Viajar con bebés en avión: cómo fue mi primera vez viajando sola con bebé

Y llegó el gran día: el momento de viajar con bebé en avión. ¿Cómo habrá ido? ¿Cómo me habré preparado? ¿Cuál fue el destino? Os voy desvelando poco a poco mi experiencia de volar con bebé. Pero os avanzo algo: bien y mal. Muy gallego todo, ¿verdad? Pues más o menos como el viaje.

Os dejo el índice de preguntas que se resuelven más abajo. ¡Puedes pinchar en la que interese y la navegación te llevará hasta ella!

Los nervios me imaginaba que eran normales antes de subirme a un avión con mi bebé. Pero es que además de los nervios normales de madre (que os digo yo que son muchos) se sumaban a los nervios de madre viajando sola con su bebé. Las que sois madres me entenderéis, que cuando son chiquitines, moverse y sobrevivir a los días solas con bebés, rozan lo milagroso.

¿Es necesario el dni o pasaporte para volar con bebés?

Antes de nada que no se os olvide vuestra documentación y la del bebé (DNI o pasaporte) junto con los billetes de avión (o smartphone).

Pues bien, el primer reto sería superar el control de seguridad sin dejarme nada en la cinta. Viajábamos con bebés de la siguiente manera: sillita de paseo plegable Pock It (cabe en el maletero de la cabina o debajo del asiento), mochila tipo bolso, maleta de tamaño cabina, y bolso de carro. Bien, nos indican que pasemos por el control de seguridad y tengo que hacer lo siguiente SOLA:

• Meterme al bebé en la mochila para plegar la silla.
• Plegar la silla.
• Subir el equipaje a la cinta.
• Sacar el ordenador de la maleta. Dejarlo en una bandeja.
• Sacar los líquidos de la maleta. Dejarlo en otra bandeja.
• Meter la mochila de mano en una bandeja.

Ya estás lista para pasar cuando el señor de seguridad de dice. Tienes que sacar al bebé del portabebé. Me lo desabrocho y dejo deslizar el panel hacia las piernas, mientras se queda sujeto en la cadera y pregunto: ‘¿Así está bien?’. ‘No, tienes que quitarte el portabebé por completo y pasarlo por el escáner.’

P-E-S-A-D-I-L-L-A

• Quitarte el portabebé, pasarlo por la cinta y atravesar el arco con la bebé en brazos.

Por lo menos no pité. ¿Cómo iba a pitar si llevaba poco más que las bragas encima? Empezaba a pensar que viajar con bebés en avión no es tan fácil como pensaba.

NOTA IMPORTANTE: al avión puedes pasar todo el agua y comida para el bebé que necesites. Te lo inspeccionan de otra manera y ya está 🙂

ACTUALIZACIÓN: esta fue la única vez de PESADILLA para montar a la bebé. En los aeropuertos hay una zona habilitada para familias que me indicaron en las veces siguientes donde la gente es súper amable y te facilitan todo. Pero aún así, mi primera experiencia fue esa y así os lo cuento para que no os pase a vosotros.

Carrito Pockit, una gran recomendación para viajar con bebés

Nosotros tenemos un carro/silla que usamos desde que nació. Bueno, usamos cuando no está en el portabebé que es muchas veces. Sobre todo lo tenemos para los abuelos, a los que no vamos a cargar con 10 kilos. El caso, el carro es bastante grande para viajar. Así que le hemos comprado una silla que nos han recomendado nuestros amigos viajeros: la silla Pockit. Es la más pequeña y ligera del mercado. ¡Oye un acierto para viajar con bebés! 

ACTUALIZACIÓN: ya sois muchos los que me preguntáis sobre la silla. Alucinaríais con la de personas que me han preguntado por ella en la cola del avión. Y también por redes y contacto. ¡Me alegra saber que sois tantos los que os animáis a viajar con bebés! Os dejo el enlace de Amazon, que fue donde la compré yo, del modelo nuevo de 2019

Compramos la nueva de 2018 y se reclina más que la anterior (o eso me dijeron en tienda), lo que para nosotros era fundamental porque se aproxima el road trip a Francia y queríamos llevar una silla por si la bebé se quiere dormir por las noches en los restaurantes. El resto del viaje iremos con mochila.

