Seguramente la Acrópolis de Atenas no sea el lugar que estás pensando si quieres organizar una despedida de soltera, pero fue la mía. ¡Y fue el mejor plan que pudo organizarme mi hermana! Viaje a un lugar que no conocía, a una ciudad llena de ruinas griegas, comida exquisita y lo mejor: que lo organizó perfectamente para ver Atenas en 3 días sin prisas y sin colas.
Hoy me toca hablarte sobre cómo hicimos para ver el Partenón y toda la Acrópolis de Atenas sin colas, cuándo es mejor visitarla, qué ruta seguir y qué planes alternativos puedes hacer ahí que no se centren en una visita sin más. ¡La verdad es que te va a impresionar cuando llegues a cualquier punto de la ciudad, alces la cabeza y la veas asomar en lo alto de la montaña!
Y es que la Acrópolis no es solo el Partenón. Es mucho más: es historia viva, el Templo de Atenea Niké, el Erecteion con sus famosas Cariátides, y el puñetero calor de justicia que hace cuando menos te lo esperas.
Por eso, he escrito esta guía completa para visitar la Acrópolis de Atenas. Aquí no solo te voy a contar qué ver en cada esquina, sino también la información más útil que necesitas (horarios, accesos y, lo más importante, cómo organizarte para no morir en el intento). Y, por supuesto, si ya estás pensando en dónde y cómo comprar las entradas sin acabar en una cola kilométrica, tranquila, que para eso tengo un post a medida que te dejo por aquí:
Índice de contenidos
Un breve repaso a la historia de la Acrópolis de Atenas (muy necesario)
Cuando hablas de la Acrópolis (que significa literalmente ‘ciudad alta’), no hablamos de un caprichito arquitectónico, sino del corazón de la civilización occidental.
En el fondo, la Acrópolis siempre fue la chica popular y bien posicionada de Atenas. Se construyó en una colina de unos 156 metros de altura, y no era para lucirse: era el lugar más fácil de defender (obviamente, ¿quién iba a querer subir ahí?) Por eso, durante siglos fue el refugio y el centro militar.
Sin embargo, el boom de la Acrópolis de Atenas llegó después de que los persas la arrasaran en el 480 a.C. . Cuando Atenas se recuperó, llegó el que yo llamo el momento Pericles (siglo V a.C.). Este señor (que era listo hasta decir basta) se propuso reconstruir la ciudad y la Acrópolis de Atenas de una forma tan espectacular que el mundo sigue hablando de ella. De ahí viene la joya de la corona: el Partenón.
Si te fijas bien, las columnas del Partenón no son rectas, sino que están ligeramente inclinadas hacia dentro. Esto se llama éntasis y se hacía para corregir las distorsiones ópticas. Vamos, que los griegos ya jugaban con el Photoshop mucho antes de que existiera.
Así que, lo que vas a ver en la cima es, en esencia, el resultado de ese empeño de Pericles en ser la envidia del Mediterráneo. Es la huella de una Atenas en su máximo esplendor, y por eso sigue siendo el monumento más famoso del mundo griego. ¿Y sabes qué es lo mejor?
¡Puedes visitar la Acrópolis de Atenas y ver el Partenón sin andamios en 2026 porque los acaban de retirar! Aunque se supone que iban a colocar unos nuevos pero más estéticos que los que vimos nosotras.
Viaja a Atenas con seguro
Yo no dudaría a la hora de reservar un seguro para Europa… ¿Sabes que el taxi al hospital público podría costarte más que una póliza que te cubre TODO?
Recuerda que además de estar cubierto en temas de salud, también lo podrás estar con pérdidas de equipaje, anulaciones, asesoría legal…
Tienes todas las ventajas de viajar con seguro de viaje por Europa aquí.
¡Así que te dejo un 5% de descuento por ser lector del blog!
