Entradas para Basílica de San Marcos y Palacio Ducal: cómo evitar colas y no quedarte fuera (como me pasó a mí)

He aquí uno de los dilemas cuando viajas a Venecia: dónde, cuál y qué entradas para la Basílica de San Marcos y Palacio Ducal comprar. Si te estás haciendo esa pregunta y todavía no ha comenzado tu viaje a la ciudad de los canales, genial, estás de suerte. Porque no vas a a tener ningún problema en conseguir entrar y disfrutar de la experiencia. No como nosotras (mi hermana y yo) que no reservamos con antelación y cuando quisimos comprar las entradas ya no había.Ni las básicas, ni las sin colas, ni las combinadas con el Palacio Ducal. Todo agotado. ¿Te lo puedes creer? Y ya te voy desvelando que ni siquiera era época alta, así que si vas a viajar a Venecia en primavera u otoño repite conmigo: pre-vi-sión.

Pero también te digo que hay un pequeño truqui para que puedas entrar por lo menos a disfrutar de la Basílica de San Marcos como nosotras. Más abajo de desvelo cómo, aunque quizás no te guste qué hay que hacer.

Así que si estás planeando tu viaje a Venecia y no quieres repetir mi error, quédate por aquí. Te explico dónde comprar las entradas para la Basílica de San Marcos, qué tipo de entradas existen, cuáles merecen realmente la pena y cómo evitar las colas que se cargan la magia del viaje.

Una vez superado el miedo a quedarte en tierra, toca decidir cuáles son las entradas para la Basílica de San Marcos y Palacio Ducal que te convienen. Nuestro foco es ahorrar tiempo y, si puede ser, dinero. Y te lo digo claro: la mejor compra es un paquete combinado, sí o sí.

Si eres de las que solo quiere ver una cosa y salir corriendo, aquí tienes las opciones. Aunque te aviso: comprar solo una de las entradas para la Basílica de San Marcos o solo la del Palacio Ducal es menos eficiente.

• Opción 1: Palacio Ducal (con audioguía). Es la antigua residencia de los Dux y un must. Si solo tienes tiempo para esto, esta entrada Palacio Ducal con audioguía te salva del batacazo de la cola. Esta entrada incluye además de la entrada al Palacio Ducal, al Museo Correr, al Museo Arqueológico Nacional y a la Biblioteca Marciana. La verdad es que es una entrada bastante completa.

• Opción 2: Basílica de San Marcos (con audioguía y realidad virtual). Si tu objetivo único son los mosaicos dorados y solo te da tiempo a esta visita, esta es la tuya. Es una entrada Basílica San Marcos de acceso rápido (dura 1 hora) y, ojo al dato, te llevas una experiencia de realidad virtual que recrea cómo era la plaza en la Edad Media. Punto extra por el frikismo.

Importante: No incluye ni la entrada a la Pala d’Oro ni al Museo de San Marcos. Es el acceso básico sin colas.

Si ya has asimilado que la pre-vi-sión es la clave y quieres optimizar tu mañana veneciana, mi apuesta (y el secreto para no perder horas de viaje) es la entrada combinada. Este es el que nos interesa, porque el usuario busca entradas Basílica San Marcos y Palacio Ducal y se lo damos masticado.

• Opción 3: Entradas a la Basílica de San Marcos y Palacio Ducal ‘Dos en Uno’ SIN COLAS (el eficiente, 2h 15 min). Una visita guiada que te resuelve las entradas Basílica San Marcos y Palacio Ducal de golpe. Ojo, detalle importante que he revisado: este pack incluye el Museo de San Marcos (los famosos Caballos de bronce y la Terraza), pero no incluye la Pala d’Oro (el retablo de oro). ¡CON GUÍA EN ESPAÑOL! 🇪🇸

• Opción 4 Tour Venecia Completo: Visita guiada + Entradas a la Basílica de San Marcos + Entradas Palacio Ducal (MI FAV, 4h). Si me preguntas a mí, la inversión que vale la pena es este tour. No solo incluye las entradas para la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal con acceso a los 4 museos de la plaza y un tour a pie (¡ideal para encontrar la Casa de Marco Polo!), sino que te organiza media jornada. Es la opción de máxima tranquilidad. Eso sí, tampoco incluye el Tesoro ni la Pala d’Oro (algo que vamos a ver en el punto siguiente). ¡CON GUÍA EN ESPAÑOL! 🇪🇸

Esta zona es un viaje dentro del viaje. De repente, estás en Malasia pero huele a curry, suena música india y las tiendas venden pulseras brillantes y especias al peso. Es pequeña, pero tiene muchísimo ambiente, sobre todo al final del día.

Desde Little India te metes casi sin darte cuenta en Armenian Street, y ahí cambia todo: aparecen las shophouses con fachadas pastel, tiendas de recuerdos monísimos, cafés escondidos y los primeros murales importantes. Es una calle viva, pero también pensada para que te pares, mires y te dejes llevar. Nosotros lo hicimos así, sin prisas, y acabamos parando a tomar algo cada dos manzanas. Lo típico.