Es la más pequeña y ligera del mercado. ¡Oye un acierto!

La nueva tiene también un cubresol más grande que la anterior, pero ya os digo yo que con un bebé de diez meses es inservible. Solo le tapa la cara cuando el sol está muy vertical.

El resto, fenomenal. Se durmió tan a gusto.

A priori pasar por el control de seguridad del aeropuerto parece una gilipollez hasta que lo haces sola, con tu bebé, con tu equipaje y con el de tu bebé. ES UN PUTO INFIERNO. Así de claro. Y, sobre todo, si no te encuentras con ningún alma caritativa en forma de personal del aeropuerto/agente de seguridad/medaigualquiénsea que te ayude en todo este trajín. Porque claro, además de hacer todo esto, se suma la presión de tu primera vez más todas las personas que están esperando a que pases con toda tu feria montada.

Vale, no he pitado, ¿y ahora qué?

Me gustaría que alguien me resolviese la ecuación que os dispongo a plantear. Carrito plegado y portabebé en la cinta + bebé en brazos. ¿Me podéis explicar cómo meto al bebé en el carrito o con el portabebé teniéndola en brazos? Y mejor todavía, ¿cómo guardo todo otra vez en la maleta y bajo todo de la zona de seguridad?

Pues muy fácil y triste a la vez: bebé de diez meses al suelo del aeropuerto mientras abro el carro. ¿Alguien se ofreció a sostenerla? Nop.

Bueno pasado el escollo de la seguridad del aeropuerto, nos dirigimos a la puerta de embarque. Como íbamos a Vigo (y siempre pasa lo mismo) nos toca una de las últimas puertas, así que me tocó caminar unos 20 minutos hasta que llegamos.

Tocaba la hora de embarcar y lo hicieron personas mayores en sillas de ruedas. Se entiende que faltas de movilidad. Pero os sorprenderíais al ver que cuando tenían que entrar a la misma puerta del avión se bajaron de sus sillas de ruedas y caminaron con sus altos zapatos de plataformas. En fin.

El caso. Entramos al avión y me alegré al comprobar que, efectivamente, el carro cabía en el pasillo. Así que ya lo plegaría a la altura de nuestro asiento. La sobrecargo A. F. de Iberia se apresuró a recibirnos. Con una sonrisa la saludé y ella me contestó con gesto serio y me dijo de muy malas maneras y sin saludar si quiera: ‘Llevas mucho equipaje‘. Yo puse cara de O_o y me dijo ‘Llevas cuatro bultos y solo se permiten dos’. Su tono y rostro eran lo más lejano a un oso amoroso.

Me entró un no sé qué y un qué se yo, mezclado con ira y con unas inmensas ganas de llorar. No me podía creer que, después de todo el trajín, llegue al avión a disfrutar de mi primera experiencia de viajar con bebés en avión, me lo quisieran poner todavía más difícil. Os voy a intentar transcribir toda la conversación, pena que no tenga una foto de su cara para que vierais el DESPRECIO con el que A. F. nos trató. No sin razón su apellido coincidía con el de un conocido dictador.

‘Llevas mucho equipaje’ ‘Se permiten dos bultos y tú llevas cuatro’

‘Perdona, el carrito de bebé no es un bulto. Es un elemento indispensable de movilidad’

‘Bueno pues tres. Dame la maleta que te la tengo que bajar a la bodega’

‘La maleta tiene un ordenador y no la puedo bajar. El bolso del carro lleva ropa de cambio, comida y pañales del bebé. Mi bolso de mano una cámara. Baja si quieres el carro, que es lo único que se puede golpear. De todas maneras yo pensaba que los bebés tenían derecho a llevar equipaje en cabina, por eso me traje su bolso en un elemento a parte’

‘¿Y esto TÚ dónde lo has visto?’