Acrópolis de Atenas: qué es y en qué se diferencia del Partenón

Vale, lo primero: la Acrópolis de Atenas y el Partenón no son lo mismo. Esto quizás sea lo más fácil de distinguir, sabes que el Partenón es el mítico edificio que todos nos imaginamos cuando soñamos con viajar a Atenas. Pero… ¿sabrías qué es la Acrópolis de Atenas exactamente? La Acrópolis es toda la colina (ese monte que se ve desde casi cualquier punto de Atenas) y dentro están los templos más icónicos de la Grecia clásica. Y, efectivamente, el Partenón es uno de ellos, y el que se lleva toda la fama (la mayor parte) y también de las fotos. Luego te hablo sobre esto porque me ocurrió una anécdota bastante curiosa mientras mi hermana me hacía unas fotos delante del Partenón.
De hecho, acrópolis significa ciudad alta. Y no por casualidad: en la Antigüedad era el corazón religioso y político de la ciudad. Aquí se rendía culto a Atenea, la diosa protectora de Atenas, se celebraban las Panateneas (su fiesta más importante) y se levantaron templos que todavía hoy te dejan con la boca abierta.
Cuando subas, verás que la Acrópolis de Atenas no es un monumento, sino un conjunto enorme: los Propileos (la puerta monumental de entrada), el Templo de Atenea Niké, el Erecteion con las famosas Cariátides, y, claro, el Partenón presidiendo todo desde el centro. Y si bajas por la ladera sur, te encontrarás con el Teatro de Dioniso y el Odeón de Herodes Ático, donde aún se celebran conciertos en verano.
Consejo de persona con suela desgastada: lleva agua y un buen calzado, porque el mármol subiendo a la Acrópolis resbala más que una pista de hielo. Y si eres de las que disfrutan entendiendo lo que ven, haz la visita con guía o audioguía: los carteles informativos son bastante escuetos.
👉 Te dejo toda la información sobre las entradas a la Acrópolis de Atenas.
Qué ver en la Acrópolis: los imprescindibles de tu visita
La visita a la Acrópolis de Atenas empieza fuerte, literalmente: cuesta arriba. Pero tranquila, porque el esfuerzo merece la pena. En cuanto atraviesas los Propileos, esa puerta monumental que marcaba la entrada al recinto sagrado, ya notas que estás pisando historia. Y si te pasa como a mí, que subí en plena ola de calor (en abril, a dios gracias), también notarás que estás acercándote al sol.
Cuando coronas la Acrópolis, puedes caer en el error de ir directamente al edificio grande y pasar del resto. ¡Grave error! El conjunto es un tesoro, y mi recomendación es que te detengas en cada uno de los puntos que te voy a enseñar qué ver en la Acrópolis de Atenas. ¡No todo es el Partenón!
El Partenón
El protagonista absoluto. Dedicado a Atenea, la diosa de la sabiduría y patrona de la ciudad, es el símbolo de la Grecia clásica. Lo habrás visto en mil postales, en 50 documentales y quizás en varias películas, pero eso no va a cambiar tu primera impresión cuando te plantes delante de él.
Es, sin duda, la obra maestra del proyecto de Pericles que te he contado. Se terminó en el 438 a.C. y fue un templo dedicado a la diosa Atenea Partenos. Eso sí, lo que ves hoy en día es el resultado de mucho trajín. Ha sido de todo: templo pagano, iglesia cristiana, mezquita… y hasta le cayó una bomba mientras se usaba de polvorín en el siglo XVII.
Curiosidades que quizás te interesen sobre el Partenón
- Sus columnas tramposas: recuerda el truco de la éntasis que te dije antes. Fíjate en la parte central de las columnas del Partenón, no son cilíndricas perfectas, tienen una curva sutil. Así, desde abajo, parecen rectas. Nosotras nos lo pasamos pipa haciéndonos fotos de todos los ángulos posibles. Y no, no pillamos ninguna torcida.