Si tu objetivo primordial es ver el brillo espectacular de la Pala d’Oro y asegurarte la visita guiada a lo esencial de la Basílica sin líos, existe un pack diseñado solo para eso. Es más corto (dura 1 hora), pero te garantiza la entrada a la joya:

• Opción 5: Entradas para la Basílica de San Marcos + Pala D’Oro (1 hora). Este sí te garantiza la visita guiada a lo esencial de la Basílica y el acceso a la Pala d’Oro. En el proceso de compra podrás añadir también la entrada para el Palacio Ducal de Venecia (y se aumenta el tiempo de visita guiada). ¡VISITA GUIADA EN ESPAÑOL! 🇪🇸

¡Garantiza tu acceso a la Pala D’Oro en la Basílica de San Marcos aquí!

Ya te he convencido de que comprar las entradas para la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal con antelación es un triunfo. Pero una vez dentro del Palacio, toca disfrutar del chismorreo histórico. ¿Quién no quiere cruzar el Puente de los Suspiros y pisar las cárceles de la Serenísima?

El Palacio Ducal es la sede del poder, sí, pero su lado más fascinante es el de la intriga. Los juicios, las mazmorras (los piombi y los pozzi), la ejecución del famoso Giacomo Casanova… Es imposible pasear por sus pasillos y no imaginarse la cantidad de dramas, secretos y traiciones que se vivieron allí. Es el true crime en versión histórica y a mí, como bien sabes si sigues Pasaporte Criminal, me pone los pelos de punta.

🎙️ ¡Por cierto! Si te va ese rollo de mezclar las rutas turísticas con las historias que de verdad merecen la pena, tienes que escuchar mi podcast, Pasaporte Criminal. Ahí mezclo mi experiencia en destinos como este con la narración rigurosa de los crímenes a viajeros o viajeros criminales que la lían parda por el mundo.

Packs temáticos y extras para la Basílica y el Palacio

Si quieres hilar fino o complementar tus entradas para la Basílica de San Marcos y el Palacio Ducal con una actividad especial, aquí tienes otras opciones que te dan acceso garantizado y un giro diferente:

• El True Crime Viajero (La Visita Intriga): Si el pasado turbio te atrae tanto como a mí, esta visita guiada se centra en las leyendas y los pasadizos secretos que esconde el Palacio Ducal. Aquí conectamos la historia con la intriga.

👉 Tour Misterios y Leyendas del Palacio Ducal.

• El Combo Romántico (Pero con Negocio): Para el viaje en pareja que no se olvida del encanto. Incluye góndola (cortejo asegurado) y las dos atracciones principales (cubriendo la búsqueda de entradas Basílica San Marcos y Palacio Ducal).

👉 Palacio Ducal, Basílica San Marcos y Paseo en Góndola.

• El Extra Diferente: ¿Prefieres algo más artesanal? Este pack añade la visita a una fábrica de cristal, un clásico veneciano.

👉 Pack Palacio Ducal, Basílica San Marcos y Fábrica de Cristal.

• El Plan Cultural Musical: Si eres más de ópera o concierto que de historia criminal.

👉 Concierto de Orquesta Collegium Ducale.

Una de las frases que más vas a escuchar en Venecia es: ‘esta es la cola’. Cola para el vaporetto, cola para el café en el Florian, y por supuesto, cola para entrar en la Basílica de San Marcos. Nosotras llegamos sin entrada y fue literalmente imposible.

No te exagero: las colas daban la vuelta a la plaza y, además, no avanzaban. Un desfile de gente con cara de ‘no sabía que había que reservar y lo peor de todo es que había un cartel de SOLD OUT. Y nosotras que nos creímos más listas que nadie, dijimos ‘bah, las compramos online’. Pero no, amiga de la no previsión, no había tampoco online. Así que si no quieres que se te quede cara patín como a nosotras, ya lo sabes: pre-vi-sión.

Así que te dejo los truquitos y consejos reales para evitar que te pase lo mismo y puedas disfrutar de la Basílica y el Palacio Ducal sin perder media mañana.

Evita las horas punta: madruga o ‘trasnocha’

Según los datos de afluencia, el momento más concurrido para visitar la Basílica de San Marcos es sobre las 12:00 del mediodía, con picos fuertes entre las 11:00 y las 14:00.
Si vas en ese tramo, prepárate para estar un buen rato bajo el sol (o lluvia) veneciana.

Mi consejo: entra a primera hora (sobre las 9:00) o a última hora de la tarde (después de las 16:30), cuando la mayoría ya está buscando una terraza para el spritz. La diferencia de tiempo en cola puede ser de más de media hora, y además podrás moverte por dentro sin el agobio de los grupos.

