Excursión para ver el tiburón blanco en Gansbaai, Sudáfrica

Cuando planeas un viaje a Sudáfrica y empiezas a leer sobre qué hacer en los alrededores de Ciudad del Cabo, hay dos nombres que se repiten sin parar: Hermanus y Gansbaai. Y claro, te entra la curiosidad. En uno puedes ver ballenas francas australes desde la costa (nosotros no lo conseguimos, pero bueno) o desde un barco y en el otro está la famosa excursión de ver al gran tiburón blanco desde una jaula. Te suena a adrenalina pura, ¿verdad? Pues nosotros fuimos con toda la intención de vivirlo, aunque la realidad fue un poco distinta. El mar nos dio calabazas y acabamos teniendo un día de lo más movidito, entre ballenas saltando, mareos de campeonato y hasta un pez luna que parecía sacado de Parque Jurásico.

Este post no solo te va a servir para organizar tu excursión al tiburón blanco en Gansbaai, sino también para decidir si de verdad es lo que quieres hacer. Que ya te adelanto que no es tan simple como meterse en una jaula y salir con una foto para Instagram. Eso sí, confirmamos que es una de las excursiones desde Ciudad del Cabo más populares.

• Si quieres ver cómo organizamos nuestro viaje a Sudáfrica de 15 días, te lo cuento en este post.
• Si quieres saber qué ver en Ciudad del Cabo, mira esta súper guía de la ciudad.

Aunque Sudáfrica tiene varios puntos costeros donde se pueden ver tiburones blancos, hay un nombre que está en todas las quinielas viajeras: Gansbaai. Este pequeño pueblo pesquero de la costa sur es uno de los lugares más famosos para ver el tiburón blanco en Sudáfrica. Vamos, es sin duda, una de las excursiones desde Ciudad del Cabo más populares, y es en esta ciudad donde se encuentran la mayoría de empresas en lo que se conoce como cade diving.

Toda la experiencia está diseñada para que sientas la adrenalina sin dejar de estar controlado y seguro. Llegas a Gansbaai a primera hora de la mañana, asistes a una charla previa con café en mano, te enfundan un neopreno y te subes al barco con el grupo. La excursión parte hacia una zona conocida por la presencia de tiburones, donde la tripulación suele lanzar al agua un señuelo para atraerlos (maaaal, muy mal, no debería hacerse, pero se hace y te lo cuento para que sepas lo que hay). En cuanto alguno se deja ver, llega el momento más esperado: entrar en la jaula para ver al tiburón blanco de cerca.

Y aunque en la teoría suena muy peliculero, la realidad depende de un factor que nadie controla: el mar. Si hay demasiado viento, si el oleaje es fuerte o la visibilidad es mala, el barco no sale. Sin más. Así que aunque hayas reservado la mejor excursión del mundo y te hayas levantado a las cinco de la mañana con toda la emoción del mundo puede que no veas tiburones en Gansbaai. Y sí, efectivamente, a nosotros nos pasó.

Reservamos la excursión con mucha antelación, con la ilusión de quien se va a encontrar cara a cara con el tiburón blanco en Gansbaai. Si te soy sincera, no me fijé mucho en la empresa que nos llevaba a hacer la excursión, por aquel entonces no era consciente de todo el mal que pueden hacer hacia los animales. Pero eso te lo cuento más abajo, por si compartes la misma preocupación medioambiental que nosotros.

El día anterior ya nos escribieron para decirnos que el mar estaba complicado y que estuviésemos atentos, porque era probable que la salida se cancelara. ¡Menudo chasco! Así que pasamos todo el día pegados al móvil, recibiendo mensajes, mirando el parte meteorológico y cruzando los dedos. Pero nada. Al final nos confirmaron lo que ya imaginábamos: el barco no salía. Y no era un capricho. El mar estaba revuelto, había mala visibilidad y las condiciones no eran seguras. Así que adiós a uno de los imprescindibles que ver en Gansbaai. Y no solo eso, adiós al avistamiento de uno de los animales más famosos y espectaculares que ver en Sudáfrica.

¿Fastidia? Claro. Pero también hay que asumir que esto puede pasar. No estamos en un parque de atracciones, sino en mitad del Atlántico, con animales salvajes y naturaleza pura. Y cuando el mar dice que no, es que no.

Eso sí, el madrugón, los nervios y la pequeña decepción no nos los quitó nadie. Aun así, lo tomamos con filosofía. Porque entre lo que no vimos, lo que supimos después, y lo que vivimos ese día por la zona (te lo cuento más abajo y enlazo a experiencia alternativa) salimos de Gansbaai con una visión muy distinta a la que llevábamos en mente.

Ahora viene el tema. El que casi nunca se comenta (aunque afortunadamente cada vez más) cuando ves vídeos épicos de tiburones rozando la jaula.

Muchas de las empresas que operan en Gansbaai usan cebo para atraer a los tiburones. Esto significa echar al agua restos de pescado o incluso señuelos de plástico para que se acerquen a los barcos. ¿El problema? Que se ha demostrado que esto altera el comportamiento natural de los animales, puede generar dependencia y, en el peor de los casos, los condiciona a acercarse a embarcaciones humanas.