‘Lo he visto por internet, pero vamos igual me equivoco.. De todas maneras creo que te estás pasando, creo que no son formas de la manera en la que me estás hablando’

Dejo a Noa en el asiento y le pongo el cinturón para poder plegar el carro. Porque A. F. sabe servir zumos muy bien a business pero no sabe cómo ayudar a una mamá sola con su bebé de 10 meses a sentarse en su asiento. A.F. observa desafiante la que estoy liando y se decide a intervenir.

‘Ah, ¿pero qué la bebé tiene billete?’ Dice observando a Noa atada en el asiento.

Vale. Ahora ya la ira me estaba rebosando el gaznate y empezó a salir por mi boca. No pude más.

‘No, la bebé no tiene billete. ¿Te la quieres bajar a ella a la bodega? Porque igual ella sobra también.’

A. F. se quedó con una ‘cara patín’ peor que la que calzaba. Si ya tenía cara de no haberse comido una buena paella en su vida, ahora su rostro era un poema. Y, lo que le quedaba por oír.

‘Y otra cosa más te digo. Si os pusieseis así de rigurosos con todo el mundo, con lo que trae de equipaje, nunca habría falta de espacio. Pero parece que ves a una madre sola con su bebé y le tienes que tocar los cojones a ella. Así que nada, aquí tienes el carro’

Otra azafata miraba alucinada la escena, pero tampoco me ayudó en absoluto. Me tocó plegar el carro, subirme el equipaje al maletero, sentarme y apañarme con la bebé YO SOLA. NADIE DEL PERSONAL DE IBERIA ME AYUDÓ EN ABSOLUTO.

Ya una azafata me indicó que le tenía que poner un cinturón a Noa enganchada al mío.

Parece que la primera experiencia de viajar con bebés en avión podría ser bastante mejorable. Una pena que esté relatando esto aquí y no otra cosa. Esto terminó en reclamación y en saber que encima A. F. ME ESTABA TIMANDO. NO LLEVABA MUCHO EQUIPAJE, DE HECHO LLEVABA MENOS DEL QUE ME CORRESPONDÍA. Pero eso lo sabría en una llamada telefónica a la compañía que realicé a posteriori.

Como todavía le estoy dando el pecho a Noa, le di de mamar justo antes de despegar porque había leído que es lo mejor para que no sufran sus oídos. Así que eso hice y SE DURMIÓ. Se durmió tanto que no se enteró ni de despegue, ni de vuelo, ni de aterrizaje. NADA DE NADA. Cuando llegamos a Vigo la tuve que despertar. Viajar con bebés en avión durmiendo es una maravilla, ya os lo digo.

Este punto no lo puedo resolver, ya que Noa tanto la ida como la vuelta fue durmiendo, pero depende de la compañía disponen de elementos de juego para bebés. O también puedes pasear, no sé. Creo que este punto lo dejo abierto para el vuelo de 14 horas que nos espera en noviembre.

ien, aquí el punto de indignación máxima tras el mal trato de la sobrecargo de Iberia A. F.

Antes de volver a Madrid, llamé a Iberia para preguntar cuánto equipaje se puede llevar cuando se viaja con bebés en avión. Me pidieron el número de billete, confirmaron mis datos y me dijeron muy claramente: ‘Noa tiene derecho AL MISMO EQUIPAJE QUE TÚ, o sea, a una maleta pequeña y a un bolso de mano’. ¡Tarán! Colgué el teléfono deseando encontrarme a la vuelta a A. F. y leerle la cartilla, pero sabía que eso nunca iba a ocurrir. Pero por lo menos me iría tranquila con el mismo equipaje que vine, sin preocuparme de que me dijesen nada. Porque ahora sí que sabía que no tendrían que bajarme nada.