- El Friso: el friso del Partenón original, ese que narraba la procesión de las Panateneas, no está allí (bueno, quedan restos). Si te interesa ver la parte que se llevó el británico Lord Elgin (y que sigue siendo una disputa eterna), tendrás que ir al British Museum. Si no quieres salir de Grecia, ve al cercano Museo de la Acrópolis, donde han recreado y expuesto lo que sí queda. A mí estas cosas de expolios me duelen en el alma, no imagino cómo debe sentarle a un griego.
- ¿Sabes quién fue el arquitecto del Partenón? El cerebro detrás de todo, el que ideó la decoración escultórica y dirigió la obra, fue el escultor Fidias. Se le considera uno de los más grandes de la Antigüedad.
- Lo que menos nos gustó: los andamios que lo rodeaban desde hace 20 años. Efectivamente, cuando fuimos nosotras ahí seguían, impertérritos al paso del tiempo. ¡Pero cuando tú vayas ya no! ¡Los acaban de quitar! ¡Qué alegría!
El Erecteion y sus famosas Cariátides, mis preferidas de la Acrópolis
Justo al lado del Partenón está el Erecteion, más pequeño pero mucho más curioso. Es el templo donde, según la mitología, Atenea y Poseidón compitieron por ser los dioses protectores de la ciudad. Se supone que aquí estaban las pruebas de sus regalos a los atenienses: la marca del tridente de Poseidón en una roca y el olivo sagrado de Atenea.
Lo reconocerás enseguida por las seis Cariátides, esas figuras femeninas que hacen de columnas. La razón por la que están ahí es puramente estética, pero la historia que se cuenta es que son representaciones de las mujeres de Caria, una ciudad que se alió con los persas (los enemigos) y que, como castigo, estaban condenadas a llevar siempre el peso de un templo sobre sus cabezas. Lo que vas a ver en la Acrópolis de Atenas son réplicas, las auténticas las podrás ver en el Museo de la Acrópolis (luego te hablo de esto).
A mí es lo que más me gustó en la Acrópolis de Atenas y por madrugar mucho, lo vimos casi solas. Pero eso te lo cuento en el apartado de consejos para que lo puedas disfrutar tanto como nosotras.
Los Propileos: la puerta de entrada monumental
Cuando terminas de flipar con el Partenón y el Erecteion, toca mirar hacia abajo y hacia la entrada. Los Propileos de la Acrópolis de Atenas no son un templo, sino la entrada monumental y la única vía de acceso a la Acrópolis en la antigüedad.
Propileos significa, literalmente, ‘lo que está delante de las puertas’. Es una obra impresionante que sirve de antesala, pero a menudo la gente pasa de puntillas por ella. Fíjate bien en la complejidad de sus techos y en la estructura.
Templo de Atenea Niké
Justo antes de cruzar los Propileos (o justo después, según cómo lo mires), te encuentras con este templo pequeño, coqueto y perfectamente proporcionado, situado en un bastión en el extremo suroeste.
Es el Templo de Atenea Niké (Niké, en griego, significa victoria). Se construyó para celebrar las victorias de Atenas contra los persas. A veces lo llaman el templo de la «Victoria sin alas», porque la estatua de Atenea que albergaba no tenía alas para evitar que la diosa pudiera volar y abandonar la ciudad. Una manera un poco melodramática, pero efectiva, de asegurarse el favor divino. Es un punto genial para hacer una foto con el paisaje de Atenas de fondo.
La verdad es que toda la historia de la Acrópolis de Atenas es una verdadera delicia para todos los que nos gusta la mitología (¿se nota que a mí me encanta, no?). La única pena del viaje es no haberlo hecho con Noa, porque le flipa la mitología, diría que más que a mí. ¡Y de verdad que lo hubiese gozado!
