Senderismo en La Palma: Senderismo de la Caldera de Taburiente desde el mirador de los Brecitos

Si estáis buscando información sobre rutas de senderismo en La Palma seguro que estáis alucinando con la variedad de los que hay. A nosotros nos costó decidirnos por uno y, sobre todo, encontrar uno adecuado a viajar con una niña de 4 años. Y, efectivamente, os hablo del trekking por la Caldera del Taburiente de la Palma. Bueno, adecuado no sé si es la palabra, pero lo hicimos ayudándonos de porteo. Es sencillamente ESPECTACULAR, así que quiero compartir todos los tips actualizados sobre este sendero a día de hoy.

Pero como ya sabéis que nos gustan los retos, como aquel trekking de 20 kilómetros en Argentina yendo a ver el Fitz Roy, teníamos que buscar algo para darnos la paliza y dar dinero a los fios a la vuelta del viaje 😂.

Este que os voy a contar quizás no sea apta para todos los niños de esa edad, pero nosotros contábamos con el apoyo extra del porteo. A pesar de tener esa edad, nuestra peque pesa 17 kilos y todavía podemos portearla rato.

Si buscas senderismo en La Palma con mayúsculas, la Caldera de Taburiente es la ruta que te va a poner los pelos de punta y las piernas como rocas. Considerado el trekking más emblemático de la isla, una mezcla de pinos infinitos, paredes verticales y un final entre ríos y piedras donde entiendes por qué la llaman la isla bonita.

Lo habitual es dejar el coche en el aparcamiento del Barranco de las Angustias y subir en taxi hasta el Mirador de Los Brecitos, punto donde empieza la bajada a pie. Los taxis se pagan por coche (no por persona) y suelen compartirse entre senderistas. El precio orientativo sigue rondando los 50–55 € por vehículo, y la subida dura unos 30 minutos de curvas y vértigo. Te recomiendo madrugar, porque los taxis funcionan sobre todo por la mañana y luego cuesta más encontrar uno disponible.

Si no quieres complicarte, puedes pedir el taxi directamente en el Centro de Visitantes o desde tu alojamiento; los hoteles suelen tener los números actualizados.

Nuestra experiencia: así lo hicimos nosotros

El taxi lo pedimos por teléfono, gracias al contacto que nos dieron en el hotel en el que nos alojamos, que por cierto fue una ganga (380€, 10 noches y era precioso, bungalows independientes con piscina). Vamos, que cuando le mandé el vídeo a mi familia, tardaron en querer reservar. Lo malo que estaba lleno para agosto, así que os recomiendo que si os gusta reservéis con tiempo. ¡Os dejo el enlace del hotelazo con ubicación increíble muy cerca de los Llanos de Aridane!

El precio por subir desde el parking al mirador de los Brecitos es 51€ y se tarda una media hora subir. Una subida de infarto, por cierto, llena de curvas y súper estrecha.

Una vez llegas, divisas las cumbres de las montañas, desde bien al lado, perdidas entre las puntas de los pinos. En nuestro caso había una nube que cubría la mitad de la montaña, dejando asomar la cumbre. Pero esta situación duró una media hora como mucho y luego se despejó para dar paso a un sol del que nos protegía el frondoso bosque.

Aún así, si os decidís por esta ruta, os recomendamos madrugar un poquito, para aprovechar el fresquito el máximo posible, porque los últimos kilómetros son por una zona totalmente despejada de árboles.

• Por esto, es bastante más económico (y vas con guía en español) reservar esta excursión de senderismo en la Caldera de Taburiente. Por 30€ vas acompañado, te prestan bastones y te incluye el transporte.

A pesar de que te la puedes hacer entera (subir y bajar), lo que se suele hacer es dejar el coche en el parking y alquilar un taxi que te sube a la cumbre y desde ahí bajar 17 kilómetros para disfrutar de esta magnífica ruta de senderismo por la Palma.

La aventura empieza fuerte: una carretera estrecha y con curvas de las que marean al mismísimo Google Maps. Pero cuando llegas arriba, el paisaje compensa: un mirador con vistas a los picos de la Caldera de Taburiente, cubiertos de pinos y nubes que se disuelven como humo. Desde allí comienza el descenso. Al principio, el camino serpentea por un bosque fresco y frondoso donde apetece parar cada dos metros a hacer fotos.

Los primeros kilómetros son una maravilla. El sendero baja entre pinos y va abriendo vistas al Roque de Idafe, una de las formaciones más reconocibles del parque. A ratos se escucha el agua del río Almendro Amargo y se cruzan pequeños puentes de madera. La verdad es que es una auténtica pasada y ya solo en el inicio te das cuenta de a qué te vas a enfrentar,

Comenzamos el descenso combinando paseo de la peque y porteo, haciendo paradas para disfrutar del paisaje.

