónde buscar, sino que tienen una red de rastreadores que es una pasada ver en acción. Allí sí vimos los Big Five completos, en cuatro salidas que parecían sacadas de un documental.

La diferencia más bestia respecto al Kruger las probabilidades de ver a los animales porque es una reserva más pequeña que los 400 kilómetros del Kurger. No solo porque los jeeps se mueven libremente, sino porque hay menos vehículos, menos ruido y más respeto por el momento. Y no te hablo de teorías: te hablo de estar en silencio viendo un leopardo a dos metros.

Verás que pone que Sabi Sands es una reserva de caza, pero eso no significa que se cace. Sino que se llama por la tradición de caza de la zona, o algo así. Yo también me asusté.

Eso sí, lo pagas. En Sabi Sands no entras si no te alojas en uno de sus lodges, y la experiencia es tipo ‘todo incluido’: comida, safaris, guía, alojamiento y alguna que otra visita sorpresa mientras cenas al aire libre. No exagero. Pero de eso te hablo mejor en el post completo sobre nuestra experiencia en Sabi Sands (spoiler: incluye leopardo y cerveza). Ahí te cuento también cuánto nos costó.

• Si quieres ver el súper hotel en la reserva de Sabi Sands, te lo dejo aquí para que veas las fotos. ¡Tiene un 9,3 en Booking!

👉 Lee aquí la experiencia completa en Sabi Sands

Safari en Sabi Sands

Safari en Sabi Sands

Si estás preparando un viaje a Sudáfrica y tienes claro que vas a hacer un safari, probablemente te estarás preguntando qué es mejor: ¿el mítico Parque Kruger o una reserva privada como Sabi Sands?

Nosotros hicimos las dos cosas: primero un safari en el Kruger en excursión organizada, y después cuatro safaris más en Sabi Sands, dentro de un resort privado. Y aunque la experiencia fue completamente distinta, ambas merecieron muchísimo la pena.

Parque Kruger: la aventura más salvaje (y asequible)

Ir al Kruger es como ir al Louvre: hay que hacerlo al menos una vez en la vida. Es el parque nacional más famoso del país, enorme, con animales salvajes en libertad total y opciones para todos los bolsillos. Puedes recorrerlo por libre en coche (si estás viajando con vehículo por el país) o ir en excursión con guía, como hicimos nosotros.

Sabi Sands: la experiencia privada

Sabi Sands está pegado al Kruger, pero funciona de otra manera. Solo puedes entrar si te alojas en uno de sus lodges, y todo está incluido: pensión completa, guías, safaris y hasta café con magdalenas al amanecer.

¿Nuestra opinión?

¡Haz lo que puedas y si puedes, haz los dos! El Kruger te da el contacto puro con la naturaleza, el mapa en mano y la emoción del ‘a ver qué pasa’. Y Sabi Sands te ofrece el safari soñado, con leopardo incluido, y sin tener que conducir, pensar o congelarte durante horas. Uno es adrenalina y el otro, precisión.

Amanecer en Sabi Sands

Una jirafa en el Kruger

Un safari en Sudáfrica suena exótico, aventurero y épico… pero también tiene su parte de logística, de no cagarla con la ropa y de asumir que a las 5:00 de la mañana tu yo interior va a estar cuestionando decisiones. Así que aquí van nuestros consejos reales, después de haber vivido safaris tanto en el Kruger como en Sabi Sands.

1. Cuanto más cerca del parque, mejor

Parece obvio, pero no lo es tanto. Si tienes que salir de un hotel a una hora del parque para estar a las 5:00 en la puerta, prepárate para el madrugón del siglo. Nosotros dormimos a un paso de la entrada y lo agradecimos muchísimo.

👉 Nosotros nos alojamos en esta pasada de cabaña en la entrada del parque.

2. El frío no perdona (ni en África)

¿Sudáfrica = calor? Error. En invierno te pelas. En el Kruger el jeep va abierto y el aire a esas horas corta. Llévate abrigo de nieve, gorro, guantes y sí, sentirás que exageras hasta que subas al jeep y se te congele la nariz.

3. No subestimes el equipo fotográfico

Tu móvil está muy bien para atardeceres, pero si quieres ver la mirada de un leopardo necesitas zoom. Lo digo por experiencia. Yo llevé un 18–135mm y desde entonces viajo con un 70–300mm. Y aún sueño con un 600mm.

4. Lleva prismáticos (consejos para otros traigo que para mí no tengo)

No ocupan nada y cambian la experiencia cuando el elefante está a 200 metros pero tú quieres verlo como si estuviera en tu salón.

5. Contrata un buen seguro de viaje

No es solo por el safari. Es que estás en medio de África, con animales salvajes, carreteras rurales y comida que no siempre te va a sentar como en casa. Nosotros viajamos con seguro y, aunque no lo usamos, preferimos viajar tranquilos. Y digo no lo usamos porque fuimos unos inconscientes, pero tenía que haberme vacunado de la rabia porque me mordió un animal. Eso te lo cuento en este post.

Así que por favor NO TE LA JUEGES y elige un seguro con buenas coberturas. Y ya que lo tienes, si lo necesitas úsalo.

👉 Te dejo un 5% de viaje con Iati Seguros.

6. Mantente en silencio durante el safari del Kruger

Sí, lo de callarse cuesta, sobre todo si eres de los que grita ‘¡una jirafa!’ como si nadie más la estuviera viendo. Pero en serio: los animales se espantan y se van. Lo mejor que puedes hacer durante un avistamiento es mantenerte en silencio y disfrutar.

7. Disfruta de una experiencia única en la vida 

Sin más, es un auténtico privilegio este viaje que no vas a olvidar.

Hacer un safari en el Kruger es una experiencia que no se olvida. Y hacerlo también en Sabi Sands es como subir el volumen y cambiar de pantalla: los animales están más cerca, la cerveza más fría y el guía más pendiente de que no te cruces con un leopardo camino del postre (historia 100% real, por cierto).

Si tienes que elegir, hazlo en función de tu presupuesto y tus ganas de aventura. Si puedes hacer los dos, como hicimos nosotros, prepárate para emocionarte de formas muy distintas.

Porque ver a un elefante cruzar la carretera a su ritmo o a un leopardo rugir en la sabana sin que nadie diga una palabra, eso no se te borra. Ni con miles de fotos.

👉 Si quieres leer nuestra experiencia completa en Sabi Sands, con todos los detalles del lodge, los game drives, los desayunos en mitad de la nada y las visitas sorpresa de la fauna local, te lo cuento aquí:

🔗 Nuestra experiencia completa en Sabi Sands: el safari soñado