El Teatro de Dioniso
Bajando por la ladera sur, este es el lugar donde nació el teatro tal y como lo entendemos hoy. Aquí se representaron las tragedias de Sófocles y Eurípides, y si te fijas, todavía se distinguen los asientos de piedra con nombres grabados. Cierto es que ni Eurípides tiene la entidad de Atenea, ni tampoco el Partenón tiene la misma que el Teatro de Dioniso. Aún así te recomiendo que disfrutes de cada lugar de la Acrópolis de Atenas como hicimos nosotras porque la verdad es que merece la pena cada euro que pagas.
El Odeón de Herodes Ático
Y justo al lado, otro imprescindible: el Odeón de Herodes Ático, un teatro romano posterior, en uso desde el siglo II. Hoy acoge conciertos y representaciones en verano, y es espectacular ver cómo lo antiguo vuelve a nacer en lo contemporáneo.
DATOS ILIMITADOS EN GRECIA POR 3 € AL DÍA CON HOLAFLY
Si has llegado a este post desde fuera de Europa y/o no tienes roaming, te dejo la mejor eSIM que puedes encontrar para estar conectado todo tu viaje.
Pincha en el botón de abajo y usa mi código ESTONOESLOQUEPAREZE para obtener un 5% de descuento.
Cuándo visitar la Acrópolis: horarios y mejor momento del día
Vamos al quid de la cuestión logística. Saber cuándo ir a la Acrópolis es tan importante como llevar la entrada comprada. De esto dependerá que tu visita sea memorable o que acabes odiando a Pericles y a toda su generación.
Te lo voy a decir sin rodeos: no vayas a la Acrópolis a mediodía en verano. Ni aunque te creas inmune al calor o lleves una gorra con ventilador. No hay sombra, el mármol refleja el sol como si fuera un espejo y las colas para entrar parecen el Camino de Santiago.
La Acrópolis de Atenas abre temprano (sobre las 8:00 h, aunque conviene revisar los horarios actualizados porque cambian según la temporada), y la primera hora de la mañana es sin duda la mejor opción. No solo por la temperatura, también porque los grupos de excursiones aún no han llegado. Si madrugar no es lo tuyo, la última franja de la tarde también es buena para visitar la Acrópolis de Atenas: la luz es más cálida, hay menos gente y las fotos salen espectaculares.
Horarios de la Acrópolis de Atenas
Lo primero que tienes que saber es que los horarios de la Acrópolis de Atenas cambian según la temporada (verano o invierno).
- En verano (del 1 de abril al 31 de octubre): El horario habitual es de 8:00h a 20:00h (la última entrada suele ser a las 19:30h). Y con excepciones, porque a partir de septiembre van adelantando media hora el cierre, cada 15 días, hasta llegar hasta las 18.00 a finales de octubre.
- En invierno (del 1 de noviembre al 31 de marzo): El horario se reduce bastante, normalmente de 8:00h a 17:00h (última entrada a las 16:30h).
¡Ojo al dato! Estos horarios pueden variar ligeramente, y hay días festivos en Grecia (como el 25 de marzo, 1 de mayo, Domingo de Pascua, Navidad…) en los que puede estar cerrado o tener un horario especial. Mi consejo es que siempre, siempre, compruebes el horario exacto para tus fechas en la web oficial del Ministerio de Cultura griego antes de ir (no te enlazo la web porque es un sitio no seguro y no es bueno para mi web, pero si lo buscas está enlazado a la ficha de Google).
¿Cuál es la mejor hora para visitar la Acrópolis? (Mi consejo)
Y ahora, la confesión de amiga. Si quieres disfrutar de la visita y no morir de calor o de agobio, tienes que ser estratega.
EVITA a toda costa el mediodía (especialmente entre las 11:00 y las 14:00). Es el infierno en la tierra: el calor en verano es insoportable (allí arriba no hay ni una sombra donde esconderse) y coincide con la llegada masiva de los cruceros y los grupos organizados.
Solo hay dos momentos buenos de verdad para visitar la Acrópolis:
- A primerísima hora (a las 8:00h en punto): Si eres madrugadora, esta es la mejor opción. Serás de las primeras en entrar, evitarás el calorazo y podrás hacer fotos del Partenón sin las 300 personas que llegarán una hora después. De hecho yo llegaría cuarto de hora o media hora antes, por experiencia propia te digo. Te cuento nuestra experiencia más abajo.