A mitad de camino, se llega a la Playa de Taburiente, que no es una playa como tal, sino una zona de acampada junto a un río donde puedes descansar, mojarte los pies y, si hace calor, darte un mini baño. Hay mesas y sombra, así que es el sitio perfecto para parar a comer algo.

Después de comer en la zona de acampada y de meter los pies en el río (placer máximo) llega el temido tramo de El Reventón. Y aviso: el nombre no está puesto al azar. Es el momento en el que las piernas empiezan a acordarse de todos los pecados cometidos el último año. El sendero se estrecha, el suelo se vuelve resbaladizo y los bastones se convierten en tus mejores amigos. Aun así, el paisaje es de esos que te dejan sin aliento (y no solo por la cuesta). A un lado, el Roque de Idafe, un pedazo de piedra monumental y al otro naturaleza a raudales. Nosotros bajamos combinando porteo, paseo y alguna que otra pausa estratégica para no morir de agujetas antes de tiempo. Flipamos bastante con lo que disfrutó Noa con este trekking la verdad. ¡No nos lo esperábamos!

Si estás haciendo senderismo en La Palma y no terminas aquí, algo estás haciendo mal. La Cascada de los Colores es el punto más mágico de la ruta de la Caldera de Taburiente (y el más frío también). Para llegar hay que desviarse del sendero principal unos 15 minutos y cruzar el río (ojo con las piedras, que resbalan muchísimo). Primero aparece una pequeña poza donde puedes remojarte los pies, pero unos metros más adelante está la joya de la corona: una pared teñida de verdes, amarillos y naranjas por los minerales del agua. Es como si alguien hubiese abierto una paleta de acuarelas sobre la roca. Nosotros llegamos con el sol alto y la luz hacía brillar los colores de una forma alucinante.

Desde la cascada, el trekking por la Caldera de Taburiente se vuelve mucho más amable. La ruta sigue por el Barranco de las Angustias, donde el sendero se convierte en un paseo entre rocas gigantes y pozas cristalinas. Aquí es cuando el cansancio se mezcla con la emoción y te sorprendes riéndote de cualquier cosa. Noa iba feliz saltando de piedra en piedra y yo rezando para no acabar en el agua. Es la parte más divertida, sobre todo si viajas con niños, y también una de las más fotogénicas del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Eso sí, si haces la ruta en verano, lleva sombrero, crema solar y agua como si no hubiese un mañana. Hay tramos sin sombra y el sol no perdona.

El último tramo puedes hacerlo por el lecho del río, y para mí es de lo más bonito y diferente de todo el senderismo por la Caldera de Taburiente. Es, además, la parte más agradable y divertida para los peques (y no tan peques). Vas caminando entre rocas gigantescas, saltando de piedra en piedra, mientras el paisaje cambia completamente respecto al resto del trekking. Nosotros lo hicimos así, siguiendo el curso del agua, y Noa iba entretenidísima buscando las marcas del camino (que, todo sea dicho, nos salvaron de perdernos varias veces).

Ojo con la Presa de Argual: aquí todos dudan (si está abierta esta zona)

Cuando lleguéis a la Presa de Argual, os va a tocar cruzar el río. Es la zona donde pisarás más agua de todo el camino, aunque en julio no es nada exagerado (en otras épocas puede variar). Aquí todos los senderistas hacemos el mismo gesto: mirar alrededor y pensar “¿y ahora por dónde?”. Nosotros nos quedamos bloqueados. Unos tiraron por la izquierda, metiéndose por el lecho del río, y otros (entre ellos nosotros) subimos por un sendero también a la izquierda, marcado con señales. Y sí, luego vimos el cartel que avisaba de peligro. Confirmamos, lo era. Pero lo otro, sinceramente, no lo vimos. Así que ya sabéis (si ahora mismo está abierto): cuando lleguéis a la presa de Argual, cruzad el río y seguid por el camino llano y empedrado que discurre paralelo al cauce, sin volver a subir al barranco. Es más sencillo y más seguro.

Caminando por el río (y alguna decisión cuestionable)

A partir de ahí, si sigues las marcas del sendero, verás que en algunos tramos te hacen subir por la ladera para luego volver a bajar. Nosotros hicimos caso omiso a las flechas (no sé si bien o mal) excepto cuando había aviso de zona de desprendimientos, y continuamos por el cauce del río. Fue más directo, más fresco y mucho más entretenido. Eso sí, casi nos arrepentimos en una zona PRECIOSA donde había que elegir entre tirarse por una especie de tobogán con resaltos de piedra o escalar una roca y saltar después. Elegimos lo segundo, y bien, aunque resbalaba un poco. ¡Eso sí! Qué lugar tan precioso. Ya no me quedaban dudas que el senderismo por la Caldera de Taburiente no solo me pareció el más bonito de la isla de la Palma, sino de los que había hecho hasta ahora en España.