El caso es que este tema preocupa a Gobiernos y en algunos, como el caso de Florida, han prohibido echar carne, sangre y otros elementos al agua para atraer a los tiburones. No sé si en Sudáfrica también pero lo que sí he visto, es que usan también señuelos ‘no vivos’ de plástico, madera, tela… Esto es un tema muy controvertido y que debería debatir con un experto. La historia es que deberíamos poder ver a estos animales sin tener que atraerlos de ninguna manera, ya que interferimos en su propia vida. Sobre esto podéis leer a una empresa en Sudáfrica.

Muchas empresas afirman estar haciéndolo bien pero no sé si en la práctica, podrían garantizar que no se está interfiriendo en su hábitat.

Nosotros, que al principio íbamos con la emoción de cumplir un sueño viajero, nos fuimos con una espinita ética. Porque cuando entiendes el impacto que puede tener esa actividad, te planteas si la adrenalina merece la pena. Así que por ello, decidimos no bucear con tiburones en Australia, porque no tenemos claro si hoy por hoy alguien nos puede garantizar que se está haciendo bien. Al final, lo que pasa es que los tiburones son unos animales que por su comportamiento, y por sus costumbres son extremadamente raros de ver y más que se acerquen a los seres humanos, así que no sé, contadme vuestra experiencia si lo hacéis.

He encontrado esta excursión que se denomina ‘eco-friendly’. No tengo ni idea de si lo que predican es cierto, pero algo que suelo hacer como en el desove de Tortugas en Costa Rica, es buscar la empresa y leer las reseñas de anteriores viajeros y ver sus fotos, suele dar muchísimas pistas. Aún así, si no te convence o no te queda claro (como fue nuestro caso) llama directamente a la empresa y cuéntale tus inquietudes, así será otra baza más para ayudarte en la decisión.

• Esta excursión de inmersión en jaula para ver al tiburón blanco es la única que parece certificada como ‘Eco-friendly’

Según los expertos (y las webs de las empresas que organizan las excursiones), el invierno austral, que va de abril a septiembre, es el mejor momento para ver al tiburón blanco. En esos meses el agua está más fría y clara, lo que facilita que los tiburones se acerquen a la superficie y a la costa.

Pero aquí viene la parte menos buena: también es cuando hay más viento y más oleaje, sobre todo en julio y agosto. Así que sí, hay más posibilidades de ver tiburones pero también más posibilidades de que el barco no salga. Que es justamente lo que nos pasó a nosotros.

Fuera de esos meses, de octubre a marzo, el tiempo suele ser más estable pero el número de avistamientos baja. No desaparecen del todo, pero es menos predecible. Y como esto va de naturaleza salvaje (o debería ir), no hay garantías.

Los precios oscilan entre 100 y 150 € por persona, dependiendo de la empresa, el tipo de embarcación, si incluye traslado desde Ciudad del Cabo, si ofrecen desayuno o comida, etc.

Algunas incluyen material de foto/vídeo, otras lo cobran aparte. Y, ojo, en temporada alta se agota y rápido. Así que si tienes claro que lo quieres hacer, reserva con tiempo. Pero siempre con opción de cancelación gratuita o reembolso por mal tiempo.

La mejor forma es alquilar un coche y conducir tú mismo o contratar un chófer-guía que te lleve por Sudáfrica. En nuestro caso, si has leído la guía del viaje, sabrás que nosotros optamos por esta segunda. Nos vino muy bien a la hora de organizarnos, nos daba un poco de yuyu ir por libre en África y también, dicho sea de paso, teníamos unos ahorros extra y no nos importó gastarnos más.

Dicho esto, para llegar a Gansbaai son unas 2 horas por carretera escénica desde Ciudad el Cabo y bastante fácil de seguir. Además, así puedes aprovechar el día para visitar también Hermanus (para ver ballenas), Betty’s Bay (para ver pingüinos) o parar a desayunar en algún pueblecito encantador por el camino.

Ya sabes que si quieres encontrar los mejores precios de alquiler de coches puedes hacer en Discover Cars, que suele tener buenos precios y cancelación flexible.

Si no quieres conducir, hay empresas que ofrecen excursión completa desde Ciudad del Cabo, con traslado incluido, como la que te he enlazado antes. De hecho, he encontrado una que se llama ‘Tour de barco de los Marine Big 5’ en el que te dicen que puedes ver: tiburones, ballenas, pingüinos, focas y delfines que tiene bastante buena pinta.

• Echa un vistazo a esta excursión por si te encaja más que la jaula de tiburones.

Depende. Si es algo que sueñas desde hace años, si te has informado y eliges una empresa que actúe con respeto, y si el mar se porta bien, puede ser una experiencia brutal.

Pero si lo que te mueve no es el más y bello amor hacia los animales y estos en concreto, pues pasa. Al final vale un pastizal y si lo quieres hacer de manera ética te va a suponer bastante investigación. Yo sigo con esa espinita clavada de no haberlo hecho, pero también de no haberme informado en condiciones. No sé si algún día lo conseguiré pero quién sabe…

Nosotros no lo vivimos, pero quizás eso fue lo mejor que nos pudo pasar. Porque el viaje siguió, vimos ballenas, pingüinos y hasta un pez luna, y nos quedamos con la sensación de que la naturaleza, cuando se vive con calma, regala momentos igual de intensos.