Compra la entrada SIN COLAS

La famosa entrada sin colas no es un reclamo publicitario: es literalmente otra puerta. Mientras el resto espera en la entrada principal, tú pasas directamente con tu guía o grupo reducido. La verdad, es que yo cuando veo alguna entrada ‘sin colas’, me tiro de cabeza a por ella. En ciudades como Atenas, Roma y la propia Venecia, te puede salvar el día. Y es que yo, personalmente, no ando sobrada de paciencia en la vida… ¡jajaja!

Planifica según la época del año

Una cosa que nadie te cuenta cuando buscas entradas para la Basílica de San Marcos es que no todos los meses son iguales. Venecia tiene su propio ritmo, y las colas también.

• Primavera y otoño son las temporadas más populares (y no por casualidad): temperaturas suaves, días largos y esa luz dorada que parece hecha para Instagram. Pero claro, también son los meses en los que medio planeta decide visitar Venecia.
• Verano es directamente otro nivel: calor, humedad y hordas de turistas buscando sombra bajo los arcos de la plaza. Si vas entonces, solo hay una palabra que te salvará: reserva.
• Invierno es ideal si no te importa abrigarte un poco. Hay menos gente, las colas son más llevaderas y puedes vivir esa Venecia más local, con niebla, silencio y sin empujones.

Si quieres saber más sobre la mejor época para viajar a Venecia, te lo cuento en este post.

Esta es la puerta lateral

Vale, te lo confieso: nosotras entramos a la Basílica de San Marcos durante la misa. Y no, no era parte del plan. Y no, no está en mis planes nunca. De hecho podía hacer una década que no asistía a una misa. Pero cuando ves todas las entradas agotadas y una cola que da la vuelta a la plaza, te replanteas muchas cosas, incluida tu espiritualidad.

Lo importante: sí se puede entrar a la Basílica de San Marcos para asistir a misa, pero hay que hacerlo con respeto absoluto. Entras por un lateral, dices que vas a asistir al oficio y buscas un lugar en el que puedas apreciar la belleza de la catedral. Eso sí, cuando digo máximo respeto es:

• No hagas fotos durante el servicio.
• No te pasees por las naves como si estuvieses en una visita por la catedral.
• No hables y todas esas cosas que hay que hacer durante una misa.

En la práctica, accedes por una puerta lateral (no por la principal de los visitantes) y te sientas en la zona de fieles, desde donde puedes ver parte del interior: los mosaicos dorados, la cúpula y el altar. No es lo mismo que una visita completa, pero al menos podrás vivir la atmósfera de la Basílica de San Marcos desde dentro, que ya te digo que impone.

Ojo: si optas por este plan B, consulta antes los horarios de misa (especialmente los domingos). Y si consigues entrada para otro momento del viaje, entra también con guía. Verás que la experiencia no tiene nada que ver.

Una vez que has conseguido tu entrada para la Basílica de San Marcos y te has saltado la cola (¡bien hecho!), prepárate para un subidón. Este templo no es la típica iglesia oscura que ves en cualquier capital. Es una fantasía bizantina que se construyó a base de saquear riquezas. Y ahí está su magia, claro.

La visita es corta (piensa siempre que peor fue la nuestra) y te da tiempo a asimilar la brutalidad de lo que tienes delante. Aquí van las tres paradas clave que tienes que buscar:

• Los Mosaicos Dorados (el techo): es lo que más impacta. Más de 4.000 metros cuadrados de mosaicos cubren las cúpulas, y están hechos con pan de oro. Cuando la luz se cuela, todo brilla. Es una lección de historia y de Biblia a lo grande. Fíjate en los detalles, porque esta locura es la razón por la que llaman a la Basílica la «Iglesia de Oro«.
• El Museo de San Marcos y la Terraza: si has optado por uno de los packs combinados (como la Opción 3 o 4), podrás subir al museo. Y te interesa, no solo por ver los famosos Cuatro Caballos de San Marcos (las réplicas, que son igual de impresionantes y tienen su historia de botín de guerra), sino porque desde la terraza tienes una de las mejores vistas de la Plaza de San Marcos. ¡Una foto que yo me perdí!
• La Pala d’Oro (El Retablo que Tienes que Pagar Aparte): ya te lo he adelantado, pero insisto: si quieres ver la joya de la corona, esta es la parada. La Pala d’Oro es un retablo de orfebrería brutal, lleno de oro, plata y esmaltes. Es tan valiosa que hay que pagar un suplemento aparte para verla de cerca, ya que no está incluida en la entrada Basílica San Marcos estándar.

¿Tendré que volver a Venecia una tercera vez para deleitarme de todas estas maravillas? A mí me vale cualquier excusa, también te digo. ¡Soy una auténtica enamorada de Venecia?

¡Y fin de la ruta por la Great Ocean Road! ¿Qué te ha parecido? ¡Pregúntame en comentarios cualquier duda!

Visitar la Basílica de San Marcos no es solo tachar un monumento más de la lista: es entrar en una de las joyas del arte bizantino más impresionantes de Europa. Conseguir las entradas para la Basílica de San Marcos no es nada difícil, así que si te lo pierdes como nosotras, no digas que no te he avisado.

¡Puedes preguntarme en comentarios!