Por si te has sentido abrumado por la descripción y prefieres hacer el sendero acompañado y que, además, te incluya el transporte, te dejo esta excursión guiada MUY BARATA que te incluye además bastones de trekking y transporte.

No quiero sonar gallega pero: depende. Depende del niño y depende de vosotros.

Vimos a niños hacer la ruta completa (de seis años en adelante). Los que sois padres sabéis que los niños entre 3 y 6 años son los más complicados para rutas largas, ya que dependiendo de su peso y tamaño son los más complicados de portear y son los que menos kilómetros aguantan andando.

Así que si tenéis peques pequeños, ¡a por ello con una mochila de porteo! Y si los tenéis mayores y con ganas de caminar y disfrutar de la naturaleza es genial.

El terrero no es nada peligroso, aunque la zona del reventón es la más empinada y resbaladiza. Pero yendo despacito, con el calzado adecuado y si tenéis bastones ayudará, no hay problema.

Eso sí, tened en cuenta que el trekking discurre por un ‘precipicio’ en todo momento, así que tendréis que tener controlados a los peques por su seguridad. Pero si vais tranquilos y pendientes, puede ser un gran trekking por La Palma para hacer en familia.

Como os decía son 17 kilómetros y lo que habíamos leído es que se completaba en unas 6 horas. Nosotros la hicimos en 7, que no está nada mal, contando con la parada de la zona de acampada para comer, más tiempo de baño en la cascada. Además de añadir que Noa se debió andar unos 5 kilómetros y los hicimos a su ritmo.

Aquí tenéis el mapa para saber dónde estacionar el coche en el parking del sendero.

Os dejo un enlace directo a la página de Visit La Palma para descargaros el mapa del sendero de la Caldera de Taburiente. Si pincháis se os bajará directamente un pdf con la información.

Si te sobra tiempo en La Palma o te quedas con ganas de más naturaleza (que es lo más probable), hay varios lugares alrededor de la Caldera que merecen una escapada. Lo bueno de la isla es que todo está relativamente cerca, aunque las carreteras tengan más curvas que una culebra con vértigo.

1. Los Llanos de Aridane, tu lugar después de visitar la Caldera de Taburiente

Es la base perfecta para descansar después del trekking. Tiene ambiente local, terrazas agradables y calles llenas de vida. Ideal para una tarde tranquila, una cervecita y una cena con vistas al atardecer. Puedes hacer un paseo guiado por su casco histórico o incluso una visita nocturna para descubrir su historia bajo las estrellas.

👉 Espeoleología en la Cueva de las Palomas en los Llanos

2. El Roque de los Muchachos

El punto más alto de La Palma (2.426 m) y uno de los mejores lugares del mundo para observar las estrellas. Subir al mirador es casi obligatorio, y si puedes, hazlo al atardecer. También puedes apuntarte a una visita guiada para ver las estrellas en uno de los mejores starlights del mundo.

👉 Senderismo por el Roque de los Muchachos desde Santa Cruz de la Palma

3. Volcán San Antonio y Volcán Teneguía

Dos paradas muy chulas si te interesa el paisaje volcánico. En el San Antonio hay un centro de visitantes y sendero circular con vistas al cráter; el Teneguía, más salvaje, te lleva hasta el mar.

👉 Ruta de los volcanes de La Palma

4. Cubo de la Galga

Una de las rutas de senderismo más bonitas de la isla, mucho más corta y húmeda que la de la Caldera. Bosques de laurisilva, helechos gigantes y ese aire de cuento que te hace pensar que te vas a cruzar con un elfo en cualquier momento.

👉 Excursión de senderismo por el Cubo de la Galga

5. Practica snorkel en Fuencaliente

Con guía, equipo de snorkel y neopreno. Yo siempre llevo mi equipo de snorkel, aviso.

👉 Snorkel en Fuencaliente.

Y así terminamos uno de los trekkings más espectaculares de La Palma.

Nosotros acabamos con agujetas y cara de haber sobrevivido a una gesta, pero con el corazón lleno. La ruta de la Caldera de Taburiente desde Los Brecitos no es solo una caminata: es una lección de naturaleza, paciencia y familia. Nos vemos en el próximo sendero (con menos curvas, espero 😅).