- La última hora y media (antes del cierre): Esta es la opción perfecta si prefieres tomártelo con calma por la mañana. La mayoría de grupos ya se ha ido, el sol empieza a bajar y la temperatura es mucho más agradable. Además, la luz dorada de la tarde sobre el mármol del Partenón es una pasada y te ahorras el achicharramiento.
Nosotras optamos por ir con una entrada sin colas a las 8 de la mañana. Llegamos 10 minutos antes y no fuimos para nada las primeras. Eso sí, entramos directamente y luego FLIPAMOS cuando nos fuimos con las hordas de personas que entraban a la Acrópolis de Atenas. Ten en cuenta que llegan GRUPOS ENORMES de cruceristas que pueden hacer de tu visita un infierno. Así que mi mejor consejo sin dudas es que madrugues y compres una entrada sin colas. Para esto último, ahora te ayudo.
Temporada alta y baja para visitar la Acrópolis
De abril a octubre es temporada alta, con mucho calor y muchísimo turismo. Nosotras viajamos en abril y todavía sigo alucinando del calor (y del turismo también). Si viajas en esos meses, lleva agua, gorra y zapato cerrado, que el suelo pulido del Partenón es una pista de patinaje. De noviembre a marzo hay menos visitantes y la entrada cuesta la mitad, así que es una opción genial si no te importa el fresquito.
Días con más y menos afluencia
Los fines de semana y los días en que atracan varios cruceros son los peores. Si puedes, intenta visitarla entre semana, y mejor aún si lo haces a primera hora. Y algo que no todo el mundo sabe: algunos días del año la entrada es gratuita, pero no te emociones, porque el recinto se pone a reventar. Por si lo quieres saber, los días en los que la entrada a la Acrópolis es gratuita son: el 6 de marzo, el 18 de abril, el 18 de mayo, el último fin de semana de septiembre, el 28 de octubre y el primer domingo de cada mes (de noviembre al 31 de marzo).
También podría interesarte…
¡Todos los posts de Atenas!
Entradas a la Acrópolis: ¿cuál comprar y dónde?
Vale, llegamos al punto crítico. Has visto los horarios, sabes qué ver, te has mentalizado con el calor, pero… ¿cómo entras? Y, sobre todo, ¿cómo entras sin pasar una hora y media de tu valioso tiempo en Atenas haciendo cola bajo un sol que, te aseguro, no tiene piedad?
Lo primero que tienes que saber es que comprar la entrada en la taquilla el mismo día es, casi siempre, una idea horrible. Las colas son épicas, te lo digo por experiencia de verlas (no de hacerlas, por suerte).
Lo segundo es que hay dos tipos de entradas principales: la entrada sencilla (solo para la Acrópolis y sus laderas) y la entrada combinada (que te incluye el acceso a otros 6 sitios arqueológicos, como el Ágora Antigua o el Templo de Zeus Olímpico).
Aquí es donde empieza el lío: ¿Cuál compensa? ¿Dónde se compra la entrada oficial? ¿Es mejor comprarla online? ¿Me la descargo en el móvil?
Como este tema es, literalmente, la clave para ahorrar tiempo, dinero y salud mental en tu visita, le he dedicado un artículo entero, súper detallado, donde te desgrano todas las opciones, comparo precios y te explico paso a paso dónde y cómo comprarlas para no fallar.
No me voy a enrollar aquí porque allí tienes toda la información masticada. Si quieres ir sobre seguro, léete esto:
Artículo imprescindible: Todo lo que tienes que saber sobre las entradas a la Acrópolis de Atenas (y cómo saltarte las colas)
Mapa de la Acrópolis de Atenas y accesos: cómo orientarte

Esta es la Puerta de Propileos
Con tus entradas virtuales para la Acrópolis de Atenas, toca saber por dónde tirar. Aunque la Acrópolis se ve en todo lo alto: tiene dos accesos muy claros y saber cuál elegir depende del tipo de entrada que lleves.