Por cierto, A. F.: me dediqué a mirar a las personas que entraron a la avión y, por lo menos, vi a una chica que llevaba mochila a la espalda, mochila delante y bolso cruzado. GRACIAS, SIMPÁTICA.

Por suerte, la vuelta no tuvo nada que ver con la ida. Desde la amabilidad del personal del control de seguridad, hasta la facilidad del personal de a bordo de Iberia. No tengo ninguna queja. Y mis quejas de la ida se han quedado reflejadas en una reclamación, con tu nombre y tu apellido A. F. ¡Qué necesarias me parecen estas reclamaciones para intentar cambiar el mundo! Bastante difícil lo tenemos ya las madres, como para encontrarte con personas tan poco empáticas y tan poco profesionales como esta.

Así que en resumen: si vas a viajar con bebés en avión que sepas que puede llevar el mismo equipaje que tú en cabina.

Viajar con bebés en avión puede costar o no. La respuesta es bien gallega: depende. Nosotros hemos comprado un vuelo con Fly Emirates y no hemos pagado un céntimo por el bebé. Nos han dado prioridad para elegir asiento, dejándonos los que tienen más espacio por si queremos instalar una cuna que ellos mismos nos proporcionan. Además, nuestro billete incluye comida para el bebé también.

Con Iberia sí que hemos tenido que pagar. Se supone que un 10% del billete más tasas, con lo que se te pone más o menos en la mitad del tuyo. Se supone que también te ofrecen el mejor asiento (no en mi caso) y que si hay espacio en el avión te dejan en la fila sola. En mi caso, a la vuelta había espacio en el avión y no es que no me tocase sola, es que me tocó con una persona de grandísimas dimensiones, lo que nos encajó totalmente en el asiento. La verdad es que no solicité que nos cambiasen de asiento porque me dio reparo, pero cierto es que nadie nos lo ofreció tampoco.

¿Cómo poner una reclamación en Iberia?

Os lo dejo por si no tenéis ni idea. No hace falta esperar, ni acercarte al punto de atención al cliente (aunque puedes hacerlo, claro) La puedes hacer por internet desde el calor de tu hogar. Pincha en esta url y pon el motivo que sea. ¡Que no se te olvide el número de vuelo y esas cosas!

Iberia me ha respondido muy amablemente pidiéndome disculpas. Una pena que el primer viaje con mi hija en avión lo vaya a recordar siempre por dos razones bien diferentes.

Supongo que he tenido mala suerte y que seré un caso aislado, pero me veo en la obligación de denunciarlo con las armas que tengo porque las madres lo tenemos muy difícil en muchos aspectos de la vida, y eso ha de cambiar. Aún así, tengo que dar las gracias a Iberia por atender mis peticiones.

Creo que no recomiendan viajar en avión con bebé los primeros días de nacimiento, a partir de ahí creo que ya cuando quieras. Nosotros nos esperamos hasta los diez meses, no por nada, sino porque no se ha presentado la ocasión antes. Y la experiencia, después de todo, ha sido muy positiva. Además, nuestra estancia en Vigo fue maravillosa, y con estos atardeceres más.

Porque ellos descubren mundo y tú lo ves todo diferente junto a ellos. Porque, aunque conozcas el lugar, al viajar con ellos lo vuelves a descubrir. Reparas en cosas que antes eran inexistentes y obvias aquellos detalles que ya no importan. Viajar te da la vida y si lo haces con tus hijos te la mejora. Y bueno, y si viajar supone voltar á terra te pasan cositas como ésta.

Aunque haya tenido esta mala experiencia con un miembro de la tripulación de Iberia, considero mi primera experiencia de viajar con bebé en avión totalmente positiva: el vuelo fue muy bueno, sin turbulencias y el bebé se portó genial. Además, viajar siempre es bien. ¡Y más con la mini! Ya os contaré cómo será nuestra siguiente experiencia de viajar con bebés en avión: esta vez será un viaje largo pero EN FAMILIA.