Accesos: ¿por dónde entro a la Acrópolis de Atenas?
Hay dos puertas principales, y la elección es estratégica:
- La Entrada Principal (Oeste): Es la entrada monumental, la de los Propileos. Aquí es donde van todos los grupos organizados y donde se forman las colas más bestias (como las que vimos nosotras porque salimos por esta puerta) si vas a comprar la entrada en taquilla.
- La Entrada Sur (Sureste): Está situada junto al Museo de la Acrópolis y el Teatro de Dioniso. Es mucho (muchísimo) más tranquila y la recomiendo si has comprado una entrada online sencilla y quieres evitar aglomeraciones al pasar el control.
¿Qué hicimos mi hermana y yo?
Nosotras entramos por la Entrada Principal (Oeste). ¿Por qué? Porque teníamos la entrada combinada sin colas con audioguía que ya habíamos comprado online. Si llevas un ticket de este tipo, te saltas la cola de la taquilla y accedes directamente. La verdad es que, si puedes hacerlo así, la sensación de entrar por los Propileos es un subidón y te sitúa de golpe en la grandeza del lugar. ¡Con esta entrada no tienes que esperar cola para recoger y dejar audioguía, ya que te la descargas en tu propio smartphone! ¡Así que no te olvides los cascos!
Si no llevas una entrada sin colas tan clara, mi consejo sigue siendo que valores entrar por la Sur. Es un acceso más relajado que te permite subir viendo los teatros primero.
Mapa de la Acrópolis

Cómo llegar a la Acrópolis de Atenas
Aunque la Acrópolis domina el horizonte de Atenas y parece que ‘todos los caminos llevan a ella’, lo cierto es que tienes que saber cómo llegar a sus entradas concretas sin dar un rodeo absurdo. Además, quizás, quieras elegir zona de alojamiento según cómo llegar a la Acrópolis. Así que te lo cuento y también te digo qué opción elegimos nosotras. ¡Muy atento!
Las dos formas más lógicas de llegar como turista son el metro o, mi favorita, a pie.
Llegar a la Acrópolis de Atenas en metro
Si tu hotel está más alejado o si simplemente prefieres guardar las fuerzas para la subida, el metro es la opción más lógica. Hay dos paradas que te dejan muy cerca de las entradas (aunque la subidita no te la va a ahorrar nadie).
- Estación Akropoli (Línea 2 – Roja): Es la más evidente. Te deja literalmente a dos minutos de la entrada Sur (la del Teatro de Dioniso). Es la opción perfecta si has decidido entrar por esa puerta más tranquila.
- Estación Monastiraki (Línea 3 – Azul y Línea 1 – Verde): Esta parada te va genial si vas a entrar por la puerta Oeste (la principal, la de los Propileos). Desde la plaza de Monastiraki tienes un paseo muy chulo subiendo por las callejuelas de Plaka o bordeando el Ágora Antigua.
En taxi o traslado privado (la opción cómoda)
Una de las opciones más populares entre las personas más mayores o los que ya están cansados de recorrer Atenas andando, es llegar a la puerta de la Acrópolis de Atenas andando. Aplicaciones como Uber o Beat (esta última es la más popular en Grecia) funcionan perfectamente y te dejarán en la puerta que les pidas (la Oeste o la Sur).
A pie: la mejor opción (si te alojas bien)
Y ahora, la opción que hicimos mi hermana y yo: ir andando. Si te alojas en pleno centro, en barrios como Plaka, Monastiraki o Koukaki, estás a un paseo de 10 o 15 minutos de cualquiera de las dos entradas.
Nosotras nos quedamos en [este hotel] que, por cierto, nos ENCANTÓ y estábamos a unos 15 minutos andando tranquilamente de la entrada de los Propileos (la principal, que fue por donde entramos nosotras con la entrada combinada).
Sinceramente, si tu alojamiento está bien ubicado, el paseo por los alrededores de la Acrópolis, viendo cómo te vas acercando a esta belleza histórica, es parte de la experiencia.
Consejos extra para visitar la Acrópolis: aprovéchate de nuestros errores
Ya tienes toda la información oficial y logística. Ahora, déjame darte esos consejos de amiga que te salvan de un mal día y que marcan la diferencia entre una visita genial y una tortura griega.
Lleva calzado que se arregle bien al suelo
Esto va muy pero que muy en serio: olvídate de las sandalias monísimas o de las chanclas porque el suelo patina que flipas. El mármol de la Acrópolis tiene 2.500 años y está pulido por millones de pies. Resbala como el demonio, incluso en seco. Necesitas zapatillas deportivas o un calzado con suela de goma que agarre bien. Tus tobillos me lo agradecerán y evitarás caerte sobre tantísimos años de historia y delante de millones de personas.
En mi caso (lo puedes ver en las fotos) viajé con sandalias Birkenstock (hasta que me compré unas Teva, las más cómodas) y casi me abro la cabeza. No porque no agarren, porque me parecen bastante ‘seguras’, sino porque tenían la suela muy desgastada. ¡Así que revisa bien los pies por tu seguridad!
Evita la entrada principal si puedes (sobre todo si odias las colas)
La puerta de los Propileos es la más bonita, pero también la más lenta. La entrada junto al Teatro de Dioniso es muchísimo más fluida, tiene algo de sombra en el ascenso y te permite empezar la visita de manera más cómoda.
Eso sí, las visitas guiadas suelen partir de la otra entrada.
La cobertura a ratos va y viene (descarga todas las apps y audioguía antes de subir)
Arriba hay zonas donde el móvil funciona y zonas donde parece que has viajado al año 500 a. C. Si quieres usar audioguía, mapa digital o entrada descargada, tenlo abierto antes de subir. He visto a gente agobiada en la cola porque el QR no cargaba. ¡Avisado quedas!
Evita las horas de cruceros
Los días que llegan dos o tres cruceros a la vez, el recinto se llena de grupos que bloquean pasos estrechos. Hay algunas webs que publican los horarios online, pero yo no he encontrado nada fiable. . Así que lo mejor es ir a primera hora o última y tu experiencia cambiará por completo.
Ve al baño antes de entrar a la Acrópolis de Atenas
Parece una tontería, pero es un consejo de oro. Los aseos están fuera, cerca de las taquillas. Una vez que cruzas los Propileos y estás en la cima, la logística para encontrar un baño se complica bastante. Aunque si me haces caso y vas, como nosotras, a primera hora, irás con los deberes hechos.
Completa tu visita con el Museo de la Acrópolis
Mucha gente intenta hacer el combo Acrópolis + Museo de la Acrópolis en la misma mañana. Bajo mi punto de vista, es un error. Acabas saturado de piedras y no disfrutas ni una cosa ni la otra. El Museo es una pasada (allí están las Cariátides originales) y merece una visita tranquila. Mi consejo: dedica una mañana a la Acrópolis y ve al Museo esa tarde (si te quedan fuerzas) o, mejor aún, al día siguiente.
- Si quieres hacerlo por separado, aquí tienes la entrada al Museo de la Acrópolis.
- Entrada combinada: Acrópolis y Museo de la Acrópolis.
- Entrada combinada CON AUDIOGUÍA: Acrópolis y Museo de la Acrópolis.
Todas tus preguntas sobre la Acrópolis
¿Cuál es la diferencia entre la Acrópolis y el Partenón?
¡La pregunta del millón! Es fácil: la Acrópolis es la colina entera, la «ciudad alta» fortificada donde están todos los templos. El Partenón es el edificio más famoso (y grande) dentro de la Acrópolis, el templo dedicado a la diosa Atenea. Así que visitas el Partenón mientras estás en la Acrópolis.
¿Cuánto tiempo necesito para visitar la Acrópolis?
A ver, si vas a la carrera y solo quieres la foto con el Partenón, en 60 minutos estás fuera. Pero si quieres disfrutarlo (y te has gastado el dinero en la entrada), lo normal es echar entre 90 minutos y 2 horas. Así te da tiempo a rodear el Partenón, ver el Erecteion, flipar con las vistas desde los Propileos y bajar viendo los teatros sin que te dé un golpe de calor.
¿Qué son las Cariátides y dónde están?
¡Importante! Las Cariátides son esas famosas columnas con forma de mujer. Mucha gente las busca en el Partenón, pero NO están en el Partenón. Las encontrarás sosteniendo el pórtico del Erecteion, que es el otro templo famoso, situado justo enfrente del Partenón. (Y un dato extra: las que ves al aire libre son copias; las originales están a salvo en el Museo de la Acrópolis).
¿Es accesible para personas con movilidad reducida?
En parte. Hay rampas y un ascensor, pero los accesos pueden cambiar según la temporada o el mantenimiento. Lo mejor es comprobarlo en la web oficial antes de ir
¿Se puede visitar la Acrópolis de noche?
Solo en eventos puntuales o jornadas especiales. La visita estándar es diurna, pero verla iluminada desde la colina de Filopapo al atardecer es un planazo.
Consejo de disfrutona: te recomiendo tomarte algo en alguna terraza con vistas a la Acrópolis y disfrutar con la iluminación. nocturna mientras te tomas un vino griego.
¿Hay días con entrada gratuita?
Sí, hay varios días al año en los que la entrada es gratuita:
- 6 de marzo (en honor a Melina Mercouri)
- 18 de abril (Día Internacional de los Monumentos)
- 18 de mayo (Día Internacional de los Museos)
- Último fin de semana de septiembre (Jornadas Europeas del Patrimonio)
- 28 de octubre (Día del «No»)
- Primeros domingos de mes de noviembre a marzo
- Ten en cuenta que esos días suele haber más gente, así que llega temprano.
Y hasta aquí este manual de supervivencia para la Acrópolis. Ya ves que, aunque pareciese el plan de despedida de soltera más raro de la historia, mi hermana y yo salimos de allí vivas, sin insolación y (lo más importante) sin haber hecho ni un minuto de cola gracias a la organización.
Quítate los prejuicios: la Acrópolis impresiona. Es uno de esos pocos sitios en el mundo que, por más que hayas visto en mil fotos, cuando estás allí delante te hace sentir pequeño. Con todos los posts de Atenas que he escrito ya, lo tienes todo hecho. Ahora solo te queda disfrutarlo y, al bajar, celebrarlo con una cerveza Mythos bien fría. ¡Te lo has ganado!
Si viajas a Atenas ahorra con estos enlaces…
-5% con Iati
Nosotros SIEMPRE viajamos con seguro de viajes y confiamos en Iati. ¡Te dejo un 5% de descuento para que te salga más baratito!
Booking
¡Reserva tu alojamiento al mejor precio y con cancelación gratuita!
DiscoverCars
¡Los mejores precios para alquiler de coche con las mejores condiciones en Discovercars!
Civitatis
Los mejores tours en español en todo el mundo. ¡Muy recomendables!
-5% con Holafly
Con el cupón ESTONOESLOQUEPAREZE obtendrás un descuento para comprar tu eSim con Holafly .
Es la manera más cómoda de tener internet en el extranjero, ya que haces la compra e instalas la eSim en tu móvil.
Es muy cómodo si visitas varios países y también para tener internet en las pesadas escalas. ¡Aprovecha el descuento!
Decathlon
Encuentra la mejor equipación, gadgets y ropa barata para tus viajes.





















